Medicina tradicional en Olivenza

Antiguamente, la medicina popular estaba en auge debido a la cantidad de cultivos que había, con una gran variedad de plantas que luego eran utilizadas por las personas en sus propios hogares y también en las propias farmacias, que elaboraban muchos medicamentos con ellas. Había personas que incluso las recolectaban para venderlas por las casas y así poder obtener un jornal.

Actualmente se sigue creyendo en este tipo de medicina basada en la naturaleza. La creencia en ella ha hecho que existan a día de hoy muchos herbolarios en donde se puedan adquirir productos curativos con un porcentaje de elaboración del 100% de ingredientes naturales procedentes de plantas y flores. Por este motivo, más que obtenerlas en bruto directamente del campo, se suelen consumir habiéndolas comprado en otros formatos (aceites, gotas, pastillas, en polvo…)

En Olivenza, según Rita Asensio Rodríguez, existe/existía una fuente con manantío en una finca llamada Montearagó. Su agua era curativa para el estómago y el hígado, por lo tanto, eran muchas las personas que acudían con garrafas y también las vendían.

Además de todo esto, en Olivenza como en muchos otros sitios, contaban con personas que tenían el ‘don’ para aliviar o erradicar un dolor, como era el caso de los curanderos y las ‘vedoras’ que solían tener una edad más avanzada y que debido a la experiencia obtenida con los años sabían sanar cualquier afección. Estas personas creían ciegamente en este tipo de curación y, sin querer hacer de competencia a los médicos, nunca cobraban por sus servicios y, en todo caso si lo hacían, pedían la voluntad de los pacientes.

Es importante saber que, al igual que muchas veces se utiliza la planta entera, muchas otras sólo sirven algunas partes de las mismas (raíz, semilla, hoja, fruto, etc.), ya que son las que tienen el poder curativo. También depende la forma en la que se administre y la dosis que se aplique. Por ejemplo, los sombreritos o corroncheles (Umbilicus sp.) si se usan de forma externa sirven para cicatrizar heridas y, si se usan internamente, son diuréticos. Otro claro ejemplo sería el tabaco (Nicotiana tabacum L.) empleado en enjuagues bucales y gargarismos para desprender las sanguijuelas que podían encontrarse en la boca o en la garganta y reteniendo el humo en la boca se consigue un efecto sedante ante el dolor de muelas. En cuanto a las dosis de esta planta, si se toman reducidas, activa el sistema nervioso; sin embargo, si las dosis son elevadas es bastante perjudicial llegando a producir la muerte.

De la misma forma, no siempre tienen el mismo efecto o “virtud”. Dependerá del tipo de suelo, de la humedad o el nivel de insolación, así como la época e incluso la hora en la que se recolecten, ya que la concentración de sus propiedades no será la misma. Esto se confirma en Olivenza ya que para curar los catarros de forma natural había que beber agua del cocimiento de la flor de malva (Malva Sylvestris L.) y la flor de borraja (Borago Officinalis L.) con azúcar, recolectadas ambas después del día de la Ascensión; al igual que para curar la tosferina había que beber agua del cocimiento de romaza (Rumex Crispus L.) siempre y cuando ésta hubiese sido cogida después de celebrar esa misma fiesta.

También se tiene una creencia muy arraigada sobre los efectos positivos o negativos que tienen algunas especies vegetales a las cuales se les atribuyen una simbología sin ningún tipo de razonamiento que su presencia en sí puede producir efectos beneficiosos y también perjudiciales.

En este tipo de medicina, también adquiere un papel importante la superstición y debido a esto la numerología incide a la hora de aplicar los remedios. Los números tres, siete y nueve tienen un mayor protagonismo que el resto, ya sea para elegir el número de tomas o aplicaciones, el número de ingredientes o los días que durará el tratamiento. Además, a esa numerología en muchas ocasiones se le sumaban rituale,s que ayudaban a potenciar los efectos curativos, como el que se hacía en la noche de San Juan con los niños que tenían hernias. Para curárselas, esperaban a que sonaran las doce campanadas del reloj para que un hombre llamado Juan y una mujer llamada María se pasaran de manos al niño a través de una vara de mimbre que, sin arrancar, había sido abierta a la mitad. Mientras hacían esto, decían:

  • Hombre: ¿Qué me traes ahí María?
  • Mujer: Un niño herniado
  • Hombre: Por dios y Santa María el niño será curado

Esto lo repetían tres veces y cuando terminaban, la misma vara de mimbre la ataba con un trozo de lienzo blanco. La señal de que el niño había sido curado era si la vara prendía de nuevo, sin embargo, si se secaba, había que repetir de nuevo el ritual.

