Archive: 30 noviembre, 2022

Vocabulario de Barcarrota

Vocabulario

A

  • A lico: Jugar a los bolindres apostando.
  • A punta pala: En gran cantidad.
  • Abajá: Bajar.
  • Abajote: Abajo del todo. Ej. Vive allí abajote.
  • Abangarse: Torcerse una cosa, generalmente una rama por el peso del fruto.
  • Abarrancarse: No moverse de un lugar por propia voluntad o por cansancio.
  • Abate: por poco.
  • Abojetao: Ej. Tienes la cara abojetá.
  • Abombao: atontado, tonto, lelo.
  • Abuja: aguja.
  • Abujero: agujero.
  • Abujetas: agujetas.
  • Acaná: a cada momento. Ej. Se presenta aquí acaná.
  • Acerón: acederón; hierba de flor amarilla muy utilizada por los labriegos para el cocido y las ensaladas, por lo tanto, es comestible y su sabor es ácido.
  • Acho: muchacho.
  • Achocaura: herida en la cabeza producida por un golpe o una pedrada.
  • Acibarrao: dícese cuando alguien presenta fiebre o malestar general.
  • Acinojo: hinojo, planta aromática.
  • Acituna: aceituna.
  • Aconchabao: estar de acuerdo con otros en perjuicio de terceros.
  • Aconduchar: hacer acopio, gastar algo con cuidado para que no se acabe pronto.
  • Acucharrar: pisar deformando el calzado.
  • Acurrucá: encoger el cuerpo para estar más protegido del frio.
  • Afoto: fotografía.
  • Agarre: tener recomendación. Ej. Entró a trabajar con un buen agarre.
  • Agazapao: agachado, escondido.
  • Agila: espabilar, darse prisa. Ej. Venga, agila que nos vamos.
  • Aguachirri: bebida o sopa sin sustancia. Ej. El café es aguachirri.
  • Aguaera: aguadera.
  • Aguarija: semen de las primeras eyaculaciones.
  • Agüelo/Agüela: abuelo/abuela.
  • Agüilla: líquido transparente que sale de las heridas.
  • Aire: expresión que se utiliza para hacer referencia a una parálisis facial o a una hemiplejia. Ej. Le dio un aire.
  • Ajogá: ahogar.
  • Ajorcar: ahorcar.
  • Ajumar: Ej. No fumes que me estás ajumando.
  • Ajutá: ordenaro al perro para que ataque. Ej. Ajuta con él.
  • Alacrán: especie de garfio, con uno o varios brazos que se ponía en las bóvedas para colgar las lámparas.
  • Alagá: inundar, anegar. Ej. Se me ha alagao la cochera.
  • Alballá: rocío, humedad producida durante la noche.
  • Albilla: guisante
  • Alcaucil: alcachofa
  • Alejín: lío, trajín, desorden. Ej. Menudo alejín tengo en la cocina.
  • Alestín: enfermedad del gato cuando lo deja feo, delgado y con los pelos de punta.
  • Almóndiga: albóndiga.
  • Alpaca: paca de paja.
  • Alpacadora: empacadora, máquina para empacar.
  • Alpié: al lado de. Ej. Vive alpié de su madre.
  • Alpiste: vino. Ej. Le da al alpiste.
  • Alreó: alrededor.
  • Aluego: luego, después.
  • Alunao: tocino o embutido que se ha puesto malo. Ej. Este chorizo está alunao.
  • Alvellana: cacahuete.
  • Amarrón: marrón.
  • Amenbrillao: bruto.
  • Amos: vamos: expresión para saludar. Ej. Amos allá.
  • Amoto: motocicleta.
  • Ancá: a casa de…
  • Andalias: sandalias.
  • Ande va pará: ni punto de comparación.
  • Ande: dónde.
  • Andigpué: después
  • Andiluego: luego. Ej. Andiluego te lo digo.
  • Andrina: ciruela
  • Anesia: amnesia.
  • Anésico: desnutrido, flacucho. Ej. Tienes que comer más, que estás anésico.
  • Antié: antes de ayer.
  • Añogaleh: clase de higos negros, de mesa y muy gustosos
  • Aparavanao: lelo.
  • Aparranarse: mostrarse cansado, sin ganas de nada. Ej. En casa está, aparranao.
  • Apencá: afrontar las consecuencias; trabajar.
  • Apetacao: atontado.
  • Apique: por poco, a punto. Ej. Estuve apique de caerme.
  • Apoltronao: quedarse estático cómodamente en algún sitio
  • Apompao: tonto.
  • Apurgana: jugar a los bolindres sin apostar nada.
  • Arbilla: guisante.
  • Arbolaga: aulaga, planta arbustiva.
  • Archiperre: trasto, cacharro, objeto de poco valor.
  • Arramplá: llevárselo todo. Ej. Arrampló con to lo que vio.
  • Arreate: jardinera en la pared de un jardín o patio.
  • Arrebañá: comerse los restos de un alimento.
  • Arrebujao: arropado, envuelto. También se dice cuando un hombre está liado con una mujer y hace vida de casado sin estarlo.
  • Arrebujo: mezcla sin sentido de bebidas o alimentos.
  • Arrebujón: persona poco ordenada.
  • Arrecalcao: contusión, esguince en un dedo. Ej. Tengo el deo arrecalcao.
  • Arrechuchá: apretujar.
  • Arrechuchón: Ej. Ha tenido un arrechuchón.
  • Arrecía: persona o animal entumecido de frío.
  • Arrejuntá: juntar, reunir.
  • Arrejuntarse: volverse a juntar.
  • Arrellaná: persona echada por el suelo.
  • Arremeá: remedar, hacer burlas de otra persona imitándola.
  • Arrempujá: empujar.
  • Arrepío: arrebato, impulso. Ej. Le dio un arrepío y se fue.
  • Arriarse: protegerse de la lluvia. Ej. Menos mal que me arrié debajo de un árbol.
  • Arruchao: pelado del bolsillo, sin un euro.
  • Arruche: sin dinero u otro bien. Ej. No me pidas nada porque me he quedao arruche.
  • Arrutao: muerto de frío, encogido.
  • Artesa: recipiente alargado hecho en madera; se utiliza para adobar en las matanzas.
  • Arzuelo: orzuelo en el ojo.
  • Asín: así.
  • Asina: así.
  • Asisón: sisón, ave zancuda.
  • Asolanao: perezoso.
  • Asolapao: astuto, malicioso, que se hace el distraído.
  • Asoplá: soplar. Ej. Asopla la candela que se apaga.
  • Aspeao:
  • Atacarse: meterse la camisa por dentro del pantalón.
  • Atalaje: montura de las caballerías.
  • Atencia: A expensas de alguien. Ej. Está atencia de su hermana.
  • Atorá: persona que cae mal, atravesada. Ej. A tu prima la tengo atorá.
  • Atorao: atragantarse al comer.
  • Atrochá: coger el camino más corto, pero más difícil.
  • Atroje: división hecha con ladrillos en los doblaos para separar el grano, donde además se enterraban los jamones (entre el grano).
  • Atusarse: asearse, peinarse.
  • Aventá: despedir, largar. Ej. Lo aventó a la calle.
  • Aviarse: arreglarse, vestirse.  También se utiliza como expresión de conformarse, manejarse solo o con poca cosa. Ej. Yo me avío con cualquier cosa.
  • Azauche: olivo silvestre o acebuche.

