Tradición y afición taurina en la ciudad de Badajoz

La actividad taurina en Badajoz se encuentra documentada desde la Edad Media.

Dos aspectos claves propiciaban en Badajoz la celebración de numerosas festividades en las que siempre estaban presentes los actos taurinos:

  • Su situación fronteriza (puerta entre España y Portugal). Esta condición propiciaba la visita constante de personajes importantes.
  • Los numerosos conflictos de los que fue escenario, los cuales desembocaban en las correspondientes celebraciones tras la firma de paz.

Teniendo en cuenta esto es lógico que la afición taurina en la ciudad haya estado durante siglos fuertemente arraigada en sus gentes.

Los festejos taurinos podrían ser de diferente tipología: toros embolados, enmaromados, capeas, alanzamientos, etc.

Estos espectáculos solían realizarse en la Plaza de San José, en los Campos de San Juan, en San Francisco, San Andrés, etc.

Los toros en la ciudad eran ampliamente conocidos debido a la calidad del ganado empleado y al renombre de sus matadores, como Pedro Romero o Costillares.

En la organización de estos festejos, a partir del siglo XVI se contemplan dos vertientes distintas en las fiestas de toros:

  • Reales: organizadas por el rey o las cortes.
  • No reales: siempre organizadas en beneficio de alguna cofradía, del Hospicio Provincial (Hospital Provincial de San Sebastián) u organizadas directamente por la ciudad (Ayuntamiento).

Generalmente los festejos taurinos eran celebrados durante los meses de verano, procurando así que hiciera buen tiempo, pero esto no impidió que numerosos actos tuviesen que ser cancelados por lluvia. Debido a la inexistencia de la devolución de entradas se debió añadir la frase si el tiempo lo permite a los carteles de anuncio. Además de esto, ninguna corrida podía ser celebrada en domingo, siendo penada la misma con la excomunión.

Los lugares de festejo de estos actos taurinos fueron intermitentes hasta que a finales del siglo XVIII se planteó la construcción de un coso estable. Sin embargo no sería hasta principios del siglo XIX cuando el ejército cediera el terreno necesario en el baluarte de San Roque. Este coso, estable pero no fijo, estuvo en uso desde el año 1817. En él los tendidos se formaban cubriendo las laderas de tierra del baluarte con maderas, y los palcos en la muralla mediante esteras, que eran retiradas una vez que terminaba cada festejo.

En este coso se realizaron festejos hasta que en agosto de 1855 la afición le prendió fuego a la plaza. Este acto vino motivado por la negativa del segundo alcalde del ayuntamiento, Pedro Pino, a poner banderillas de fuego al toro.

Tras la masacre del primer coso, se decidió la reconstrucción del mismo a base de mampostería, ladrillos, hierro y madera. Esta plaza, ya fija, se inauguró en el año 1859, siendo demolida en el año 2000 para construir en su lugar el Palacio de Congresos de Badajoz. Siete décadas después, la vieja plaza de Badajoz, sería uno de los lugares en que se perpetraron los fusilamientos posteriores a la toma de Badajoz en agosto de 1936 por parte de las tropas nacionales. Este episodio de la Guerra Civil es, aún hoy, una cuestión controvertida y no existe consenso en la historiografía sobre el número de republicanos ejecutados y sobre lo que sucedió exactamente en el coso badajocense.

La segunda y actual plaza de toros de la ciudad se encuentra en la Avenida de Pardaleras. Fue inaugurada en el año 1967 y aún se encuentra en uso. Se caracteriza por ser la más grande de la región, muy cómoda y de fácil desalojo.

Toreo en la ciudad actualmente:

En la actualidad se han suprimido en la ciudad casi todas las festividades taurinas como el toro embolado, enmaromados, capeas, etc., siendo sólo celebradas las corridas de la Feria de San Juan y las Vaquillas del Aguardiente que han continuado en el tiempo hasta muy recientemente.

Esto se debe a que, en los nuevos tiempos, los datos indican que la afición por este tipo de tradiciones ya no es tan numerosa como antes, lo cual puede estar provocado por un cambio de mentalidad y preferencias de ocio en las nuevas generaciones.

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