Category: 11.2.3 Tradición oral

Vocabulario de Táliga

Vocabulario

A

  • Acerón: acederón, hierba de flor amarilla, que los labriegos comen cocida y en ensalada.
  • Algamula: argamula o lengua de buey.

C

  • Cartacho: tarabilla común.

CH

  • Churumbela: lavandera común.

G

  • Garapita: vaca de cuernos altas.
  • Grillo ralo: alacrán cebollero.

R

  • Rencoyo: carnero con un solo testículo.

S

  • Sapo calderero: escuerzo.

T

  • Trinchote: pinzón vulgar.

Fuentes:

La Tía Cabalganta

La Tía Cabalganta, cuyo nombre no se conoce, era una vecina de Táliga. Se caracterizaba por ser una mujer muy salerosa, divertida y guapa.

Cuando era joven, durante las fiestas patronales de la localidad, conoció a un forastero del que se enamoró. Tras incontables promesas de amor eterno y de matrimonio inmediato, él huyó una mañana, abandonándola así a su suerte y dejándole el corazón roto. Debido a esto fue despreciada y rechazada por los vecinos del pueblo porque había perdido su “honor”. Esto desembocó en un cambio de actitud y de carácter en la joven. Sus modales ya no eran los de antes y su personalidad tampoco, logrando así ser temida por los mismos vecinos que la rechazaron.

La joven decidió abandonar el pueblo y se fue a vivir a un molino que se encontraba abandonado junto a la rivera de Táliga, en dónde sobrevivía comiendo los productos del campo que los ganaderos y pastores la veían recoger. Incluso algunos cuentan que llegaron a verla de noche frente al molino con un gran caldero, a la luz de la luna, haciendo conjuros y elaborando pócimas. Es por ello por lo que comenzaron a llamarla “bruja”.

Allí, viviendo aislada y con la mala fama que había cogido en su pueblo, su carácter se fue convirtiendo cada vez más hostil y, por la experiencia que había tenido con su amado, su resquemor hacia los hombres acabó transformándose en odio, sobre todo hacia los forasteros.

Después de un tiempo que llevaba viviendo en el molino, se le ocurrió habilitar una de las habitaciones del mismo, ubicado en el camino que va de Higuera de Vargas a Barcarrota, para recoger a los viajantes que por allí pasaban. Éstos se sentían afortunados por contar con una posadera hermosa y una cama limpia. Pero, según la leyenda, ningún hombre que entraba en la posada salía con vida de aquel lugar. Según se cuenta, fueron quince los hombres asesinados a manos de la Tía Cabalganta, que los degollaba y después los enterraba en un huerto cercano.

Todo el mundo murmuraba sobre las desapariciones de los hombres, pero por miedo a los conjuros que podría hacerle la joven, no la denunciaron nunca. Aunque, el miedo hacia ella desapareció una fría noche de tormenta cargada de una fuerte lluvia, truenos y relámpagos, desde la que dejaron de verla con vida.

Hay personas que afirman que fue ahogada a causa de la crecida de la rivera y tras ser arrastrada por la corriente, llevándose lejos su cuerpo. Otros dicen que murió por un rayo justiciero y también se cuenta que fue ejecutada en Olivenza tras capturarla por ser asesina en serie. Sin embargo, se dice que un tiempo después de aquella noche, un vecino que se dirigía a trabajar, se le hizo ver a una mujer esbelta y hermosa en el huerto donde la Tía Cabalganta enterraba a sus víctimas y ésta estaba intentando huir entre los matorrales porque estaba siendo perseguida por espectros de unos cuerpos degollados.

Ilustración de “Rutas mágicas por la provincia de Badajoz”. Autor: Borja González Hoyos.

Fuentes:

  • La Tía Cabalganta, una asesina en serie entre la realidad y la leyenda. Israel J. Espino, 2017 https://blogs.hoy.es
  • Escolares del Colegio Sagrado Corazón trabajan en el Museo la Leyenda de la Tía Cabalganta. Museo de Olivenza. https://museodeolivenza.com
  • La terrorífica y triste historia de la tía cabalganta: asesina de hombres repudiada por sus vecinos. Cuarto Milenio, 2021 https://www.cuatro.com
  • Fotografía de la portada (Borja González): https://blogs.hoy.es