Otros ejemplos más concretos en donde se utiliza la  numerología son:

  • Anginas: meter nueve veces el pulgar en la boca del enfermo.
  • Callos en los pies: aplicar ajo machacado sobre el callo y cubrirlo con un vendaje durante tres días. Cuando haya pasado ese tiempo, se quita el vendaje y el callo sale.
  • Constipado: cocer nueve hojas de naranjo y beber el agua durante nueve mañanas seguidas.
  • Dolor de riñones: tomar infusión rompe-piedras en ayunas durante nueve días seguidos.
  • Forúnculos: calentar en una sartén, con aceite de oliva o manteca de cerdo, la tercera piel o capa de una cebolla y colocarla sobre el forúnculo.
  • Torceduras: cocer agua en un puchero. Una vez cocida, se pone un plato sobre la boca del puchero y se le da la vuelta colocando encima unas tijeras abiertas. El oficiante se santigua y recita la siguiente oración mientras cose algo:

«Miembro que te torciste, cuerda que te saliste, vuelve a entrar donde saliste.

Cose que cose, cose María, miembro quebrado, cuerda torcida».

 Si al acabar queda agua en el plato, es porque el miembro está verdaderamente torcido. Habría que repetir la operación tres veces al día y al tercer día se empieza a notar mejoría.

  •  Verrugas: hacer sobre una cáscara de melón tantas cruces como verrugas se padezcan. Posteriormente, hay que tirar la cáscara y, a medida que se vaya secando, irán desapareciendo las verrugas. Para quitar las verrugas, también existe otro remedio, como coger tantas hojas de encina como verrugas se tengan. Se llevan lejos y se entierran en un lugar donde no se vaya a pasar nunca más. Las verrugas irán desapareciendo poco a poco.

Como bien se sabe, existen incontables números de plantas y vegetales, cuyas propiedades naturales ayudan a la curación de algunas afecciones. A continuación, se expone un listado de plantas con el valor que se le atribuye en la medicina popular de Olivenza:

  • Abreojos -Gatuña- (Ononis spinosa): planta antiséptica y cicatrizante. Utilizada para las heridas, lavándolas con agua de haber cocido abreojos y árnica.
  • Ajedrea -Ajedrea- (Satureja): es cardiotónica y activadora de las funciones de hígado y vesícula. Cuando se sufre de insuficiencia cardíaca hay que tomar dos veces al día una taza de infusión preparada con hojas de ajedrea, perifollo, granos de anís estrellado e hinojo. En cuanto a problemas de hígado, hay que tomarse diariamente un vaso de infusión hecha con ajedrea, romero, hinojo, albahaca, alcachofa, perifollo, anís, menta y zumo de limón.
  • Aljabaca de cabra – Albahaquilla (Parietaria judaica): planta diurética. Con problemas como el de la retención de orina va genial beber el agua que se prepara de haber cocido esta planta.
  • Apericol -Hipérico- (Hypericum perforatum): desinfectante y cicatrizante. Planta curativa para las heridas. Se maceran al sol las plantas de apericol en aceite hasta que se oscurezca. Cuando está lista, hay que aplicar ese aceite sobre las heridas.
  • Argamulas -Lengua de buey- (Anchusa azurea Miller): febrífuga y sudorífica. Para el sarampión hay que cocer amapolas, argamulas y chupamieles (Echium vulgare). Se mezcla con aceite de oliva y se bebe.
  • Arnica -Árnica-: (Pulicaria odora): vulneraria y emoliente. Aplicar la parte de la hoja que está en la sombra sobre los forúnculos.
  • Arzoya -Arzoya- (Centaurea castellana): antiséptica y cicatrizante. Sirve para las heridas. Hay que lavarlas con agua de haber cocido arzoya.
  • Borraja -Borrraja- (Borago ofjicinalis): activadora de las funciones de hígado y vesícula. Para los problemas de hígado, se prepara una infusión con alcachofa, anís, albahaca, hinojo, menta, ajedrea, romero y perifollo. Añadirle zumo de limón y tomar un vaso diario.
  • Bufas de lobo -Peo de lobo- (Lycoperdon): antiséptica y cicatrizante. Utilizada para heridas y hemorragias. Se trituran las bufas de lobo y el polvo resultante se pone sobre las heridas.
  • Cagalona -Tártago- (Euphorbia): antidiarréica. Tomar infusión elaborada a base de cocer esta planta cuando se sufre de diarrea.
  • Cagarriña -Tártago- (Euphorbia): antidiarréica. La flor de esta planta, si se cuece y se elabora una infusión con ella, ayuda a terminar con la diarrea.
  • Caldo las zoyas -Cardo Arzoya- (Centaurea castellana): emoliente y cicatrizante. Sirve para las fístulas y las heridas. A esta planta se le quitan las raíces y se cuecen. Después esto se pone encima de las fístulas y/o heridas con una gasa.
  • Cardalloly -Arzoya- (Centaurea castellana): calmante, antiinflamatoria y antidiarréica. Utilizada para las molestias de hígado y la diarrea. El remedio es hervir la planta y beber la infusión.
  • Cardasol -Arzoya- (Centaurea castellana): calmante, antiséptica y cicatrizante. Para el dolor de muelas, se cuece la planta y hay que enjuagarse la boca con esa agua. En su caso, para las heridas, también se cuece la planta pero en este caso hay que lavarlas con esa agua.

