Category: 04.2.3 Tradición oral

Vocabulario de Cheles

Vocabulario

A

  • A escabalas: A hombro.
  • A lusco fusco: A la puesta del sol.
  • A maneo: Pescar a mano.
  • Abión: Zigóptero (insecto), conocido vulgarmente como caballito del diablo.
  • Algamula: Argamula o lengua de buey (planta violeta).
  • Amontonar: Arrejuntarse.
  • Ande: Donde.
  • Apernar: Atar patas del ganado.
  • Arreata: Tradición/herencia.
  • Arriestre: Tradición.

B

  • Banastra: Cesta.
  • Batir la puerta: Llamar a la puerta.
  • Bicoca: Suerte.
  • Bobillanica: Petirrojo europeo (ave).
  • Borrega: Ampolla.
  • Bufa de lobo: Seta venenosa, redonda, pequeña y llena en su interior.

C

  • Cabechos: Caminos.
  • Calotera: Persona que no es de fiar.
  • Calsetines: Calcetines.
  • Canario: Planta comestible, muy ácida y de flores amarillas.
  • Cascajal: Cascada.
  • Chorrera: Cascada.
  • Chulerca: Seta comestible.
  • Correona: Cierto pájaro.
  • Costera: Cesta.
  • Curela: Suerte de tierra.
  • Curita terronero: Collalba rubia (ave).

D

  • Despescar: Quitar el pez de la red.

E

  • Embirmá: Entretenida.

F

  • Falcatúa: Trastada.
  • Farulla: Enreda.

G

  • Garrapiso: Carretón, trébol.
  • Gato clabo: Gatuña (planta).
  • Grillo romano: Alacrán cebollero.
  • Guito: Anzuelo.

H

  • Harrapo: Merienda.
  • Hartá: Gran cantidad.

L

  • Lenguarón: Charlatán.

M

  • Muher: Mujer.

O

  • Onse: Once.
  • Oveha: Oveja.

P

  • Páharo mohca: Buitrón.
  • Pampallo: Hierba comestible que se cría en las paredes.
  • Papas de araña: Embrollo.
  • Parné: Dinero.
  • Pegar la punta: Arrejuntarse.
  • Pelona: Helada.
  • Peses: Peces.
  • Picanza: Alcaudón.
  • Pimentero: Petirrojo (ave).
  • Pirriaque: Bebida.

R

  • Rabeta: Alzacola.
  • Rebujona: Lío.
  • Recencio: Aire fresco y húmedo de la mañana.
  • Rehilandera: Intranquila.

S

  • Sacapeoh: Hierba lombriguera.
  • Semos: Somos.
  • Siserón: Albahaca.
  • Sobar: Estar en reposo.
  • Sumanta: Paliza.

T

  • Tenca: Remolón.
  • Ténguere- ténguere: A punto de caer.
  • Teresita: Mantis religiosa.
  • Terralla: Red.
  • Tordea: Zorzal charlo (ave).
  • Tornera: Peonza.
  • Tornera: Bola.
  • Tranca: Borrachera.
  • Truyenca: Mocita.

Fuentes:

Refranes extremeños

Los refranes siempre han formado parte de nuestra cultura y en algunos pueblos son una seña de identidad.

A continuación, veremos algunos refranes, tanto de pueblos específicos de la Comarca de Los Baldíos y de la Comarca de los Llanos de Olivenza, como en general de la provincia de Badajoz, recogidos en el libro Refranero Popular Extremeño de Emilio Díaz Díaz, en base a la clasificación adoptada por él, clasificación que nosotros hemos seguido a la hora de introducir otros refranes que hemos ido encontrando y no están incluidos en su libro:

Refranes de amor carnal o de sexualidad

Cuernos que mantengan, déjalos que crezcan. – Varios pueblos de la provincia de Badajoz

En todas las familias las hay, el objeto es encontrarlas – Varios pueblos de la provincia de Badajoz (Una prostituta, de entre los barrotes de una celda, se dirigió a su primo, el Obispo, que con el cortejo de autoridades visitaba la cárcel. Al ver éste las caras extrañas que tenían la gente de alrededor dijo esta frase sin inmutarse. Se hizo tópica y refrán general en la provincia)