B

  • Babero: vestido de mujer.
  • Babuchas: sandalias, zapatillas.
  • Bacineto: vasija, recipiente.
  • Badil: recogedor de basura.
  • Badila: removedor del brasero.
  • Bago: grano de una planta.
  • Balaguero: gran cantidad de algo.
  • Baldaíto: Ej. Estoy baldaíto de la espalda.
  • Ballones/Bayones: anea de los asientos de la silla.
  • Bandarria: indigestión, colitis.
  • Baño: barreño.
  • Barruntá: presentir algo.
  • Basca: impulso por hacer algo no habitual.
  • Bebero: bebedero.
  • Bejino: expresión que se utiliza para decir que alguien está muy colorado por el esfuerzo o la vergüenza.
  • Berbistrajo: infusión o bebida de mal gusto.
  • Berfo: belfo, labio, hocico.
  • Berija: ingle.
  • Berre: llanto estruendoso.
  • Berrenchín: berrinche, coraje, cabreo.
  • Berrichoncha: expresión que se utiliza para referirse a la fruta aún sin madurar.
  • Berrón: espuma por la comisura de los labios. También se utiliza como expresión por insultos continuados.
  • Beso rechinao: beso con ferza, ruidoso.
  • Bicheá: explorar, buscar.
  • Bichería: bichos en gran cantidad.
  • Bilarda: bigarda, juego infantil. También es el nombre que se le da al palo puntiagudo que se utiliza en este juego.
  • Birria: persona o cosa de poco valor.
  • Biznagazo: dar con una biznaga.
  • Blanda: rocío, humedad producida durante la noche.
  • Bolindre: canica.
  • Boquerón: que habla lo que no debe. También se utiliza para denominar a un pájaro recién nacido,
  • Borcegiles: especie de botín de caballero, realizado en cuero y tela
  • Borcelana: palangana. Porcelana.
  • Bordo: celaje o nubes que se observan algunas veces al ponerse el sol y sirven para predecir el tiempo.
  • Borronoso: borroso, que no se distingue con la claridad.
  • Boyao: tonto.
  • Breva: borrachera; higo.
  • Bruño: ciruela pasa.
  • Bú!: incredulidad, sorpresa, desdén.
  • Buá: exclamación con la que se da poca importancia a algo, desaprobación, desprecio.
  • Bubilla: abubilla.
  • Buche: trago, porción de agua u otro líquido que se bebe de una vez.
  • Bucheta: hucha
  • Buchino: sorbo pequeño.
  • Bufo: ventosidad silenciosa.
  • Buh: exclamación que expresa preocupación.
  • Bujardo: especie de chozo.
  • Bujero: agujero.
  • Bujío: lugar oscuro e insalubre.
  • Bullidero: columpio.
  • Buraco: agujero.
  • Burranco: burro, torpe.
  • Burranquino: asno pequeño.
  • Burrera: buena, grande, exagerada.
  • Burrero: el mulo que ha nacido de una burra. También se utiliza para expresar una verdad incuestionable.
  • Buzarca: mochila, morral de caza.

