Category: 02.2.3.5 Romances

El arriero y los ladrones

Camino para Mancha caminaba un arriero;

Buen zapato, buena media y buen bolso de dinero,

Jarriaba siete machos, ocho con el delantero;

Nueve se pueden llamar con el de la silla el freno,

Al revolver de una esquina, siete ladrones salieron.

Le preguntan los ladrones: – ¿Dónde va, mozo arriero?

-Camino para la Mancha, con un encargo que llevo.

-Pa la Mancha vamos todos, todos juntitos iremo.

De lo siete que aquí vamos, ninguno lleva dinero.

-Por dinero no lo hagáis, que yo dinero lo llevo;

Que llevo aquí más doblones que estrellitas tiene el cielo.

Los ladrones se miraron y todos se sonrieron,

Y a la venta de Aragón a beber vino se fueron.

El primer vaso de vino fué para el mozo arriero,

Y él no lo quiso beber, porque tenía veneno.

De los siete que allí iban, siete sables descubrieron,

Y el mozo descubrió el suyo, que cortaba hasta el acero.

De los siete mató a cinco, y dos se fueron huyendo.

La cantinera gritaba por si le acude el pueblo.

Ya le acudió la justicia; prendieron al arriero.

L’ escribió una carta al rey contándole su proyecto.

Cada renglón que leía, el rey se iba sonriendo:

-Si, como has matado a cinco, hubieras matado a ciento …

Siete reales tiene el mozo mientras viva en este reino,

Y cinco la cantinera, por el vino que bebieron.

 

Fuente:

  • Gil García, Bonifacio. Romances Populares de Extremadura: recogidos de la tradición oral (1944). Págs. 60-61.
  • Fotografía de la portada: https://www.freepik.es

El caballero don Marcos

Dentro del gran abanico de romances novelescos que existen y que Bonifacio Gil recogió para dejar plasmados en su libro “Romances Populares de Extremadura: recogidos de la tradición oral”, se ha encontrado el de “El caballero Don Marcos” perteneciente a Almendral:

Yo conocí a una mocita. / Su madre la maldició:

Que siete hijos tuviera, / y todos siete varón.

-No me maldiga usté, madre; / no me maldiga, ¡por Dio!

Déme usté caballo y sable, / que a la guerra me voy yo.

 

– Tienes el pelo muy largo / para hacer de hembra varón.

– Yo me l’ ocultaré, madre, / dentro de mi morrión.

– Tienes el pecho muy ancho / para hacer de hembra varón.

– Yo me l’ ocultaré, madre, / dentro de mi corazón.

 

Ha cogido su caballo, /ya la guerra se marchó.

Una tarde, en el paseo, / el gorro se le cayó.

Un infante que allí estaba, / d’ ella fue y s’enamoró,

Y la novia que tenía, / llorando se retiró.

 

(Estribillo)

– Madrecita de mi alma, / que yo me muero de amó;

El caballero don Carlos / es hembra, que no es varón.

 

– Convídalo, hija mía (sic), / a comer un día a la mesa,

Que si él fuese mujer, / en lo más bajo se sienta.

Convidó a tres caballeros / un día a comé a la mesa,

Y el caballero don Carlos / en lo más alto se sienta.

 

(Estribillo)

– Madrecita de mi alma, / que yo me muero de amó;

El caballero don Carlos / es hembra, que no es varón.

 

– Convídalo, hija mía, / un día a comer manzana,

Que si él fuese mujer, / toditas las despreciara.

Convidó a tres caballeros / un día a comer manzana,

Y el caballero don Carlos / los bolsillos se llenaba.

 

(Estribillo)

– Madrecita de mi alma, / que yo me muero de amó;

El caballero don Carlos / es hembra, que no es varón.

 

– Convídalo, hija mía, / a tomar baños un día,

Que si él fuese mujer, / desnudarse no podría.

Convidió a tres caballeros / a tomar baños un día,

Y el caballero don Carlos / desnudarse no quería.

 

Lo ha cogido de la mano / y a palacio lo llevó;

Lo ha llevado y lo ha peinado / y de seda lo vistió.

– Yo no me llamo don Carlos, / ni tampoco soy varón;

Que me llamo Isabelita, / Isabel me llamo yo,

Y soy la mejor señora/ que pasea por Badajó.

 

Fuentes:

  • Gil Muñoz, Carlos. Cancionero Popular de Quintos y Soldados (2002)
  • Gil García, Bonifacio (1944). Romances Populares de Extremadura: recogidos de la tradición oral; Págs. 54-55.
  • Fotografía de la portada: https://www.freepik.es