Category: 12.2 Tradiciones y expresiones orales

Los Mayos

Esta festividad también se conoce como Festa dos Maios en los pueblos de más allá de la Raya. Es una fiesta que se celebra en todos los pueblos de la Comarca de los Baldíos coincidiendo con el día del trabajador, el 1 de mayo, desde hace más de cincuenta años.

En algunos pueblos de esta comarca es una celebración fija, en la que participa todo el pueblo, mientras que en otros se busca que no se pierda, como en el caso de La Roca de la Sierra o Alburquerque, donde en el 2012 El Diario Hoy ya recogía el deseo de los alburquerqueños de no olvidarla y la última foto de los mayos, que se puede encontrar online, pertenece a 2017.

Según José Luis Olmo Berroca en su libro La Codosera; Un Pueblo con Raíces y Costumbres Rayanas, antiguamente, los mayos representaban al hombre y a la mujer. Los rasgos de la cara estaban pintados a mano, procurando que tuvieran una expresión satírica. Como mayo era el mes de la fertilidad se representaba a la mujer con una muñeca exuberante, resaltando su figura y en el caso del hombre, se representaba joven y en edad de procrear, para ello se le colocaban atributos masculinos muy destacados utilizando productos del campo, buscando así darle un toque divertido.

Ambos muñecos tenían que estar preparados y colocados, normalmente sentados, en las puertas de las casas. Se exponían desde primera hora para que cualquier persona que comenzara el recorrido por las calles, pudiera contemplarlos todos. Al lado de ellos se colocaba una mesa con una bandeja en la que solía haber alguna botella de licor con copas para obsequiar a los visitantes. Tras la fiesta, los mayos se quemaban en San Juan.

Hoy en día la fiesta ha cambiado, los mayos se acompañan de pancartas con mensajes reivindicativos y con referencias a temas de actualidad, hechos por cada persona que decida exponerlos y ya no se queman, sino que se reutilizan de un año para otro, se guarda el cuerpo y se cambia el diseño de cada uno para darles mayor utilidad.

Fuentes:

Vocabulario de Alburquerque

El vocabulario de Alburquerque que se encuentra a continuación es una amalgama de diferentes fuentes.

Gentilicio: Alburquequeño, ña. Según la pronunciación local castiza del pueblo, «abuquercaño». Popularmente el gentilicio es «pelino, a».

Vocabulario

A

  • Abangao: Se dice del árbol cuyas ramas se tuercen o inclinan hacia el suelo, por el peso del fruto. También se usa para referirse al suelo que no está plano
  • Abarrancao, a: Dícese de la persona llena de deudas abatida, enferma; sin fuerzas para valerse
  • Abrigá: Es un sustantivo de abrigo
  • Acachinar: Viene de acochinar, es una forma coloquial de decir que se ha matado a alguien que no ha podido huir o defenderse, es decir, que se le sujeta para que no escape
  • Acero / Asero: Faja rozada en medio de un monte, para impedir que se propague el fuego en los incendios
  • Achiperres: Trastos viejos o inútiles
  • Aconduchar: Distribuir el pan y el conducho o condumio que con él se ha de comer, de manera que no falten ni uno ni otro, hasta el último bocado
  • Afrentarse: En Alburquerque se entiende como la acción de verse obligado a pedir dinero prestado a alguien
  • Aguachinao: Cuando algo está empapado en un líquido
  • Aguamanil: Vasija terminada en pico para dar alimento a los enfermos
  • Aguao: Cansado de andar
  • Aguarija: Viene de aguadija y se refiere al líquido claro y suelto como el agua que se forma en los granos o llagas. También se dice agüija
  • Ajechar: Viene de ahechar y se refiere a limpiar con la criba el trigo u otras semillas
  • Ajeitarse / Aheitarse: Hacer un trabajo con destreza
  • Ajuir: Huir
  • Ajundirse: Significa hundirse. Ej:Aquí formaron una timbirimba que yo no sé cómo no sea jundió y quearon tós debajo aplastaos”
  • Alaván: Muchedumbre, multitud. Ej: “Iba un alaván de gente por el camino de la mesta”
  • Alcancía: 1. Hucha. 2. Vasija, comúnmente de barro, cerrada, con solo una hendidura estrecha hacia la parte superior, por donde se echan monedas que no se pueden sacar sino rompiendo la vasija.
  • Alicóptero: Ubélula
  • Amartellado: Persuadido
  • Amartiyao / Amatiyao: 1. Confabulado. 2. De acuerdo con otro para realizar con él, sin divergencia ninguna, un fin cualquiera útil
  • Ambosá / Embozá: Viene de ambuesta. Es una porción de medida que cabe en ambas manos juntas y puestas en forma cóncava. Ej: “Dió una ambozá de bellotas”
  • Amonao y Amona: Se dice del conejo o de la liebre, cuando sorprendidos por el cazador, en vez de huir, se quedan parados, sentados de culo. Ej: “Mira qué amonaina se ha quedao”
  • Andacapacheh / Andacapaches / Andacapadres: Cuentos, enredos. Ej: “A mí no me vengas con andacapaches”
  • Andansio: Enfermedad epidémica que se va propagando de unos a otros
  • Angélica: La raíz de una planta que se cría entre los peñascos del castillo de Alburquerque, la cual se usa para curar ciertas enfermedades. Cuenta la tradición que, en una epidemia, San Pedro de Alcántara recomendó la infusión de esta raíz y con ella se combatió la epidemia
  • Angosto: Saltamontes
  • Apencar: Andar de prisa y con alguna fatiga
  • Apichar: Azuzar a los animales unos contra otros para que riñan
  • Apoipao: Dícese de la persona bien cuidada y atendida
  • Apresagao: Oprimido
  • Aquellado / Aqueyado: Disgustado, triste, cabizbajo, preocupado
  • Arbulario: Viene de arbolario o herbolario
  • Arestin: En Alburquerque se utiliza para referirse a los perros cuando tienen alguna enfermedad y se les llenan la piel de excoriaciones
  • Arlequin: Pedazo de madera de encina con ganchos, de donde se cuelgan las reses para desollarlas
  • Arlequín: Pedazo de madera de encina con ganchos, de donde se cuelgan las reses para desollarlas
  • Arramplar: Cargar con todo, llevárselo todo sin dejar nada
  • Arrepuñar: Arañar con las uñas
  • Arrimador: Es un trébede, un trípode metálico en forma de aro o triángulo que sirve para sujetar y es usado para calentar o cocinar
  • Arrutarse: Agarbarse, encorvarse, ocultarse tímidamente hasta que pase el peligro
  • Aselerao: Precipitado
  • Aserar: Hacer un cortafuegos en algún sistio
  • Asomatraspón: Vocablo formado quizá de asomar y trasponer que con el verbo ir se usa en la frase “ir a asomatraspón”, cuando van unos detrás de otros, ocultándose y viéndose alternativamente
  • Asoyamao: Dícese del pan quemado por encima y crudo por dentro
  • Atensia: Amistad, confianza, concordia
  • Auñar / Aunar: Trepar por una cuesta. Subir a una altura montado en una caballería
  • Aupao: Se dice de la persona saciada, hinchada de estómago y barriga
  • Auparse: Hincharse, corromperse, echarse a perder