Hierbas medicinales (Imagen sacada del libro Naturaleza y Salud en Extremadura de Yolanda Guío Cerezo)

  • Cardensol -Arzoya- (Centaurea castellana): cicatrizante y antiséptica.Lavarse las heridas con el agua de haber cocido el cardensol.
  • Cardiasol -Arzoya- (Centaurea castellana): antiséptico y cicatrizante. Cocer las raíces del cardiasol. El agua resultante, una vez fría, servirá para lavar las heridas.
  • Cardo abroyo -Abrojo- (Centaurea calcitrapa): febrífuga, antinflamatoria y desinfectante. Para las calenturas, hay que elaborar una infusión a base de cardo abroyo y tomársela. Para las molestias en los ojos hay que cocerla también, pero en esta ocasión hay que lavarse los ojos con esa agua.
  • Cardo al sol -Arzoya- (Centaurea castellana): antiséptica y cicatrizante. Se coge la raíz de la planta y se cuece y con el agua se lavan las heridas. Después, para que se curen, también se aplica sobre las mismas un ungüento hecho con hiel de cerdo, yodo y aceite (todo bien batido).
  • Cardo azor -Arzoya- (Centaurea castellana): anticancerígena. Cuando se padece cáncer es bueno beber infusión de cardo azor.
  • Cardo besoya -Arzoya- (Centaurea castellana): cicatrizante. Enjuagarse la boca después de haber cocido esta planta ayuda a cicatrizar las aftas de la boca.
  • Cardo corredor -Cardo corredor- (Eryngium campestre): antiparasitaria, desinfectante e insecticida. Para las coqueras de los animales, hay que ponerle la planta en la pata izquierda cuando la levante y taparla con una piedra. Una vez que el cardo se seque, se caerán los cocos.
  • Cardo de azoya -Arzoya-. (Centaurea castellana): analgésica y antirreumática. Tomar una infusión hecha con las raíces del cardo de arzoya para el reuma.
  • Cardo de liga -Liga- (Atractylis gummifera): emoliente. Para los eczemas y las escoceduras, poner en la cinta del sombrero una ramita de cardo de liga. Cuando se seque, se ambas se curan.
  • Cardo de solla -Arzoya-. (Centaurea castellana): emoliente y cicatrizante. Ayuda a cicatrizar las grietas en los labios, lavándoselos con el agua de haber cocido la raíz del cardo de solla, así como las llagas de la boca enjuagándola dos veces al día con el agua de haberla cocido.
  • Cardo lazolla -Arzoya- (Centaurea castellana): tónico estomacal. Cocer las raíces del cardo lazolla y bebérselo para el dolor de estómago.
  • Cardo lechero -Cardo lechero- (Scolymus maculatus): analgésica y desinfectante. Para las picaduras de alacrán, se refriega sobre ella la raíz del cardo lechero.
  • Cardo sal -Arzoya- (Centaurea castellana): antiséptica y cicatrizante. Planta muy buena para las heridas lavándolas con el agua en el que se han cocido las raíces del cardo sal.
  • Cebadilla -Cebadilla- (Hordeum secalinum): antiparasitaria. Se hierve la cebadilla con agua y jabón verde. La espuma que sale se pone sobre la cabeza que tenga piojos y se tapa con un trapo. Luego se pasa un peine fino para eliminarlos.
  • Cebadita -Cebadilla (Hordeum secalinum): acaricida Para la sarna hay que freir cebadita en aceite y untarse la zona afectada con ella.
  • Celidoña -Celidonia- (Chelidonius majus): sedante fuerte, casi anestésico. Cuando se padece de nervios, tomar diariamente tres tazas de infusión preparada a base de celidoña, aniapola, melisa, espliego y tila.