O anda la uñaca o anda la buraca La Codosera (La buraca es el aparato genital femenino. Uñaca por robo o sisa)

Refranes de campo-plantas. Agrícola-forestal

Refrán sobre plantas en general:

Con libros y plantas, vida santa – Varios pueblos del sur de la provincia de Badajoz

Refrán sobre recoger plantas:

En julio todo el mundo en la era y en la torre solamente la cigüeña – Villanueva del Fresno

Refranes sobre plantas particulares,

Sobre el ajo:

Los ajos en enero llegan al mortero – Villanueva del Fresno

Tienes al niño muerto, teniendo ajos en el huerto – Villanueva del Fresno

Sobre el trigo:

En abril échate de barriga para verlas relucir – Higuera de Vargas

Hierbas:

En marzo crece la hierba, aunque le den con un mazo – Villanueva del Fresno

Huerta (berza):

Arbolitos que estáis en flor, Dios os libre de los bruscos o aires de la Encarnación – Villanueva del Fresno, entre otras comarcas

La viña y el potro que los dome otros – Higuera de Vargas

Refranes de campo-tiempo. Meteorología relacionada con el agricultor y ganadero

Tiempo general:

Al tiempo no se lo comen los lobos – Varios pueblos de la provincia de Badajoz

Arco iris al atardecer, buen tiempo al amanecer – Villanueva del Fresno

Cuando la Sierra Gorda se pone la capa, el pueblo y el Zanganillo se empapan – Puebla de Obando (El Zanganillo es el arroyuelo que atraviesa la villa y se forma en las laderas de la villa)

Cuando veas la Sierra de Santa María con capa, no dejes la tuya en casa – Barcarrota (La Sierra se encuentra entre Salvaleón y Barcarrota)

Si quieres que llueve, anuncia toros en Villanueva. – Villanueva del Fresno (Siempre que iba a ver toros llovía o lloviznaba)

Tres meses, tres semanas y pocurinho fora (tiempo de gestación de la cerda) – La Codosera (libro propio)

El tiempo en sus meses,

Enero:

En enero tira el colero – Villanueva del Fresno (Antes de que existiera un servicio de basura en los pueblos, el estiércol o basura que se acumulaba en los corrales era transportado a los cercados de afuera o ejidos)

Enero veranero, ni para el pajar ni para el granero – Villanueva del Fresno

Febrero:

Febrerillo el loco con sus días veintiocho, echa a su madre aguas abajo y la busca aguas arriba – Villanueva del Fresno

Septiembre:

Al sol de septiembre no hay hombre que no lo tiemble – Higuera de Vargas

Noviembre:

Desde el veinte de noviembre el invierno ya es constante – Villanueva del Fresno

Diciembre:

En diciembre, frío y nieves si quieres que sea bueno el año que viene – Villanueva del Fresno

Refranes de comidas y bebidas

De sopas, lo mismo da muchas que pocas – Nogales

Después de comer adobado, viene el empachado – Villanueva del Fresno

Comió abóbora o melona (Comió calabazas, es decir, se acobardó) – La Codosera (libro propio). También está la versión de “ya cogiste abóbora” que vendría a decir lo mismo, “ya cogiste miedo” o “te acobardaste”. En el libro La Codosera; Cultura de Fronteras y Fronteras Culturales de Luis María Uriarte, un informante cuenta que a lo que en otros pueblos se les llama calabazas (fruto) para ellos en La Codosera es el calabacín que se usa para llevar el agua.

Refranes de economía o mundo crematístico, asuntos relacionados con el capital, conjunto de conocimientos referidos al manejo del capital, a traficar, negociar

Cuando a uno le das un caramelo puedes darle con la vara en la espalda – Villanueva del Fresno

El que no acarrea taramas no se calienta – Villanueva del Fresno

Zapato malo, más vale en el pie que en la mano – Varios pueblos de la provincia de Badajoz

Refranes de enfermedad y salud

Quien caga duro y mea claro, no necesita médico ni cirujano – Varios pueblos de la provincia de Badajoz

Estar como un cencerro (Loco) – Villanueva del Fresno

Refranes de familia-hogar

Estar a semanas o meses. También se dice andar en vez de estar – Higuera de Vargas (Es un modismo, antes de que existiera la jubilación para las personas mayores pudieran, éstos iban a casa de sus hijos, quienes se los repartían por semanas o meses)