B

  • Bacallote: Clase de higo negro y con pintas blancas, rojo por dentro y muy áspero
  • Bagasera: El lugar donde se echa el bagaso (el orujo prensado)
  • Baguyo: La madre del vino
  • Bahear / Bajear: Es cuando la carne o el pescado comienza a despedir un fuerte olor, propio del estado de descomposición
  • Bahorril: Lumbre que se hace de noche en descampado para hacer la comida
  • Bailejo: Paleta de albañil
  • Bajorril: 1. Entre pastores, hornilla improvisada en el campo, donde instalan el hato (el hato es el sitio que los pastores eligen para comer y dormir mientras estén con el ganado). 2. Lumbre que se hace de noche en descampado
  • Bálago: Es la caña del centeno, sin espigas
  • Banca: Banco tosco de madera de encina con cuatro patas, donde se colocan los cerdos para matarlos
  • Baraño: Nube ligera que corre por el cielo, principalmente en las mañanas de los días de calor
  • Barbasco: Se usa para referirse a un sitio que está lleno de lodo
  • Bardasca: Viene de verdasca, es una vara o ramo delgado, ordinariamente verde
  • Bardascazo: Viene de verdascazo, es un golpe dado con una verdasca
  • Barquino: Fuelle de balancín de los herreros
  • Barreña: Una cazuela grande, de madera de encina, en la que, antiguamente, comían los mozos del campo el gazpacho
  • Barruntar: Presentir, predecir que va a suceder algo
  • Basca: Absceso de rabia en los perros en los perros que tienen hidrofobia (enfermedad).
  • Bejino: Es una planta roja, en forma de bola, que se cría en la jara. Se usa en la expresión “Colorado como un bejino”
  • Bencijón / Bensejón: Empujón
  • Berija: Ingle
  • Berriondo: Viene de verriondo y significa estar en celo. Se utiliza también con personas
  • Berrón: Berrín, berrinche
  • Binosca / Binohca: Lombriz de tierra
  • Bires: Sarmientos (ramas de la vid) cortados de las cepas
  • Birrioso: de mala calidad o mal aspecto, con todos los defectos
  • Bisarma: Cosa grande y aparatosa que infunde miedo
  • Boquique: Persona que tiene la boca torcida
  • Bordayo: Pez de agua dulce
  • Borregos: Nubes blancas entrelazadas entre sí
  • Borronoso: Borroso. Que tiene borrones o manchas
  • Borrufona: Se usa para referirse a la fruta que está pasada, madura
  • Boticuero: Bota grande de vino
  • Breho / Brejo: Valle inculto
  • Brinse: Quebradura, hernia
  • Bruño: Fruta parecida a las ciruelas, aunque más redonda de forma
  • Buche: Embuchado. Es un embutido que se forma llenando con masa de chorizo el estómago del cerdo
  • Buho: Chozo en una finca; casa vieja; habitación oscura y pequeña
  • Bujío: 1. Se dice de la persona que es retraída y suele huir de la gente. 2. Insociable. Ej: “No hay quien hable con él, está bujío”
  • Bujio: Se usa para referirse a una persona retraída
  • Burro: Armazón compuesta de dos brazos de madera que forman ángulo, y que, fijo en el suelo, sirve para colgar en él, y sobre el fuego, el caldero de la comida que ha de cocerse.

C

  • Cabestro: Especie de cabezada y ramal, que llevan generalmente los burros para ser guiados
  • Cabrehto: Cabestro
  • Cácarro: 1. Ágil, atrevido. 2. Persona o animal ágil
  • Caferro, rra: Persona fea
  • Caganios / Cagueta / Caguetiya: Cagón.
  • Cahcahera: Chorlitejo chico (ave)
  • Cahcaretazo: Golpe en la cabeza
  • Cahtañal: Clase de higuera que da higos castaños
  • Calambearse: Columpiarse
  • Calambú: Traspié, tropezadura, caída
  • Calambuzazo: Calambú
  • Calavibú: Traspié, tropezón, caída
  • Camándula: Persona solapada, con mucha gramática parda, muy avisada. Ej: “Es una camándula”
  • Cameyón: Se refiere a gamellón, es una pila donde se pisan las uvas
  • Canga: Yugo de dos caballerías
  • Cansera: Cansancio/Molestia, sobre todo relacionado con el cansancio que siente el enfermo al mínimo esfuerzo
  • Cansino, na: Persona insistente en demasía
  • Cantaparro: Pedrusco
  • Caraba: Conversación larga y entretenida entre dos o más personas
  • Caramoñas: Gestos, en son de burla o broma, que hace una persona a otra.
  • Caresa: Huevo o larva que depositan las moscas en la carne
  • Caroso: Hueso de las frutas
  • Carranso: Carraca (herramienta)
  • Carroño: Persona muy fea y repulsiva
  • Cartacho: Tarabilla común (ave)
  • Cascabuyo: Corteza o cáscara seca de las frutas, y también el cáliz de cualquier flor que, al ser sacudido, suenen las semillas en el interior de él
  • Cascaretaso / Cascaretazo: Golpe en la cabeza. Ej: “El muchacho se dió un cascaretaso contra la paré, que se queó un güen rato medio a tontesío”
  • Cata: Significa ir en búsqueda de algo. Ej: “Pos jase un güen rato que se jué en cata las cabras y entavía no ha venío”
  • Cenacho: Bolsa grande, de palma o de junco, para guardar las compras del mercado
  • Chabeya: Barra de hierro o clavija que sujeta el arado a la canga
  • Chabuco: Charco grande. Ej: “Como ha llovío tanto, toa la plaza es un chabuco”
  • Chahcarina: 1. Brasas de tarama. Fogata producida por las ramitas delgadas que, al arder, estallan ruidosamente. 2. Riña ruidosa en la que hay golpes y palos
  • Chalabarquino: Viene de regajo y se refiere al charco que se forma de un arroyuelo
  • Chamarin: Lúgano (ave)
  • Chamusca: Escobas secas que se destinan para chamuscar los cerdos después de degollarlos
  • Changarra: Se dice de la mesa, silla u otro objeto, que por tener flojos los ajustes o armaduras de los miembros que lo componen, produce ruido al usarlo o moverlo
  • Changoin / Changüín: Hablador, informal
  • Charabasca: Viene de chamarasca y son las hojas o palillos delgados que se utilizan como leña, levantan mucha llama y duran poco
  • Charrabascá / Chapahboca / Chapabosca: Lluvia copiosa, chaparrón
  • Charramandusca: Se usa cuando se hace algo de cualquier manera, sin seguir ninguna regla y a lo bruto
  • Chascarina: Fogata, lumbre de llamas producida por ramitas delgadas que al arder estallan ruidosamente
  • Chengo, ga: Que tiene torcida una sola pierna
  • Chero: Hedor, y especialmente fetidez del aliento producido por haber bebido licores.
  • Chichirimundi: Viene de titirimundi y significa todo el mundo
  • Chihcón / Chiscón: Chozo pequeño para depositar y curar el queso
  • Chinchote: Chichón
  • Chinfarratá: Cuchillada, herida causada con arma cortante
  • Chinostra: Cabeza
  • Chiringa / Chiringá: Lluvia de poca duración. Ej “Ha caído una chiringa”
  • Chiroba: Joroba
  • Chirrichofla: Fritada de carne, jamón, chorizo, lomo, etc.
  • Chirriera: Terrera (ave)
  • Chirrincapeos: Ramas y hojas de brezo, llamadas así por el ruido que hacen al ser quemadas
  • Chiya: Cada uno de los palos delgados que se clavan atravesados sobre los maderos redondos de la techumbre para colocar sobre ellos las tejas
  • Chobo: Zurdo, izquierdo
  • Chocayo: Campanillo grande con badajo de madera
  • Chorovina: Golondrina.
  • Churruchero: Resolano, un sitio donde se toma el sol sin que moleste el viento
  • Churrucherro: Viene de resolano y se refiere a cuando algo empieza a quemarse
  • Churubía serrana: Motacilla alba y Motacilla cinérea (ave)
  • Churubia: Lavandera blanca (ave)
  • Cohón de burro: Clase de higo negro, muy gordo, poco gustoso
  • Cojombriyo: Cohombrillo amargo (planta)
  • Cojombriyo: Viene de la palabra cohondrilo y es una planta con fruto, que estalla al más leve choque, esparciendo la simiente y el jugo
  • Colada: Pasillo de la casa estrecho y largo
  • Colina: Mata de jara pequeña
  • Concaleserse: Se usa para referirse a la carne podrida, también a los elementos compuestos por carne
  • Concalesío: Podrido o agujereado por la carcoma.
  • Concalesío: Viene de la palabra concelecío y significa podrido, enfermo, carcomido. Se aplica a los árboles. Ej: “Este árbol está concalesío”
  • Condío o Cundio: Queso, tocino u otro manjar semejante que, antiguamente, los amos añadían a la hatada (Jatá, la ropa del pastor) de pastores y porqueros
  • Conquiyo / Re: Remordimiento.
  • Corigo: Clase de higo pequeño y rojizo por dentro
  • Cornicabra: Guindilla, pero cuando es larga y retorcida
  • Córrigo: Corriente abundante de agua. Ej: “No es un regato, es una corriga”
  • Corrobla: Viene de corrobra y se refiere a la fiesta que se realiza con motivo del cierre de un trato
  • Cotobia / Coguta: Cogujada común (ave)
  • Cuenda: Cordón o cinta que se mete por el dobladillo de la ropa
  • Cuquear: Viene de cucar, que es cuando un cazador avisaba a otro de la proximidad de una pieza
  • Curapahtoh: Eslizón (reptil)

D

  • Descancaras: Sin recato ni vergüenza; Ej: “Y a las descancaras entraron en el pueblo y en la mitá del día, con los Costales de trigo que habían robao»
  • Doblao: Desván.