  • Centauro -Centaura menor-. (Centaurium erythraea): analgésica y febrífuga. Al enfermo de fiebre hay que administrarle una infusión hecha con centauro y perpetua.
  • Charneca -Lentisco- (Pistacia lentiscus): abortiva. Para provocar un aborto, beber infusión hecha con corteza de charneca.
  • Clavito de Santo Antonio -Clavito de San Antonio- (Muscari comosum): tratamientos de las afecciones de la vista. Las cataratas tienen un tratamiento natural lavando los ojos con infusión de clavitos de Santo Antonio y flores de manzanilla.
  • Coclearia -Coclearia- (Cochlearia glastifolia): analgésica y antirreumática. Preparar una infusión con coclearia, milerama, enebro, corazoncillo, ajenjo y diente de león. Tomar una taza en ayunas, otra después de comer y otra después de cenar para el reuma.
  • Corazoncillo -Corazoncillo; Hipérico- (Hypericum tomentosum): antirreumática y analgésica. También sirve para el reuma. Hay que tomar en ayunas, después de comer y después de cenar una infusión de milerama, corazoncillo, diente de león, coclearia, enebro y ajenjo.
  • Corroncheles -Sombreritos- (Umbilicus): antiinflamatoria, antihemorroidal y caústica. Cocer o freir estas plantas y poner encima de las hemorroides. También sirven para los sabañones restregándoles esta planta con un diente de ajo.
  • Cristapalla -Cresta de gallo- (Salvia verbenaca): dolencias en los ojos. Cocer las hojas de esta planta y con esa agua lavar después los ojos que sufran de cataratas o ‘nubes en los ojos’
  • Flor de Alejandría -Flor de Alejandría-. (Paeonia broteri): sudorífica y febrífuga. La flor de Alejandría infusionada y bebida es buena para quien sufre de sarampión.
  • Fumaria -Fumaria- (Fumaria officinalis): tónico digestivo Ante la mala digestión, viene bien tomar después de la comida una infusión preparada con una cucharada de trébol de agua, otra de fumaria y otra de tonnentila.
  • Galapero -Galapero- (Pyrus bourgeana): sedante y tónico cardiaco. La infusión hecha a base de flores de galapero, azahar y tila es buena para los nervios. También la infusión hecha a base de sólo flores de galapero es buena para las enfermedades del corazón.
  • Gallocresta -Gallocresta- (Salvia verbenaca): dolencias de los ojos. Se coge una semilla a esta planta y se pone dos días en remojo. Después, se coloca durante toda la noche en el ojo que sufre de cataratas y a la mañana siguiente se lava bien el ojo con agua.
  • Gallumba -Gayumba- (Spartium junceum): calmante y antiinflamatoriaPara las anginas, preparar cataplasmas muy calientes empapadas en una mezcla de alcohol y flor de gayumba y colocarlas sobre la garganta.
  • Gamonita -Gamonita- (Asphodelus albus): tratamiento de afecciones de la piel, antiséptica, analgésica, desfinfectante y antiinflamatoria. Para el herpes zóster, conocido como culebrilla), se frota sobre él la raíz de gamonita. Para el empije (empeine), aplicar gamonita machacada sobre el mismo y poco a poco se irá secando. Para la picadura de alacrán, se cogen raíces de gamonita, se machacan y se ponen sobre la picadura.
  • Gordolobo -Gordolobo (Verbascum): antihemorroidalHacer baños de asiento con agua en la que se hayan cocido plantas de gordolobo para las hemorroides.
  • Hiel de la tierra -Centaura- (Centaurium erithraea): febrífuga y calmante. Preparar una infusión de perpetua y centauro y dársela de beber al enfermo que tiene fiebre.