C

  • Cabete: cordón de los zapatos.
  • Cabras: rojeces producidas en las piernas por el calor del brasero.
  • Cachivache: cacharro.
  • Cagueta: diarrea. También se utiliza para referirse a alguien que es miedoso.
  • Calambuco: utensilio para llenar los sacos.
  • Caldereta: alcaudón.
  • Caldillo: manteca colorada del cerdo con zurrapa.
  • Calduíto: con mucho caldo.
  • Calorina: sofoco, vergüenza.
  • Camastrón: persona poco dada a trabajar.
  • Cancamuria: somnolencia.
  • Candanga: cuando algo está lleno de cosas (la mesa, la cama, etc.)
  • Cangrena: gangrena.
  • Canogía: persona quejumbrosa. Asunto de poca rentabilidad.
  • Cansino: pesado, reiterativo.
  • Cañajote: saltamontes.
  • Caquero: casa o habitación muy pequeña.
  • Carcaño: rotura en una prenda de ropa, aunque normalmente se refiere al agujero del calcetín.
  • Cardo lah olla: clase de cardo.
  • Carmeá: pegar.
  • Carrafilera: fila, cola.
  • Carrendilla: carrerilla.
  • Carrera: raya en el peinado.
  • Carzonas o calzonas: bragas, ropa interior femenina de grandes dimensiones.
  • Cascabullo: tozudo, bruto, empecinado, que no atiende a razones.
  • Cascarria: objeto de poco valor.
  • Catapacio: mochila, macuto.
  • Cataplines: testículos.
  • Cava: cartera de madera para llevar el material escolar.
  • Cefrao: cansado, reventado
  • Cegañuto: cegato.
  • Celebro: cerebro.
  • Cera: acera.
  • Cérrimo: acérrimo, convencido.
  • Ciguta: cicuta, planta venenosa.
  • Cinguallo: persona larguirucha.
  • Ciquitraque: advertencia al comilón.
  • Cirigoncia: pirueta, mueca.
  • Cisco: carbonilla; tambien se utiliza esta palabra para definir una situación de altercado, jaleo, etc.
  • Clisao: taciturno, distraído, absorto, con la mirada fija.
  • Cobertó: manta acolchada para la cama.
  • Cofaina: palangana.
  • Coguta: cogujada, pájaro de la familia de la alondra, con un moño en la cabeza.
  • Coile: expresión que sustituye a coño.
  • Cojitranco: persona o animal que presenta cojera.
  • Collera: pareja.
  • Comenencia: conveniencia, por interés.
  • Comisquino: que come poco y mal, no le gusta casi ninguna comida.
  • Condió: adiós.
  • Conqui: figuradamente, algo que se tiene o se hace para salir del aprieto o no hacer. aquello que nos mandan o tenemos que hacer.
  • Contri: contra.
  • Corredera: cremallera.
  • Corta: cortapicos.
  • Cosa mala: enferdemad grave.
  • Cotubillo: tobillo. Patitas de cerdo.
  • Cuajaera: persona muy, muy tranquilona
  • Cuanti, en: con prontitud.
  • Cuartiché: casa o habitación muy pequeña.
  • Cuba: cubo de agua.
  • Cucha: mira, escucha, atiende, oye.
  • Cucharrino: cuenco de corcho para beber del chorro de una fuente.
  • Cucharro: pila de lavar hecha en madera, corcho o cemento.
  • Cuchitri: habitáculo pequeño.
  • Cudiao: cuidado.
  • Cuelmo: Lleno, a tope.
  • Cuesco: ventosidad.
  • Cuin: pequeño, travieso.
  • Curato: carraleja.
  • Curicheo/Curichi: canto del perdigón en celo.
  • Cursos: diarrea.