E

  • Ehcarbabuey: Garcilla bueyera
  • Ehcorchar: Quitar la corcha. Romper frutas u objetos que tengan la corteza blanda
  • Ehcorho: Decaimiento de ánimo, aprensión, abatimiento por la persistencia de alguna enfermedad
  • Ehcribana: Escribano (ave)
  • Ehecutor: Cobrador de contribuciones
  • Ehfarrumbar: Derrumbar
  • Ehfinfarrao: Despilfarrador
  • Ehgarabiah: Se dice de los árboles, cuyas ramas salen sin orden ni concierto
  • Ehlabón: Eslizón (reptil)
  • Ehmorecio, a: Estar congelado/a de frío
  • Ehpoldrar: Limpiar las ramas nuevas de las cepas
  • Ehpoldro: Rama nociva de la vid
  • Ehprimiho: Mesa alargada, de piedra o de madera que sirve para hacer el queso
  • Ehtaramao: Barullo, escándalo
  • Ejecutor: Cobrador de contribuciones. Ej: «Es una mala persona. ¿No ves que tiene cara de ejecutor”
  • Embajiarse: Corromperse. Ej: «Y pasa con la liebre, que, si no se le sacan las tripas, se embajía, se aupa y se pierde»
  • Emborrajao: Se refiere al brasero en el que se revuelve la ceniza y también al animal que, por echarse encima de la ceniza, aparece sucio y lleno de quemaduras
  • Empandurrao, rra: Dícese de la masa del pan o de otra cosa que tiene exceso de agua. Ej: «Eso está empandurrao de agua»
  • Emparbao: Cubierto de paja
  • Empercudí(d)o: Sucio
  • Empercudir: Ensuciar, llenar de polvo la ropa o las habitaciones
  • Empesquerao: Se dice del pez que no sale de la pesquera
  • Empije: Viene de la palabra portuguesa impigem que se refiere a una erupción cutánea, caracterizada por costras u escamas
  • Empurrar: 1. Vender o dar a alguien engañosamente un objeto. 2. Hacer que uno se lleve o cargue con una cosa, aunque no quiera. Ej: «Y quieras que no, pos que me empurró en la aseitera tó el aseite que queaba en el peyejo»
  • Encarregilao / Encarrejilao: Encarrilado
  • Enforruhcarse / Enforruscarse: Enfadarse
  • Enforruscao: Viene de la palabra enfurruñado y significa enfadado
  • Engafarse / Enjamplarse: Llenarse, plagarse de pulgas, piojos, hormigas u otros insectos
  • Enganchalina: Riña, disputa. Ej: “Es persona pacífica, enemigo de enganchalinas”
  • Enganforrarse: Amontonarse
  • Engurrubiñarse: Arrugarse y replegarse sobre sí, en vez de extenderse y desarrollarse naturalmente. Dícese de las plantas y pieles
  • Enhornar: Preparar el horno para cocer el pan.
  • Enjerío: Viene de la palabra enjerir que significa encanijado, delgaducho, enfermizo
  • Enjornar: Preparar el horno para cocer el pan
  • Enrolar: Envolver, esconder
  • Ensalamarse: Enfadarse con uno y liarse con él a golpes. Ej: «Y se ensalamó con el muchacho, y le dio una palisa que lo dejó baldao»
  • Ensebicarse: Emperrarse, aficionarse demasiado a una cosa. Ej: «Na; que el pícaro del muchacho está tan ensebicao en el juego, que no se acuerda de comé»
  • Entavía: Viene de la palabra todavía
  • Entayarse: Quedar cogido del pie o de la mano en una grieta u otra abertura
  • Esbarrondar: Caer de un despeñadero, desmoronarse.
  • Esboronarse: Deshacerse, convertirse en polvo o pequeñas partes una cosa, y especialmente un terrón de tierra
  • Esbosinao: Se dice del cántaro o cacharro al que le falta un pedazo de la boca
  • Escachetar: Matar a un animal o a una persona con un golpe o puntilla en la nuca. Ej: “Lo escacheló y se queó tieso”
  • Escaldao / Ehcaldao: Mezcla de salvado y agua, que, hecha una pasta algo dura, se da de comer a las aves
  • Escalfaor: Recipiente de barro cocido con dos orificios junto a la boca, para verter el agua poco a poco. Antiguamente se usaba en las cocinas y se tenía agua caliente en él, para utilizar posteriormente a la hora de cocinar
  • Escanfaor: Es una vasija de barro con cuello largo y dos agujeros que se usaba antiguamente para calentar el agua en las lumbres de leña. Siempre estaba preparado para añadir agua al puchero, cuando se iba necesitando
  • Escarrancharse: Montar a horcajadas
  • Eschambar: Sinónimo de eschangar
  • Eschambarilar: Sinónimo de eschambar
  • Eschangar: Romper, deshacer, descomponer
  • Escorchar: Quitar la corcha. Romper frutas u objetos que tengan la corteza blanda. Ej: “Este año toca escorchar los alcornoques”
  • Escorjo: Decaimiento de ánimo; aprensión, abatimiento por la persistencia de una enfermedad
  • Escuchimisao / Escuchimizao / Esmirriao: Delgaducho, enfermizo; chupado y de mal color
  • Escuchustés: No es más que la frase escuche usted, que usan los alburquerqueños en vez de mire usted
  • Esculcar: Espulgar; limpiar de pulgas, piojos, etc. También se utiliza para referirse a espiar o averiguar algo con cuidado
  • Escurraja: Escurridura, resto, sobra
  • Esfandangao: Dícese de la persona mal puesta y desaseada.
  • Esfandufar / Ehpandufar: Viene de la palabra despanzurrar que es reventar algo que está relleno, repartiendo el relleno por fuera.
  • Esfaratar: Desbaratar, deshacer una cosa
  • Esfarrajar: Rasgar una tela produciendo el ruido consiguiente
  • Esfarrumbar: Derrumbar, derrumbarse
  • Esfinfarrao: Despilfarrador
  • Esforrunchar: Reventar un grano lleno de pus, apretándolo
  • Esgarabiao, bia: Se dice principalmente de los árboles cuyas ramas salen sin orden ni concierto, desviándose en su crecimiento de la armonía que naturalmente deben guardar
  • Esgarabias: Se dice de los árboles, cuyas ramas salen sin orden ni concierto
  • Esguachernar: Viene de la palabra desvencijar y significa desconectar, desunir las partes de algo que estaban y tenían que estar unidas
  • Esguachirnar: Desvencijar. Ej: “Vas a esguachirnar el carro” o “El carro está esguachirnao”
  • Esguardamiyao: Persona poco aparente, cansada, que anda sin armonía de movimientos
  • Esgurriá: Se dice del agua llovida que al correr por el suelo se mezcla con cieno y otras materias que le dan mal sabor
  • Esjarrar: Esputar
  • Esjarro: Esputo
  • Esmensar: Comenzar
  • Esmiajar: Despedazar, destrozar
  • Esmorecío / Esmoresio: Se utiliza cuando alguien está asustado o medio amoratado por el frío. Ej: “No digas que no t’has asustao; polque cuando entraste aquí, venías to esmoresío»
  • Espaiyar / Ehpaiyar: Operación para quitar al lino la parte áspera
  • Espatejas / Ehpatehah: Viene de la palabra rebañadera que, según la RAE, es un “Instrumento de hierro, compuesto de un arco del cual penden por una parte varios garabatos, y al que se ata una soga o cuerda con que se saca fácilmente lo que se cayó en un pozo.”
  • Espereser: Perecer
  • Esperrejía: Mujer muy pulcra y escrupulosa
  • Espinfarrao: Viene de la palabra deslpilfarrado
  • Espoldar: Sinónimo de espoldrar
  • Espoldrar: Limpiar de parte del ramaje vicioso el monte o las cepas
  • Espoldro: Ramas que se cortan de los árboles o plantas para descargarlas. Viene de espoldrar
  • Espolijarse: Es lo que hacen las gallinas al revolcarse por el suelo, echándose la tierra o arena por encima con las patas y alas
  • Esportón: Aumentativo de espuerta. Esportilla grande, en donde se lleva el grano o paja para la zahúrda, para echar de comer al ganado. Con esta misma acepción se emplea espuerta y esportilla
  • Esprimentar: Significa probar
  • Esprimijo: Tabla de pino inclinada, en donde se colocan los quesos recién hechos, para que escurran
  • Estaramao: Barullo, escándalo. Ej: “¡Vaya estaramao que están haciendo”
  • Estorar: Reventar. Ej: «Estoy que estoro»
  • Esturrar: Viene de la palabra esturar y significa quemar o tostar ligeramente algo

F

  • Faiquear: Desbastar un madero con el hacha o con la azuela, haciéndole una o varias caras para formar bien la horma del chozo
  • Falquear: Quitar las partes más bastas a algo que se haya de labrar
  • Farraguas: Persona mal vestida
  • Farropo: Cerdo de un año
  • Farustear: Moverse, conmoverse por efecto de un ataque nervioso o de un accidente
  • Foní: Embudo
  • Fragüin / Frauín: Arroyuelo o regato que corre saltando por entre las piedras, en terreno fragoso
  • Fransaero: Columpio
  • Frijón / Frihón: Judía
  • Frite: Guiso típico del cordero, parecido a la caldereta
  • Fulano: Se usa, mayormente, para nombrar a una persona hipótetica. También se usa para referirse a objetos de los que no se recuerda su nombre. Ej «Voy a poné a freí los fulanos esos»
  • Furguiñas: Persona que se enfada fácilmente
  • Fusca: Basura