  • Hierba adormidera -Adormidera- (Papaver somniferum): sedante e incluso anestésica si se toman elevadas dosis. Tomar infusión para el dolor de muelas elaborado con esta planta, leche, hortigas y hojas de higuera.
  • Hierba de candelita -Arísaro, candilito o dragontea- (Arisarum simorrhinum): vulneraria y emoliente. Para las quemaduras es bueno poner sobre ellas las hojas de esta planta.
  • Hierba de cinco venas -Llantén- (Plantago lanceolata): cicatrizante y emoliente. Es muy buena para las llagas. Se cuece y con esa agua, se enjuaga la boca. Si se trata de llagas en el cuerpo, en este caso se lavarán con un algodón mojado en el agua de haber cocido esa hierba.
  • Hierba de la pica -Rompepiedra o herniaria- (Herniaria cinérea): diurética y antilitiásica. Cocer hierba de la pica y tomar en ayunas esa infusión para los cálculos en el riñón.
  • Hierba de San Juan -Hipérico- (Hipericum perforatum): calmante, antiinflamatoria y vulneraria. Untarse los sabañones con la mezcla de hierba de San Juan y aceite de oliva, habiendo reposado ésta quince días expuesta al sol y a la luna ayuda a que se curen cuanto antes.
  • Higuera del diablo -Ricino- (Ricinus com.munis): antiasmática y bronquiaséptica. Para el asma y la bronquitis, fumar hojas de higuera del diablo.
  • Hipericón -Hipérico- (Hipericum peiforatum): cicatrizante, antiinflamatoria, calmante y vulneraria. Aplicarse aceite de hipericón para las grietas de las manos y los labios, los eczemas y las escoceduras. Para las fístulas, en cambio, hay que aplicar una mezcla de esta planta con aceite de oliva.
  • Maravilla -Maravilla- (Calendula): cicatrizante. Aplicar sobre las grietas de los pechos: Se aplica sobre una crema elaborada con manteca blanca de cerdo o aceite de oliva y maravilla triturada.
  • Milerama -Milengrana- (Herniaria glabra): analgésica y antirreumática. Tomar en ayunas, después de comer y después de cenar, una taza de infusión hecha con milerama, corazoncillo, diente de león, coclearia, enebro y ajenjo. Es bueno para el reuma.
  • Mortera -Mercurial- (Mercurialis annua): antiinflamatoria y analgésica. Para el dolor de muelas, coger tres cogollos de mortera que sean de plantas diferentes. Se cuecen y después hacer buches con el agua resultante.
  • Palo sanguino -Aladierna- (Rhamnus alaternus): anticatarral (expectorante) y antitusígeno. Colocar sobre el pecho cataplasmas de palo sanguino y flor de malva cuando se tenga un catarro. Si es algo más fuerte como una bronquitis, hay que tomar una infusión caliente de poleo, higos pasos y palo sanguino.
  • Pasote -Pazote- (Chenopodium ambrosioides): tónico estomacal. Hacer un cocimiento de pasote y darles el agua para que la beban los animales cuando tengan empacho.
  • Perifollo -Perifollo- (Anthriscus caucalis): tratamiento de molestias de hígado y vesícula. Tomar a diario un vaso de infusión hecha con perifollo, hinojo, ajedrea, anís, romero, albahaca, menta y zumo de limón para los problemas de hígado y vesícula.
  • Periquín -Hipérico- (Hipericum peiforatum): antihemorroidal y antiinflamatoria. Para curar las hemorroides, se prepara el día antes de San Juan una mezcla de periquín, aceite, bálsamo, árnica y alcohol y en la noche de San Juan la persona que las tenga, tendrá que dormir a la interperie y la mazcla que se hace (conocida como óleo de San Juan) se guarda en una botella que está colgada en la calle durante nueve días. Cuando pasen estos días, hay que untar sobre las hemorroides.