CH

  • Chacho: muchacho. Se utiliza como forma de llamar la atención de alguien.
  • Chafardo: chozo, sombrajo.
  • Chahmarín: lúgano.
  • Chahquita: pájaro insectívoro.
  • Chalina: corbata.
  • Chambarcazo: darse un porrazo.
  • Chambergo: prenda de abrigo.
  • Champún: champú
  • Changao/Changareto: averiado, estropeado.
  • Charramuscao: achicharrado, quemado.
  • Charrincá: masticar algo duro produciendo ruido.
  • Charrincoso: alimento duro al masticar.
  • Chascarina: desastre, desorden.
  • Chengo: medio roto, medio estropeado.
  • Chero: mal olor, mal sabor.
  • Chichili: palabra que se emplea para ofender a otra persona.
  • Chichiribaina: persona poco creíble.
  • Chilindra: canica pequeña.
  • Chinches: juego infantil, en el que se recortaban y usaban las dos caras de las cajas de cerillas.
  • Chinclá: tomarse un alimento o bebida sin dejar sobras.
  • Chinfarrá: herida considerable de una larga dimensión en la carne, raja en el cuerpo.
  • Chinotazo: golpe dado con una piedra pequeña.
  • Chinote: piedrita pequeña.
  • Chipitón: chorro de cualquier líquido.
  • Chiquinino: pequeño.
  • Chiquirrindeja: niña pequeña
  • Chirichi/Chirili: loco.
  • Chirrichofla: fiesta, jarana.
  • Chova: mano o pierna izquierda.
  • Churra: pene.

D

  • Daleao: ladeado.
  • Dalear: ladear
  • Damajuana: garrafa.
  • Decá: de casa de.
  • Decauve: en Barcarrota se denomina así a todas las furgonetas que eran de la marca DKW.
  • Dende: desde.
  • Dendeluego: desde luego.
  • Desalichao: desaliñado, desgarbado, mal vestido.
  • Desapartá: separar.
  • Desbrochá: arremeter contra alguien.
  • Descancanillao: desmonatado, destartalado.
  • Descandogao: se ha roto, se ha demontado.
  • Deseguía: enseguida.
  • Desenguerao: limpio y claro.
  • Desfalago: derroche.
  • Desfarajuste: desbarajuste, desorden.
  • Desfaratao: estropeado, roto.
  • Desfarfallao: desaliñado, mal vestido.
  • Desguardamillao: destartalado.
  • Desimirse: desentenderse.
  • Desparpajo: resuelto, de acciones rápidas y claras.
  • Dir: ir.
  • Dirvos: marcharos.
  • Dispensa: despensa, alacena.
  • Dispertá: despertar.
  • Dispertadó: despertador.
  • Dispué: después, luego.
  • Doblá: tomarse un alimento rápidamente.
  • Doblao: espacio superior de las casas; ático, buhardilla.
  • Dornajo: comedero para los cerdos realizado en madera.
  • Dulzareh: clase de higos, de piel muy áspera y pequeños, pero muy dulces.