G

  • Gafo, fa: Se usa para referirse a un animal, persona o planta que está lleno de piojos, pulgas u otros insectos
  • Gago: Tartamudo
  • Galguear: Engañar a uno, adquiriéndole alguna cosa con ventaja
  • Gallo del monte: Arrendajo (ave)
  • Gallúa: Bofetón.
  • Gameyón: Trozo de madero ahuecado en forma de pila, en el que se les echa la comida a los cerdos.
  • Garguear: Hacer gárgaras
  • Garranchazo: Herida o rasgadura producida por un garrancho (parte dura, aguda y saliente del tronco o rama de una planta)
  • Garrapato: Judía verde
  • Garuyo: 1. Fruto pequeño del peruétano, un peral silvestre. 2. Porción saliente y puntiaguda de una cosa
  • Gransia: Trozos de paja gruesa que quedan entre el trigo después de limpiarlo
  • Gruya: Un cigüeñal para sacar agua
  • Guacharpaso: Golpe que uno da al caer en un sitio lleno de agua
  • Guarraso: Caída de plano contra el suelo
  • Guarrina / Guarro Pelao: Cochinilla de la humedad
  • Gurruminas: Chismes, cuentos. Ej: «Mira; a mí no me vengas con gurruminas»

H

  • Heró: Semblante amenazado que infunde miedo
  • Hinchón: Clase de higo
  • Hogarzo: Viene de la palabra jaguarzo y es un arbusto de hoja pequeña, redondeada y de flor roja
  • Hoñique: Manera torpe y lenta de hacer las cosas
  • Horiño: Frito de sartén, hecho con masa de pan mezclada con aceite
    y huevos
  • Horugo: Pereza
  • Hotril: Barullo, ajetreo, multitud de gente
  • Hurapahtro: Culebra pequeñita, con patas

I

  • Inhtangia / Instancia: Artesón que usan los albañiles para depositar los morteros de cal fina
  • Inte: Instante.
  • Istansia: Artesón (recipiente) que usan los albañiles para depositar el mortero de cal fina e irlo echando en la troya, para gastarlo en los enlucidos y molduras

J

  • Jabichuela: Judia verde.
  • Jalamío: 1. Persona muy flaca y que come poco. 2. Hambriento
  • Jalda (A la): Al lado
  • Jaluso: Goloso.
  • Jañoso: Gangoso
  • Jarrear: Harrear.
  • Jasquear / Hahquear: Jadear.
  • Jatada: Hatada (ropa del pastor)
  • Jateota: 1. Pañales. 2. Ropa sucia de los niños
  • Javatá: Herida causada por un mordisco. De Javato
  • Javato: Viene de la palabra jabato, que significa valiente, osado o atrevido. También se usa para referirse a una cría de jabalí
  • Jeito: Maña, habilidad
  • Jeó: Olor desagradable, procedente de materias orgánicas en descomposición
  • Jerós: Semblante amenazador o que infunde miedo
  • Jerrá / Herra: Viene de la palabra herrada, que, según la RAE, es un “cubo de madera con grandes aros de hierro o de latón, y más ancho por la base que por la boca”
  • Jerre: Voz usada en la frase adverbial jerre que jerre, equivalente al castellano erre que erre
  • Jerrús (con las variantes «errús» o «rus»): Viene de la palabra herrumbre que se refiere al óxido. Ej: «Esto está lleno rus». Se prefiere decir que algo está «lleno rus» antes que decir que está oxidado
  • Jimplar: Lloriquear, sollozar
  • Jincar: Hincar, fincar
  • Jinchonaso: Acción de jinohonear
  • Jinchonear: Meter y sacar repetidas veces un palo en un hueco o agujero; hurgar.
  • Jondear: Tirar con honda
  • Joñique / Joñiquear: Manera lenta y torpe de hacer las cosas
  • Jorcón: Horcón, pero equivalente a horca
  • Joriño: Frito de sartén, hecho con masa de pan mezclada con aceite y huevos
  • Jormiento / Hurmiento: Levadura para hacer pan
  • Jormiguiyo: Hormiguillo, aplicado a los niños y personas inquietas
  • Jorugo: Pereza, galbana
  • Jotril: Ajetreo, pero en sentido activo, o sea: movimiento repetido de los niños, que cansa a la persona que los lleva en brazos
  • Juchear: Viene de la palabra huchear y significa gritar o llamar a gritos. También se usar para referirse a lanzar los perros en la cacería
  • Jueyega: Huella
  • Jumento: Persona estúpida, bruta
  • Jurapastos: Culebra pequeñita con patas

L

  • Labutar: Trabajar
  • Labutasión: Trabajo, trajín: Ej “Es una cosa de mucha labutasión”
  • Lagar: Lugar para pisar las uvas
  • Lagareta: Pilón labrado en una piedra, en donde se pisa la uva para hacer el mosto
  • Languiñoso: Líquido lleno de limo; agua gomosa, especialmente en estado pastoso
  • Lapa: 1. Hueco, cavidad natural entre una peña, o en los canchales. 2. Piedra grande
  • Lejío: Viene de la palabra ejido y usa para nombrar al campo común de un pueblo en donde no se labra y donde suelen establecerse los ganados
  • Leva: Represa, remanso, especialmente del agua de los molinos
  • Liebrato: Liebre pequeña
  • Lireta: Cerda delgada y golosa
  • Londra real: Calandria común (ave)
  • Lonja: Tienda (en general)
  • Lubrícanos (A los): Al anochecer; entre dos luces

M

  • Machá: Hacha
  • Machada: Hacha que se utiliza en las matanzas para partir los huesos
  • Machero: Alcornoque pequeño
  • Mangaluchano, na: Desgarbado, desmañado, torpe, destartalado
  • Manganiya: Dos palos que giran uno alrededor de otro para caer la bellota.
  • Mangría: Enfermedad de las sandías, que les cubre las hojas de una costra negruzca y pegajosa, e impide que el fruto madure en las debidas condiciones
  • Mangria: Una enfermedad de las sandías que les cubre las hojas de una costra negruzca y pegajosa, e impide que el fruto madure en las debidas condiciones
  • Mangual: Aparato compuesto de dos palos unidos uno a otro por dos anillos de cuero enlazados entre sí. Se usa para desgranar las espigas del centeno, apaleándolas con el más corto.
  • Manguto: Zurdo
  • Manguzá: Manotazo dado del revés
  • Mantón: Estar con la manta al hombro. Ej: “Estar mantón”
  • Manturrón-na: Dícese del animal que se ha vuelto muy manso por haber sido mimado en exceso
  • Marío: Bollo de chicharrón aplastado (dulce)
  • Mariquiya: Cencerrada
  • Masaroca: Mazorca
  • Maturrangas: Zorrerías, mañas, trampas empleadas en los juegos
  • Melguera: Escondrijo donde se guardan cosas de comer o dinero. Ej “La melguera de la ardilla” o “la melguera de fulano”
  • Melosa: Dícese de la bellota que contrae una enfermedad, por la cual se desprende del cascabillo y cae
  • Mermeya: Cada uno de los pendientes carnosos que tienen algunos cerdos a los lados de la papada
  • Mesmamente: Cabalmente, precisamente. Usual también en Salamanca y en Maragatería
  • Méstico: Propiedad pro indiviso. Ej: “Esa tierra la tengo yo méstica con fulano”
  • Mesturiña: Revoltijo
  • Meturutaje: Pócima
  • Meurla: Mirlo
  • Miajón: Viene de la palabra miaja y significa migajón (miga de pan o parte de ella)
  • Millo: Maíz
  • Misto: Cerilla, varilla con cabeza de fósforo
  • Mocho: Palo que se emplea en el juego de la toña
  • Moho: Comida compuesta de carne frita o pescada frita, con mucha salsa; se hace también con rabos de cordero asados
  • Mohoué: Sombra
  • Mojo: Guiso en general, y especialmente el que en los días de matanza se hace de carne, hígado y las carrilladas ternillosas del cerdo, picado todo y sazonado con cebolla, perejil, ajo, pimiento picante en rama, aceite y vinagre en crudo.
  • Montañeh: Pinzón vulgar (ave)
  • Monturío: Sitio en las afueras del pueblo, donde se echan las inmundicias
  • Mordisca: Mordisco
  • Morenero: El rapaz que lleva el carbón molido (moreno) para curar las heridas que hacen a las ovejas al esquilarlas
  • Morgañera: Agujero en que vive el morgaño
  • Morgaño: Arácnido del género mygale, cuyas especies viven en los países intertropicales y en el Sur de Europa. Es algo mayor que la araña común, y se distingue por la destreza y habilidad con que fabrica sus habitaciones, que abre en parajes arenosos expuestos al mediodía.
  • Moriyo: Piedra grande de grano que se coloca en el frente de la chimenea de campana, para evitar que la llama perjudique a la pared
  • Morra: Altura
  • Mōrra: Modorra
  • Morrón: Altura más elevada que la morra
  • Morroña: Suciedad por falta de aseo
  • Moruja: Pamplina de agua
  • Mosca: Borrachera
  • Mosqué: Sombra. Ej: “Retirarse al mosqué” sería retirarse a la sombra