Refranes del trabajo o mundo laboral

Pagando, San Pedro canta – Villanueva del Fresno

Refranes de virtudes o cualidades que hacen al hombre agradable a los ojos de los demás; se acercan a la perfección humana

No es lo mismo vivir en la calle de en medio que en medio de la calle – Villanueva del Fresno

Que te crees tú que la grulla es un pájaro – Cheles

Informalidad e ingratitud:

Quien sirve a un público sirve a un ladrón – Villanueva del Fresno

En cada tierrilla tiene su hablar y muletilla – Varios pueblos de la provincia de Badajoz

Fuentes:

  • Díaz Díaz, Emilio (1991). Refranero Popular Extremeño
  • Uriarte López, Luis María (1994). La Codosera; Cultura de fronteras y fronteras culturales
  • Imagen de la portada de Alabaster Co disponible en Unsplash

Así es Cheles

El pueblo de Cheles cuenta con una canción que habla sobre él. Ésta fue escrita por un vecino de la localidad llamado Jacinto Gil Sierra y compuesta por su amigo y también músico Alberto Lebrato Ramiro. Este último fue quien tuvo la iniciativa, ya que en la década de los 60, durante su juventud, vivió en Olivenza y acudió en numerosas ocasiones al casino de Cheles para actuar.

Fue el 15 de agosto de 2016 cuando se cantó por primera vez en el campo de fútbol de la localidad pacense durante la fiesta “Vente a la era”, concretamente en el momento de la recreación de las tradicionales tareas agrícolas. Fue interpretada por el coro “La Ilusión”, perteneciente a la asociación de mujeres y cuya dirección estaba a cargo de Juan Miguel Méndez Peña, músico de Alconchel.

Coro «La Ilusión» interpretando la canción «Así es Cheles». Fotografía del Diario HOY de Extremadura.

Desde entonces, todos los vecinos presumen de tener una canción propia.

La letra está compuesta por un estribillo y seis estrofas. La primera de ellas es una declaración de amor hacia el pueblo y en las que le siguen se hace un recorrido por el pueblo describiendo sus rincones más emblemáticos. Por su parte, el estribillo hace alusión a la alegría que se siente al volver a Cheles cuando no vive allí.

Por su parte, la música que Alberto Lebrato compuso para esta canción es un pasodoble, con un compás rítmico para hacer de ella una canción alegre y todo el mundo pueda recordar.

La letra de la canción dice así:

Así es mi Cheles, pueblo querido

tesoro que late en mi corazón.

Junto a la Raya fuego encendido,

orgullo vivo del mismo Sol.

 

Sal de la plaza, calle del Conde

sube a la torre llena de historia

y bajo el arco, en fresca sombra,

contempla el Cristo de nuestra fe.

 

Estribillo:

Cheles, pueblo escondido,

de Extremadura lo más profundo,

llegan los aires de Portugal.

¡Cheles! gritan tus hijos

que por el mundo se han repartido

cuando regresan a tu solar.

 

Desde Cruz Blanca hasta el Pilar

tus calles bullen con la alegría

que ocio y quehaceres de cada día

nos sacan fuera de nuestro hogar.

 

Prados, senaras, bosques de encinas,

Fontana, Cuevas, Matodecampo,

olivos, huertas, vacas y guarros

llenan la olla en las cocinas.

 

Estribillo

 

El río Guadiana marca tu linde,

sus aguas bravas movían molinos,

más el embalse al ensancharlo

cría los peces de tus festines.

 

Y por las noches llenas de estrellas

sosiego, charlas, la fiesta en paz

la Vía Láctea indica el camino

hacia las luces de Monsaraz.

 

Estribillo

Partitura de «Así es Cheles», de Jacinto Gil Sierra y Alberto Lozano.

 

Fuentes:

El barquero del colmillo

En el pueblo de Cheles se cuenta la leyenda de que, durante años, hubo una figura a la que llamaban “El Barquero del Colmillo”. Según dicen, éste era un vampiro de nacionalidad portuguesa, vestía una capucha holgada de color marrón que impedía ver su rostro y una capa de color negro puesta sobre su espalda.