  • Perpetua -Perpetua- (Helichrysum stoechas): calmante, febrífuga y antiinflamatoria. Tomar infusión de perpetua y centauro para quitar la fiebre. Sin embargo, con esa misma infusión es bueno hacer gárgaras cuando se tiene anginas.
  • Pica -Rompepiedra- (Herniaria cinérea): febrífuga. Preparar infusión de pica y dársela de beber al enfermo que tiene calenturas.
  • Pimpinela -Pimpinela- (Sanguisorba minor): anticatarral. Es bueno para el catarro una taza caliente de infusión de pimpinela, pasas de higo, miel y limón.
  • Rabo de gato -Rabo de gato- (Trifolium Cherleri): antidiarréica, analgésica, vulneraria y tónico estomacal. El dolor de estómago y la diarrea se quitan bebiendo una infusión preparada con la planta rabo de gato a base de cocerse. El agua de la cocción también sirve para aliviar las quemaduras.
  • Rompepiedra -Rompepiedra o herniaria- (Herniaria cinérea): diurético muy fuerte. Los cálculos renales (cólicos nefríticos) ae alivian tomando infusión elaborada con la cocción de esta planta.
  • Sabonaria -Saponaria- (Saponaria officinalis): tratamiento de caída del cabello. Untarse la cabeza con alcohol de romero antes de acostarse. Por la mañana se lava la cabeza con el agua de haber cocido romero y, por último, se aplica sobre el cuero cabelludo el líquido que resulta de machacar la planta de la sabonaria. Ayuda a reducir la caída del cabello.
  • Sacapeos -Hierba de Santiago- (Senecio jacobaea): laxante. Tomar una taza de infusión de hierba de Santiago en caso de estreñimiento.
  • Salva brava -Escorodonia- (Teucrium scorodonia): sedante y tónico estomacal. En un ataque de nervios, administrar al enfermo una tisana de salva brava. Para quitar el dolor de estómago, hay que beberse un vaso de la infusión elaborada con escorodonia, un poco de hierba luisa y un poco de flor de naranjo.
  • Sanalotó -Sanalotó o lampazo- (Arctium minus): antiinflamatoria, antiséptica y cicatrizante. Se calienta la hoja de la planta sanalotó, se le quita la telilla de fuera y se aplica durante unos días sobre el grano para secarlo.
  • Saneuinaria Sanguinaria (Polygonum): febrífuga. Beber infusión de hojas de sanguinaria para las calenturas
  • Segundo Dios -Hierba luisa- (Lippia): tónico estomacal. Para el dolor de estómago, beber una infusión de esta planta con hierba luisa.
  • Tagarnina -Cardillo- (Scolymus hispanicus): antidiarreica. Coger flores de tagarnina y dejarlas secar. Cuando se tiene diarrea se toma la infusión de las hojas secas.
  • Tetas de vaca -Tetas de vaca- (Scorzonera angustifolia): analgésica. Ante los dolores de parto, tomar una infusión hecha con las raíces de la planta llamada tetas de vaca.
  • Tormentila -Tormentila- (Potentilla erecta): tónico digestivo. Para la mala digestión, tomar después de las comidas una infusión preparada con una cucharada de tormentila, otra de trébol de agua y otra de fumaria.

Fuentes:

  • Paredes Maña, María del Mar; Rubio Muñoz, Luis Alonso (2000). Algunas plantas de uso medicinal en la comarca de Olivenza (Badajoz); Págs. 43-61 https://issuu.com
  • Asensio Rodríguez, Rita (2007). Apuntes para una historia popular de Olivenza. Rita Asensio Rodríguez; Pág. 43.
  • Fotografía de portada: https://asociacionarcera.wordpress.com
  • Guío Cerezo, Yolanda (1992). Naturaleza y Salud en Extremadura