N

  • Nabegón: Persona que construye arados, carros y artefactos de agricultura
  • Navegón: El que construye arados, carros y artefactos de agricultura
  • Nuegado / Nuégado: Dulce hecho con harina, huevo y miel, sin cocer

O

  • Oriégano: Orégano

P

  • Palera: Paliza.
  • Pandorga: Persona tranquila, lenta
  • Pantaruja: Duende, fantasma.
  • Papandoria: Sopa boba, o sea: vida poltrona y regalada
  • Papandorria: Se dice de quien vive del cuento
  • Paparreta: Barro muy claro, fango muy suelto
  • para hacer la comida
  • Pardá: Gorrión
  • Pargana / Pargaña / Pergaña: En Alburquerque sirve para nombrar a «las hebras o filamentos de la envoltura del grano de trigo, cebada y centeno, y también a toda cosa análoga de paja, que pueda agarrarse o clavarse en la ropa y en la carne, siendo difícil arrancarla de modo contrario al en que entró
  • Patamoñas: Gestos o virajes, que en son de burla o broma hace una persona a otra. Lo mismo que carantoñas
  • Paveta: Paleta de albañil, pero vieja, medio gastada, que usan sólo en las composturas y remiendos. A la paleta nueva la llaman ba’ílejo
  • Peba: Pipa o pepita de la fruta
  • Pedro alonso: Alcaudón real (ave)
  • Pega: Urraca
  • Pelete: Desnudo. Ej: «El niño está peletino»
  • Pelona/Pelúa: Helada, frío invernal
  • Peñasco: Piedra grande
  • Perendengue: Alude a los atributos masculinos y se usa en expresiones como la siguiente. Ej «No; lo qu’es ése, tiene tres perendengues”
  • Perrengue: 1. Fuerza, valentía, arrojo. 2. Coraje, llanto furioso. Ej: “Ha cogío un perrengue que no pué con él”
  • Perrero: Cazador sin escopeta, acompañado sólo de perros o podencos
  • Pesina: Espesura de monte bajo
  • Pesquera: Presa
  • Peta: Viene de la palabra peto y significa semblante de enojo y disgusto. Ej “¡Vaya peto que tiene!
  • Pi: Palabra procedente de la contracción de «pues y» (o más bien «pos y») que introduce preguntas y que en castellano normativo puede traducirse como «y», «pues» o incluso la mayoría de las veces no se traduciría: «¿Pi no lo sabes?» «¿Pi no te lo han dicho?» Es común su uso en las expresiones «¿Pi eso?» (¿Y eso?) y «¿Pi tonses?» (¿Y entonces?). La palabra «tonses» como variante abreviada de «entonses» sólo se usa en esa expresión
  • Piayo: Acedera
  • Picamohquitoh: Buitrón, mosquitero común (ave)
  • Picanso real: Alcaudón real (ave)
  • Picanso: Alondra o alauda arvensis (ave)
  • Pimentero: Petirrojo (ave)
  • Piñata: Collalba rubia y collalba pía
  • Piotana: Palo grueso y corto terminado en punta por los dos extremos, que utilizan los niños en un juego. Con un palo largo o con una paleta que se llama mocho, dan un golpe a la piotana en una de las puntas y al saltar la lanzan con otro golpe del mocho a larga distancia
  • Piotana: Tala, toña (juego)
  • Pitá: Puntazo; situación, dicho, anécdota o hecho a la vez sorprendente y gracioso. Ej “¡Qué pitá más grande!» Dar la pitá = dar la nota
  • Pitarrina: Deuda pequeña
  • Podenquero: Cazador sin escopeta, acompañado sólo por perros o podencos
  • Poipa: Abubilla. También se dice «bubilla»
  • Poya: 1. Renuevo de la higuera. 2. Renta pagada antiguamente, en pan o en aceite, al dueño del horno
  • Presa: Carne, tocino o chorizo sobrante del puchero de mediodía, y que se guarda para la cena
  • Puchas / Talvina: Comida compuesta de harina y sal, aderezada con leche y miel, igual que gachas. “M’ hicistes la seña con la cuchara… Esta noche no hay puchah, güelve mañana” (coplilla de Rafael García-Plata de Os)
  • Puchera: Es una forma de decir cocido. Ej: “Nosotros todos los días comemos puchera”
  • Pular: 1. Subir, elevarse, ascender en posición social. 2. Hacer fortuna

R

  • Rabino o Rabinosa: Rabioso
  • Rabúo: Pájaro del tamaño de una pega, con la cola muy larga. En Alburquerque se dice que mira al cuadrante, de donde ha de soplar el aire al día siguiente
  • Rahoso: Generoso
  • Rahpa: La corteza o espalda del corcho que se arranca con la raspeta cuando ya está cocido
  • Rahpacuartoh: Tijereta (insecto)
  • Rajoso, sa: Generoso, desprendido, dadivoso
  • Ralo: Se dice de la persona de mal genio. Irascible
  • Ramajo: Manojo de ramas de charnecas, para barrer corrales
  • Rañao, ñá: Picado de viruelas
  • Rañas: Antiguamente se usaba para decir que una persona estaba picada de viruelas. Ej: “Tiene rañas”
  • Rapa: Criado, recadero
  • Rapalinda: Gresca, riña, alboroto
  • Raspa: Escama de pescado
  • Raspalijón: Erosión. Ej : «¿Qué es jeso que tiene usted en la cara?, pos una miaja de raspalijón que me jise al cae de cara contra la cortesa de una ensina»
  • Rayo: Una vasija de barro con agujeros que se mete en la tinaja, para que entre el vino que queda entre la madre (la madre son los posos y sedimentos que se forman en el fondo de los toneles)
  • Rebeyar: Se usa cuando algo queda encerrado. Ej: “El urón quedó rebeyado”
  • Rebihuela: 1. Veleta. 2. Fiel de la balanza
  • Rebiribuelta: Revuelta
  • Rebotajo / Rebotaho: Desecho o residuo que queda después de haber escogido o vendido lo mejor de una cosa
  • Recocaje / Recocahe: Sitio abrigado, donde se reúnen, para resguardarse de la intemperie, personas o animales
  • Reconqujyo: Remordimiento, reconcomio
  • Refilera / Rehilera / Rejilera: Fila o hilera
  • Regüé: Red de malla para cazar pájaros
  • Rehcaldón: Residuo que deja el suero
  • Rejoyaero: Sitio donde han estado reunidas o se han revolcado bestias
  • Rejultarse: Rehurtarse (palabra relacionada con la caza)
  • Rejuñón: Rasguño, arañazo
  • Remuarse: Mudarse de ropa interior o exterior
  • Rengo: Dícese de la persona que, teniendo torcida la espina dorsal, tiene un hombro más bajo que otro
  • Rente: Al hilo, o la vera de una cosa
  • Repelusino / Repelusno: Escalofrío con erizamiento del pelo, producido por una emoción
  • Repiar: Subir, elevarse la perdiz herida, dar vueltas en el aire y caer muerta. Ej: “Sacudir con la vara de repiar las ramas de los olivos para que caigan las aceitunas”
  • Repiona: Peón, juguete en el cual se arrolla una cuerda para lanzarlo y hacerle bailar
  • Rescaldón: Residuo que deja el suero
  • Resensio: Airecillo fresco de la mañana, con aroma
  • Resentaúra: Viene de la palabra recentadura y se refiere a la porción de levadura que se deja reservada para fermentar la masa
  • Restrayones: Se dice de los ojos saltones y brillantes
  • Retentear: Viene de la palabra retentar y significa resentir, sentir dolor o molestia en alguna parte del cuerpo
  • Reute: A ras
  • Revijuela: Aparato de cañaheja que se hacen los pastores y guardas de viñas, para colocarlo encima de las chozas a fin de que les sirva de veleta.
  • Revirivuelta: Se usa para referirse a dar muchas vueltas. Ej: ¿Tú sabes las vueltas y revirivueltas que tuvimos que dá pa di [para ir] a casa de Ramón?”
  • Rijioso: Persona que muestra interés en practicar un deporte o en aprender un oficio
  • Rola: Tórtola
  • Rotal: Montón de canchos o riscos donde existen cuevas de zorros o de conejos. Ej: “Registramos los rotales que había allí”
  • Ruche: Se usa con los verbos estar y quedar, para indicar que una persona o cosa queda arruinada o perdida del todo.
  • Ruehno / Ruesno: Rueda de metal que, al girar y poner las aletas en contacto con el aire, produce un sonido agudo
  • Ruleo: Es una palabra portuguesa que viene de la palabra rular y significa rodar
  • Rulo: Tórtolo, a (ave)
  • Ruñir: Gruñir