El nombre con el que lo bautizaron se debe a que siempre iba montado en una barca rectangular de color negro y que, a pesar de que no se le veía el rostro, sí dejaba asomar por debajo de la capucha un descomunal diente que le salía de la boca, de apariencia como el de un jabalí.

El barquero portugués se ocultaba entre los matorrales que existen en medio del cauce del río Guadiana y el recorrido lo hacía de pie con un palo largo que le servía para mover la barca con más fuerza y rapidez, además de servirle de punto de apoyo.

De generación en generación, esta figura ha sido utilizada para amedrantar a los niños, evitando así que se acercasen a la orilla del Guadiana. Esto se debe a que durante muchos años han sido muchas las personas que han aparecido sin vida en el río. Esto se ha podido confirmar gracias a la consulta que el investigador extremeño, Fermín Mayorga, realizó en el libro de defunciones de la Iglesia de Nuestra Señora de la Concepción.

La casualidad de que todas las muertes fuesen de la misma forma y durante años sucesivamente, llevó a confirmar que el Barquero del Colmillo era el único responsable de dicho destino ya que le caracterizaba su rapidez para alcanzar a las víctimas, a las que les clavaba su largo colmillo, extrayéndole la sangre para alimentarse con ella, dejándolos desangrados y tirados en el cauce del río Guadiana aparentando ser una muerte accidental a causa de ahogamiento.

Además, según se cuenta en la población, éste tenía predilección por los niños ya que la sangre de los mismos está totalmente limpia, ya que la de los adultos es más probable que esté contaminada de alcohol u otras drogas.

Esta leyenda recobró más fuerza cuando Ramón Pitera González, un adolescente de 14 años y nacido en Cheles, fue hallado flotando en el Guadiana. En el libro de defunciones se deja constancia del registro de su muerte y dice así:

“D. Fernando Rodríguez Madora, Médico titular de esta villa de Cheles y Cristóbal Falcato, sangrador Flebetomítico, dictaminan que la muerte fue producida a consecuencia de asfixia por estrangulamiento ignorándose el día y hora que pudiera tener efecto. Se le dio sepultura eclesiástica al citado cadáver según las preces que obliga el ritual romano. Cheles 22 de junio de 1891. Firmado Joaquín Manzano”.

A día de hoy, se cuenta que por el embalse de Alqueva se ve navegando a este sacasangres en las noches de luna llena, esperando a su próxima víctima.

 

Fuentes:

La plaga de hormigas asesinas

Hace cinco siglos, la población de Cheles (conocida como “Cheles el viejo”), se encontraba en la Dehesa de San Onofre, junto a la Sierra de San Blas y cerca del Río Guadiana, pero cuenta la leyenda que Don Juan Manuel de Villena (tercer Señor de Cheles), decidió trasladar la ubicación de la villa más al sur, cerca del embalse de Alqueva, donde se encuentra actualmente.

El motivo de ser reubicado no queda constatado en ningún documento, pero gracias a la tradición oral, se habla de una plaga de hormigas asesinas, apodadas como “hormigas de fuego” por tener la cabeza roja y cuerpo negro, que asedió la población. Se dice que la aparición de esas hormigas puede deberse a que los cheleros en su día viajaron a hacer las Américas y se las trajeron sin darse cuenta en sus propios fardos. Allí proliferaron hasta hacerse con el pueblo.

Se cuenta que, aproximadamente en el año 15000, una marabunta de hormigas voraces tomó el pueblo, llevándose por su paso toda la vegetación y la madera de las casas. Esto creó pánico en el pueblo, ya que además estos insectos se cebaron especialmente con los niños y el ganado, a quienes llegaban a producirle la muerte a causa de su mordida.

Los padres de las criaturas, según cuentan los más ancianos de Cheles, llegaban a subir a sus hijos en hamacas que colgaban de las encinas intentando protegerlos.

Tras ver que aquello era imposible de erradicar sin hacer más daño del que tenía el pueblo, decidieron prenderle fuego para acabar con el enemigo y cortar por lo sano de una vez por todas.

Una vez que le dieron fuego, se retiraron hacia el río para protegerse de las llamas y ver como el pueblo que había sido su cuna hasta entonces, se hacía cenizas.

Actualmente, los únicos vestigios que quedan del lugar son los restos del castillo, dos ermitas y algunas viviendas.

Fuentes: