El barquero del colmillo
En el pueblo de Cheles se cuenta la leyenda de que, durante años, hubo una figura a la que llamaban “El Barquero del Colmillo”. Según dicen, éste era un vampiro de nacionalidad portuguesa, vestía una capucha holgada de color marrón que impedía ver su rostro y una capa de color negro puesta sobre su espalda.
El nombre con el que lo bautizaron se debe a que siempre iba montado en una barca rectangular de color negro y que, a pesar de que no se le veía el rostro, sí dejaba asomar por debajo de la capucha un descomunal diente que le salía de la boca, de apariencia como el de un jabalí.
El barquero portugués se ocultaba entre los matorrales que existen en medio del cauce del río Guadiana y el recorrido lo hacía de pie con un palo largo que le servía para mover la barca con más fuerza y rapidez, además de servirle de punto de apoyo.
De generación en generación, esta figura ha sido utilizada para amedrantar a los niños, evitando así que se acercasen a la orilla del Guadiana. Esto se debe a que durante muchos años han sido muchas las personas que han aparecido sin vida en el río. Esto se ha podido confirmar gracias a la consulta que el investigador extremeño, Fermín Mayorga, realizó en el libro de defunciones de la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción.
La casualidad de que todas las muertes fuesen de la misma forma y durante años sucesivamente, llevó a confirmar que el Barquero del Colmillo era el único responsable de dicho destino ya que le caracterizaba su rapidez para alcanzar a las víctimas, a las que les clavaba su largo colmillo, extrayéndole la sangre para alimentarse con ella, dejándolos desangrados y tirados en el cauce del río Guadiana aparentando ser una muerte accidental a causa de ahogamiento.
Además, según se cuenta en la población, éste tenía predilección por los niños ya que la sangre de los mismos está totalmente limpia, ya que la de los adultos es más probable que esté contaminada de alcohol u otras drogas.
Esta leyenda recobró más fuerza cuando Ramón Pitera González, un adolescente de 14 años y nacido en Cheles, fue hallado flotando en el Guadiana. En el libro de defunciones se deja constancia del registro de su muerte y dice así:
“D. Fernando Rodríguez Madora, Médico titular de esta villa de Cheles y Cristóbal Falcato, sangrador Flebetomítico, dictaminan que la muerte fue producida a consecuencia de asfixia por estrangulamiento ignorándose el día y hora que pudiera tener efecto. Se le dio sepultura eclesiástica al citado cadáver según las preces que obliga el ritual romano. Cheles 22 de junio de 1891. Firmado Joaquín Manzano”.
A día de hoy, se cuenta que por el embalse de Alqueva se ve navegando a este sacasangres en las noches de luna llena, esperando a su próxima víctima.
Fuentes:
- El barquero del colmillo: el vampiro extremeño https://www.extremaduramisteriosa.com
- Tras el mito: El barquero del colmillo y el milagro de “los santitos” https://www.canalextremadura.es
- Fotografía de la portada: https://blogs.hoy.es