S

  • Sabiera: Sitio de donde se extrae arena
  • Sabio: 1. Roca arenisca. Tierra que, mezclada con cal, hace un mortero muy bueno. 2. Barro usado para hacer ladrillos
  • Sachuela: Azada grande
  • Salamántica: Salamanquesa de agua.
  • Saltarrostro / Saltarrohtro / Saltaohoh: Salamanquesa
  • Samparipayo: Con este nombre se designaba al muñeco que formaban el día de la Cruz, en el mes de mayo, rellenando de paja un traje de hombre o de mujer, y colocando en sustitución de la maya
  • Sapalipanda: Gresca, riña, alboroto. Ej: “Armaron una sapalipanda que ni Dios se entendía”
  • Saquilá: Saco de lona para harina. Ej: “Traigo en la bestia dos saquilás”
  • Saratán: Borrachera. Ej: “Menúo saratán que s’ha mangao”
  • Seba: Represa, remanso. Se dice especialmente del agua de los molinos
  • Sebique: Emperramiento, obstinación por el logro de una cosa
  • Seva: Represa, remanso. Se dice especialmente del agua de los molinos
  • Sietecueroh: Carraleja (insecto)
  • Sihcao / Siscao: Desconfiado
  • Socoquín: Juego que consiste en colocarse de bruces uno, al cual los otros le van dando golpes sucesivamente en la espalda, alternando con el codo y los nudillos de los dedos, y diciendo a la vez: Socoquín, sococán, de la vera veraván, del palacio a la cocina; dime ahora cuántos dedos tienes encima.» Si acierta, ocupa su lugar el que le golpeaba; y si no, continúa golpeándole, y diciendo. «Si hubieras dicho (dos, tres, etc.: los que fuesen), no te diera socoquín, sococán», etc.
  • Socotreo: Sacudida. Movimiento de vaivén que sufre uno al ir en montado en algo
  • Solimán: Una piedra de grano blando que se desmorona fácilmente y se usa para fregar
  • Sorrera: Zorrera, gran humareda molesta
  • Sorrino: Zorro pequeño
  • Sorrostra: Claridad, expresión rayana en grosería que tiene por objeto afrentar a la persona a quien se le dirige
  • Sostriba(d)o: Apoyado, sujetado
  • Sotarraño: Subterráneo
  • Soturno: Dicho del día nublado, tristón
  • Suco: Jugo
  • Sugar: Chupar, tragarse el zumo de una fruta exprimiéndola entre la lengua y el paladar
  • Suñir: Silbar, zumbar. Ej “cómo suñe el aire”
  • Surito: Suave, fino, cauteloso para conseguir algo. Ej: «Venía mú surito, pero yo lo comprendí en seguía»
  • Surrive: Golpe, azotazo
  • Surrumicle: Cernícalo

T

  • Tajelar: Comer, tragar
  • Tajuela: Tejuelo o tejo
  • Talbina: Papa de harina o cebada para los cerdos
  • Tangaño: Palo, garrote
  • Tapada: Es una palabra de origen portugués que se usa para referirse a una porción de terreno cercado. Ej: “Hay muchas tapadas cerca del pueblo”
  • Tarambaina: Tarambana
  • Tarangaina: Cosa de poca consistencia
  • Tayisca: Grieta, hendidura, abertura entre piedras
  • Tendereta: Lugar en donde hay muchas cosas revueltas y desordenadas
  • Téntigo: Terco, porfiado, tenaz
  • Terreguero: Sitio donde hay mucha tierra suelta
  • Terrenguera: Terrera mansueña (ave)
  • Tibornia: Comida hecha con pan caliente, sal, limón y aceite
  • Timbirimba: Tablado, techumbre o puesto mal hecho y que amenaza caerse a la menor sacudida
  • Tirar y Tirarse: Quitar una cosa o quitarse de un sitio. Ej: “Tiraos de ahí”
  • Topera: Persona torpe. Ej: “Es un topera”
  • Tordera: Zorzal charlo (ave)
  • Tortullo: Seta comestible en general
  • Tracalamandana: Treta, enredo
  • Trahtetón / Trastesón: De vez en cuando
  • Trinsar: Fatigar, quebrantar las fuerzas a uno
  • Troya: Paleta de madera donde los albañiles echan la cal para cogerla poco a poco con el bailejo
  • Tuerto: Torcido
  • Tupitaina: Hartazgo

V

  • Vaca-sollá: Los arreboles del atardecer

Y

  • Yana: Cucharón plano can agujeros
  • Yares: Viene de la palabra llares y se refiere a la cadena que cuelga de la pared de la chimenea y tiene uno o más ganchos para colgar la caldera

Z

  • Zafra: Terreno granítico sin arbolado. Ej: “Esa tierra es mala, es una zafra”
  • Zorramicuele: Cernícalo

Fuentes:

Las glorias de Santa Teresa de Jesús

Bonifacio Gil recoge varios romances en su libro Romances populares recogidos de la tradición oral. A la hora de recogerlos, Bonifacio los agrupaba en diferentes categorías y este, en concreto, recogido en Alburquerque y Badajoz habla sobre «las glorias de Santa Teresa de Jesús»:

Las glorias de Teresa, yo te las quiero contá:

D’ edad de siete años, la vida quiso dá,

Y la sangre por Cristo la queso derramá.

— Yo me voy con los moros, los quiero conquista.

— No vayas, no, Teresa; te martirizarán.

— Eso es lo que yo quiero, lo que voy a buscá.

— Andarás muchos conventos y en uno vivirá.

Subiremos al Carmelo, la palma llevará.

Fuentes:

  • Gil, Bonifacio (1944). Romances Populares de Extremadura: recogidos de la tradición oral (Pág. 134)

Cuentos de animales – La comadre zorra y la comadre cigüeña

Cuentan los que lo vieron, yo no estaba, pero me lo dijeron, que eran una comadre zorra y una comadre cigüeña. Como comadres, se juntaban todos los días y charlaban de sus cosas.

Un día la comadre zorra le dice a la comadre cigüeña:

– ¿Quieres, comadre, que hagamos unas papitas?

– Ea, pues vamos a hacerlas, le contestó la cigüeña.

– ¿Adónde las vamos a hacer?, preguntó el animal del pico largo.

– En una lanchita, le contestó la zorra.

Hicieron sus papitas y se pusieron a comer. La zorra, con su lengua, se comió todas las papas y se puso como el Quico. La cigüeña, con su piquito, se quedó con las ganas.

Al otro día se vuelven a Juntar y la comadre cigüeña le dice a la comadre zorra:

– Comadre, ¿quieres que hagamos otras papilas?

– Sí, vamos a hacerlas, le contestó la zorra.

– Y, ¿se puede saber dónde las vamos a hacer?

– Mira, comadre, esta vez las haremos en este aceitero, dijo la cigüeña.

Hacen las papilas en el aceitero y la cigüeña, con el pico tan largo que tiene, se comió todo, llevándose la zorra las mijinas que caían.

La zorra se enfadó y va y le dice a su comadre:

– Comadre, me has engañao.

– Yo no te he engañao, le soltó la astuta cigüeña. No sé por qué te pones así.

– Es que hoy te has comío todas las papas, dijo la zorra.

– Pues ayer te las comiste tú, le contestó la cigüeña.

– Ea, pues vaya una cosa por la otra.

Aquello quedó así, pero al día siguiente se volvieron a ver.

La cigüeña le dice a su comadre:

– Comadre, ¿quieres venir a una boda en el cielo?

– ¿Cómo vamos a ir a una boda al cielo?, inquirió la zorra.

– Si, mira, tú te montas encima de mí y yo te llevo volando a la boda del cielo.

– Eso ya está hecho, vámonos. ¡Hala!

La confiada zorra se montó encima de la cigüeña y empezó a volar.

Venga a levantar, y levantar, y levantar, y de que iban muy alto, la zorra, con algo de miedo, va y le dice a su comadre:

– Comadre, no vayas tan alto, que ya ni veo la tierra.

– No te preocupes, que todavía está el cielo más lejos, le respondió la cigüeña.

¡Ay, comadre, ámonos pa atrás!, decía la zorra muerta de miedo.

– ¡Uy, vete tú!

Y sin pensárselo dos veces, se volvió de espaldas y dejó caer a la zorra desde allí mismo.

Pero, ¿dónde fue a caer la zorra? En un centenal. Y se le metió una pajita en el culo y se oyó:

– ¡¡ Uuaaaahhhh …!!

Y colorín, colorao, este cuento s’hacabao, y quien no diga jacha, jigo y jiguera, no es de mi tierra.

Fuentes:

Cuentos de animales – Los animales despedidos

Pues, señor, iba un leñador con su burro por el camino y se le cayó con la carga. Se enfadó mucho el hombre, le dió una buena paliza y cuando llegó a casa dijo:

– Anda, ya no te quiero más.

Y lo echó a la calle para que se defendiera por sí propio.

Conque el animalito salió a buscarse la vida.

Iba por un camino cuando se le presentó un gato.

– ¿Dónde vas, compadre?, preguntó el minino.

– Mira, buscando fortuna, porque mi jefe me ha pegao y me ha echao a la calle. ¿Y tú?.

– ¡’Bu!, a mí me ha pasao igual. Le cogí una sardina al ama y me ha dao una paliza que ya no me quiere en casa-, contestó el gato.

– Eso, pos ámonos, sugirió el burro.

Así pues, el burro y el gato siguieron andando, andando hasta que se encontraron con un perro.

– ¿Dónde vais, compadres?, preguntó

– A buscarnos la vida, le respondieron.

– ¿Me puedo ir con vosotros? En mi casa me trataban a patadas y me he escapao.

– Ea, pos ámonos tos juntos.

Así, pues, el burro, el gato y el perro, todos juntitos, echaron a andar, andar, hasta que se toparon con una vaca.

– ¿Qué te pasa, comadre vaca?, le preguntaron a coro.

– ¡Uy!, he visto los machetones que traían los carniceros pa llevarme al matadero y yo me he dao el larguejo, les contestó la vaca.

– Ea, pos ámanos tos juntos, dijeron.

Iban el burro, el gato, el perro y la vaca anda que te anda, anda que te andarás cuando se les presentaron dos carneros.

– ¿Onde váis?, les preguntaron.

– Nos hemos escapao, pos nos querían llevar al matadero.

– Ea, pos ámanos tos juntos, pidieron los demás.

Caminito adelante iban el burro, el gato, el perro, la vaca y los dos carneros cuando se encontraron a un gallo.

El gallo les puso la misma disculpa de que iban a sacrificarlo y que por eso se había escapado del corral de su amo.

Todos juntitos, el burro, el gato, el perro, la vaca, los dos carneros y el gallo siguieron andando, andando hasta que se hizo de noche y se metieron en el monte.

En esto que el gato y el perro se lamentan:

– Vamos cansaos.

– Montaos encima, les dijeron.

Conque el perro se subió encima del burro, el gato encima del perro y el gallo encima del gato. Y la vaca y los dos carneros, andandito.

Más adelante se les apareció una paloma, que venía buscando refugio, y se unió al grupo.

Una vez que hubieron subido toda la montaña, ya muy de noche, vieron una luz a lo lejos.

A ver si hay refugio pa nosotros, dijo uno de los animales.

Conque llegaron a la casa y vieron que estaba vacía.

Entraron con mucho cuidao y vieron que había estado habitá. Entraron allí y había de tó. Era una guarida de bandoleros.

Como tenían mucha hambre, cada uno de los animales se sirvió de lo suyo: el perro, de carne; el gato, de pescado; la vaca, de pienso; los carneros, de paja; el burro, de cebada y la paloma, de trigo.

Se estaban dando un atracón cuando sintieron un ruido.

– Malo, ya vienen los dueños, dijo uno de los animales.

– Ea, a esconderse, pidió otro.

Dice el burro:

– Yo me voy a la cuadra.

Y el perro:

– Yo, a la escalera.

Y los carneros:

– Nosotros, a la puerta.

Y así, la vaca se fue al pajar, el gallo a la chimenea, el gato junto a las cenizas de la lumbre y la paloma, arriba de la chimenea.

En esto que viene un bandolero y, todo a oscuras, ve como dos brasitas que brillan en el hogar. Entonces se fue al pajar a por una poquita de paja para avivar la lumbre.

Nada más coger la paja, la vaca, que estaba allí escondida, le dió varios topetones de aúpa.

Con un puñao sólo se fue el bandolero a la lumbre a encenderla.

Se puso a soplar y el gato, que estaba allí escondido, se le tiró a la cara y lo arreguñó tó.

El hombre salió huyendo y, al querer subir por la escalera, el perro lo cogió y lo quedó medio pelete. 

Lleno de miedo, quiso escaparse por la puerta, y los dos carneros que se enrean a toparse, cogiéndolo en medio y quedándolo con las costillas rotas.

Y en esto que el gallo, desde arriba, va y canta:

¡Kikirikíiiiiii …!! ¡¡Kikirikíiiiiii …!!

Y la paloma, que estaba más arriba, empieza a arrullar:

¡¡Kree … uuuuuu … ooooooo …!! ¡¡Kree … uuuuuu … ooooooo!!

El bandolero, muertito de miedo, llegó a donde los otros.

– ¡Compañeros, ahí no se puede entrar! ¿Sabéis la de gente que hay ahí? Fijaos: en el pajar hay uno con una horquilla que te lleva, te sube y te baja todo lo que le da la gana. Si vas a la cuadra, hay un zapatero, ¡Vaya, lo bien que cose! Si vas a subir las escaleras, hay allí un tío que tiene unas uñas … que desforraja a tos. Y, gracias que no pude subir, que todavía había uno arriba que decía:

¡¡ Traédmelo aquíiiiiii …!!

¡¡ Traédmelo aquíiiiiii …!!

Y otro más arriba que decía:

¡¡ Que le rompan el culo …!!

¡¡ Que le rompan el culo …!!

Al oír todo aquello, los bandoleros salieron a todo correr y no volvieron jamás a poner los pies en aquella casa.

Fuentes:

Cuentos de animales – La cabrita y los siete cabritos

En los tiempos de Marícastaña había una cabrita que tenía siete cabritos. Y salía a alimentarse quedándoles una contraseña para cuando llamaran a la puerta:

Abrid, hijos míos, que soy vuestra madre, que vos traigo leche en el tete y aceite en el cornete

La cabrita se fue y el lobo, que la vigilaba, aprovechó la ocasión y llamó a la puerta diciendo:

Abrid, hijos míos, que soy vuestra madre, que vos traigo leche en el tete y aceite en el cornete

Los cabritos abrieron el lobo se comió a seis de los que estaban.

Sólo se salvó el más pequeñín, que se había escondido.

Un poco después llegó la cabra y llamó a la puerta:

Abrid, hijos míos, que soy vuestra madre, que vos traigo leche en el tete y aceite en el cornete

El cabritillo abrió la puerta.

– ¿Y los otros hermanos?

– Se los ha comido el lobo.

La madre riñó a su pequeño.

No vuelvas a abrir a nadie, aunque te den la contraseña, mientras no te enseñen una manita por la gatera de la puerta.

Al día siguiente, el lobo volvió a repetir la operación.

Abrid, hijos míos, que soy vuestra madre, que vos traigo leche en el tete y aceite en el cornete

– Entra la mano por la gatera, le dijo el cabritillo desde dentro.

El lobo va y la puso.

– No, mi madre no tiene las manos sucias y tú eres el lobo.

El lobo no tuvo más remedio que irse.

Al otro día volvió otra vez, pero traía las manos mu lavás y preparás.

Abrid, hijos míos, que soy vuestra madre que vos traigo leche en el tete y aceite en el cornete

– Entra la mano por la gatera.

El lobo hizo lo que le pedían.

– No, mi madre tiene las manos más blancas.

Rabioso, cogió el lobo y se fue a un molino. Se enjarinó (enharinó, llenarse las manos de harina) bien las manos, volvió a la puerta y dijo:

Abrid, hijos míos, que soy vuestra madre, que vos traigo leche en el tete y aceite en el cornete

– Enseña las manos por la gatera.

Así lo hizo el lobo.

El cabritillo, confiado, abrió la puerta y el lobo se lo comió enterito.

Un rato después vino la madre y, de que vió que no había nadie en casa, salió en busca de su hijo.

Mientras tanto, el lobo, con la panzá que tenía se fue a un pozo a beber. Y como no podría entrar dentro, se sentó al lado y se quedó dormido.

La cabra, después de dar vueltas y vueltas, siguiendo el olor del lobo, por fin lo encontró. En silencio se acercó, le cortó la barriga, le sacó todos sus hijitos y lo rellenó de piedras.

Entonces, le dió un fuerte empujón y lo arrojó al pozo. El lobo se ahogó y la cabra recuperó a todos sus cabritillos.

Y me voy por un caminito y salgo por otro, si este cuento te gustó, mañana te cuento otro.

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Mario «El Espino»

Mario “El espino”, apodado así por un antepasado suyo que cayó sobre una chumbera y pasó toda su vida quejándose de las púas que tuvo clavadas en su cuerpo, era un joven que siempre paseaba solo por los campos de Alburquerque.

Un día conoció a una joven, Carmen, que comenzó a acompañarle en sus paseos diarios. Todas las tardes iban a la alberca y se sentaban juntos en la parte de piedra que rodea al pozo, Mario se acercaba con cuidado porque cuando era pequeño pudo morir ahogado y tenía un poco de miedo.

Pasar tanto tiempo juntos hizo que la pareja se enamorara y acabara besándose. Blas, padre de Carmen, no estaba muy contento con esa relación y menos lo estaban sus paisanos, pues se decía que Mario era analfabeto y había muchos prejuicios. 

A pesar de todo ello, Carmen seguía viéndose con él, por lo que su padre la mandó a casa de unos familiares a Madrid con la idea de que estar alejados acabaría con esa relación.

Cuando Carmen ya no se encontraba en el pueblo, el día de la romería y, aprovechando que los vecinos tampoco se encontraban allí, Blas quedó con Mario en la alberca. Mario llegó y sin decir nada, se sentó en el pozo como lo hacía siempre, Blas le miró y le empujó de tal manera que cayó al fondo del pozo y, antes de hundirse, pudo decir algunas palabras “¡Ese cardo de ahí será testigo de mi muerte!”.

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La Pantaruja

La pantaruja es un espantajo (algo que se utiliza para asustar o espantar) que durante la noche suele recorrer las calles del pueblo vestida con una túnica blanca y escondiendo su rostro bajo una capucha, suele llevar algo, normalmente un cirio o una antorcha y se mueve con gran rapidez por las callejuelas, descalzo.

Se dice que puede ser el alma en pena de un penitente, guiado por alguna promesa, con la única misión de vagar en solitario. 

Recibe varios nombres: pantarujas, pantarullas, mantaruja, marimanta, etc y varios son los pueblos de Extremadura en los que se dice haber visto estos espantajos. Curioso y a destacar es el caso de Alburquerque, un caso que ha llegado a ser investigado hasta por el programa Cuarto Milenio.

Corría el año 2006, cuando varios vecinos de la localidad aseguraban haber visto una pantaruja que los mantuvo aterrados durante semanas. José Pablo Rodríguez Meléndez fue uno de los vecinos que la vio, él no creía en la pantaruja, aunque de pequeño sí había oído historias acerca de ella.

José Pablo llegaba, como cualquier otra madrugada más, a su trabajo en la panificadora Virgen de Carrión, en torno a las 5 de la madrugada. Se encontraba aparcando su vehículo cuando vio, a unos 50 metros, a una persona vestida con una túnica blanca y con una capucha en la cabeza, que se encontraba haciendo movimientos extraños con todo el cuerpo. Comenzó a tocar el claxon para que los compañeros de la fábrica salieran, cuando la pantaruja echó a correr y se perdió entre el matadero municipal y una nave adyacente.

Los compañeros no oyeron el claxon debido al ruido del horno y de la radio. José Pablo les contó lo que había sucedido y al principio no le creyeron porque pensaban que era una broma, pero al ver lo alterado que este estaba, se convencieron de que era cierto lo que contaba.

De todas las experiencias que los alburquerqueños tuvieron con la pantaruja, se deduce que siempre llevaba el mismo hábito y que lo que solía cambiar es el objeto que portaba. En la mayoría de casos salía de madrugada, aunque hay un caso excepcional en el que se apareció en torno a las 20:00 de la tarde en un bloque de pisos existentes cerca de la plaza de toros, en la avenida de Extremadura.

Diversas fueron las opiniones sobre la pantaruja, había quienes creían en ella y otros, quienes pensaban que daba mala imagen al pueblo, ya que podría ser una broma de algún joven y se estaba tratando como algo real. 

El caso es que la antiquísima tradición de las pantarujas se encontraba ya extinguida en Alburquerque y durante apenas un mes, volvió a renacer, haciendo que te transportaras a esa Alburquerque medieval donde todo era posible.

A partir del minuto 25:32, se puede escuchar el fragmento del programa de Cuarto Milenio en el que hablan sobre esta leyenda.

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El águila blanca de Don Álvaro de Luna

Álvaro de Luna nació en Cañete, Cuenca, en 1390. Hijo de María Fernández Jaraba (conocida como “La Cañeta” o “Juana de Aranzadi”) y de, teóricamente, Álvaro Martínez de Luna, un noble aragonés. Aunque hay dudas sobre su paternidad, al ser fruto de una relación extramatrimonial, la infancia que le esperaba a Álvaro de Luna se teñía complicada al ser un bastardo, algo que era sinónimo de desavenencias de la época. 

Imagen sacada de la Revista Azagala

Por suerte para él, su padre murió cuando tenía siete años, por lo que fue criado por su tío Juan Martínez de Luna (posteriormente Juan II) y por su tío abuelo, el Papa Luna (Benedicto XIII de Aviñón).

Además de un gran caballero, era también un buen lancero, poeta y un elegante prosista. Gracias a todo esto y a sus habilidades sociales, pronto comenzó a gozar de buena reputación en la corte de Juan II, llegando a ser su mano derecha y consiguiendo su posterior nombramiento, en 1422, como Condestable de Castilla, a pesar de la oposición de gran parte de la nobleza castellana, entre ellos, los infantes de Aragón, primos del rey, quienes aseguraban que éste estaba manipulado y hechizado por Don Álvaro y se unieron para dar un golpe de estado.

Don Álvaro y el rey Juan II siempre habían tenido una muy buena amistad y una confianza forjada con el paso de los años. Cuando, Enrique III el Doliente, padre de Juan II, falleció, los infantes de Aragón querían el control de la corona y su obsesión llegó a ser tal, que incluso llegaron a secuestrar al rey, siendo liberado por Don Álvaro.

En 1445, en la primera batalla de Olmedo, la fortaleza de Alburquerque fue tomada por ejercito del rey Juan II y por Don Álvaro de Luna, venciendo a los infantes de Aragón y perdiendo éstos, en consecuencia, el control de Castilla. Como recompensa, el rey le entregó a Don Álvaro la Villa de Alburquerque, el cual mandó a construir la torre del homenaje para darle mayor altura.

El castillo de Alburquerque era para Don Álvaro una de sus joyas más preciadas, pasando siempre largas temporadas en él, pero el destino se torció. El rey Juan II se casó en segundas nupcias con Isabel de Portugal y el 22 de abril de 1951 dio a luz a una niña, la cual nombró Isabel (la Católica), desde ese momento, temerosa del poder que tenía Don Álvaro, conspiró para que el rey lo detuviera y éste, temeroso de perder los favores de su joven esposa, ordenó ejecutarlo.

El 1 de junio de 1453, por Mandato Real, es detenido Don Álvaro y conducido desde Portillo a Valladolid, quedando preso. A la mañana siguiente, el día 2 de junio, Don Álvaro es ejecutado en la Plaza Mayor de Valladolid. Se dice que, en su camino al patíbulo, lo último que Don Álvaro gritó fue “Alburquerque”. 

La leyenda dice que, en primavera, al caer la tarde, se puede observar como un águila blanca sobrevuela la fortaleza y se posa sobre sus murallas. Se dice que el águila es Don Álvaro de Luna, reencarnado, velando y protegiendo la villa que siempre fue suya.

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Semana Santa: Pasión Viviente

Si hay algo que destacar de la Semana Santa de Alburquerque, es la representación de la Pasión y Muerte de Jesús. La representación se realiza por más de 200 actores aficionados en cinco escenarios naturales: la oración en el huerto de los olivos, casa de Caifás, Pretorio, Herodes y la crucifixión.

Todas las representaciones de la Pasión Viviente se llevan a cabo dentro del recinto amurallado, lo que da verosimilitud  a los hechos representados. Igual que en el Festival Medieval «Villa de Alburquerque», en la obra participan los vecinos del pueblo. En otras ediciones, algunas de sus representaciones han llegado a durar más de un día.

Fotografía de la Pasión Viviente de 2022 (Imagen sacada del Facebook de Gregoria Vivas Toledano)

Además de esto, el Lunes Santo, tras casi 80 años después de su última aparición en las calles, ha vuelto a salir en procesión a talla del «Nazareno de Alburquerque«, también conocido como «el Señor de Alburquerque«. Es una imagen de autor desconocido, tiene su origen en el siglo XVII y fue recuperada para ser expuesta en 2015 en el interior de la iglesia de San Mateo, en cuya cripta permaneció desde 1954.

Fotografía del Nazareno de Alburquerque (Imagen sacada de la página de Facebook de Cofradía de la Esclavitud del Señor – Alburquerque)

Este año, 2022, tras dos años sin poder celebrar la Semana Santa debido a la pandemia y tras la eliminación de las restricciones, la Semana Santa de Alburquerque ha superado en visitas a las ediciones de 2017, 2018 y 2019.


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