E

  • Elailla: ladilla.
  • Embarrá/Embarrar: pintar, blanquear paredes.
  • Embarreraito/ita: persona o cosa que se encuentra en una pendiente.
  • Embarrijo: acción de embarrar.
  • Embernecer: engordar.
  • Embollar: pisar una deposición.
  • Embollarse: pisar un excremento.
  • Emborregao: cielo cubierto de muchas nubes pequeñas.
  • Embrocá: volcar.
  • Empancinao: lleno, repleto de comida y/o líquido.
  • Empancinarse: comer o beber hasta no poder más.
  • Emparbar: caer.
  • Empecatao: castigoso, protestón.
  • Empelote: desnudo.
  • Empercudío: sucio, desaliñado.
  • Emperifollá: muy arreglada.
  • Emperiguntao: peripuesto, muy arreglado.
  • Emperinao: ponerse de puntillas para sobresalir un poco más.
  • Empestillá: arremeter contra una persona.
  • Empije: erupciones o manchas en la cara.
  • Empurrá: adjudicar algo a alguien a su pesar.
  • Encá: en casa de.
  • Encajá: llegar, venir.
  • Encajarse: ir, llegar hasta.
  • Encalquinao: inundado de cualquier olor.
  • Encetá: dar, propinar.
  • Encetarse: comer o beber.
  • Encevicaíto: excesivamente obsesionado.
  • Encevicao: vicioso, obsesionado con algo o alguien.
  • Encuanti: tan pronto como.
  • Endeluego: desde luego.
  • Endirgá: adjudicar, dar o poner algo a alguien con la intención de cargarle el muerto o impedirle ejecutar alguna acción.
  • Endrogao: drogado.
  • Enfilao: tener a una persona sentenciada.
  • Enguarrao: terreno embarrado.
  • Enguerío: flojo, de poco espíritu.
  • Engurrío: encogido.
  • Engurrubiñá: arrugada.
  • Enjalmo: ropaje, exceso de ropa.
  • Enjamo: insultos, hablar mal de otra persona.
  • Enjaretar: arreglar, colocar correctamente alguna prenda.
  • Enrabarse: llegar tarde, retrasarse.
  • Enrebesinao: difícil, torcido.
  • Enrrutá: acostarse; también se utiliza para expresar malestar físico.
  • Enrrutar: ir a dormir.
  • Ensuciá: defecar.
  • Entallá: coger.
  • Entallarse: pillarse algún miembro.
  • Entalliscarse: atascarse entre dos piedras.
  • Entavía: todavía.
  • Entrapao: obstruido.
  • Escacharse: partirse de risa.
  • Escachurrá: estropear, aplastar.
  • Escamondarse: limpiarse, lavarse a conciencia.
  • Escarrancharse: abrirse de piernas, sentarse cómodamente.
  • Escondiche: Lugar para esconder algo o esconderse. Juego de niños.
  • Escondijina: hacer algo a escondidas.
  • Escorrozo: mueca de desagrado al tomar una comida o bebida.
  • Escruscar: escoger. En un plato de comida, separar los ingredientes que no gustan.
  • Escuchimizao: delgado, estropeado.
  • Escuerzo: giro desproporcionado de la cabeza.
  • Escurecé: oscurecer. Que asoma la noche.
  • Escusao: curioso, que mete las narices donde no le llaman.
  • Escuseá: curiosear.
  • Esnucá: desnucar. Golpe en la nuca.
  • Espabilaera: poca o ninguna decisión ante cualquier situación.
  • Esparabanao: desgarbado, atontado, lelo.
  • Esparatrapo: esparadrapo.
  • Esparramá: esparcir, derramar.
  • Espelechá: pelechar, cambiar de pelo o pluma un animal.
  • Espiche: botijo.
  • Espigocho: flor de las coles, de tallo grande. Persona muy alta.
  • Estalache: caseta, construcción informal.
  • Estaribé: tarima, escenario, mostrador viejo y cutre. Montar bronca.
  • Estellesa: en su día era el nombre de una empresa de autobuses, pero en Barcarrota llamaban así a todos.
  • Estenacilla: tenaza pequeña.
  • Estenaza: tenazas.
  • Esteriscote: a todo uso, a todo poner.
  • Esterquera: zona dedicada a estercolero.
  • Estijera: tijeras.
  • Estirancarse: tumbarse de forma ociosa.
  • Estrébedes: trébedes, aro metálico con tres patas para sostener calderos y ollas en la candela.
  • Estrebegí/Estrebejí: ruido, jaleo, agitación; ida y venida rápida.
  • Estrozá: destrozar, romper.

F

  • Faratá: desbaratar, estropear.
  • Fardiquera: bolsillo, a manera de monedero, que se ataban las abuelas debajo del vestido.
  • Farfolla: persona mal vestida.
  • Farragua: descuidado, mal vestido.
  • Farrulla: desordenado.
  • Farrumbarse: derribarse una edificación.
  • Fastío: falta de apetito.
  • Fechá: cerrar la puerta con llave.
  • Fechadura: cerradura.
  • Fradiño: variedad de judía llamada carilla.
  • Fraihón/Fraijón/frijones: alubias, judías secas.
  • Fregaúras: agua sucia después de lavar la ropa, la loza, el suelo…
  • Fresnazo: frenazo.
  • Froncia: nada de nada.
  • Funfurruñá: hablar entre dientes.
  • Fuste: se utiliza para señalar a una persona con tesón, educación, buenos modales y buena.

G

  • Gabina: cabina.
  • Gachón: persona espabilada, con suerte.
  • Galapero: arbusto espinoso.
  • Galaspeá: moverse fatigosamente o no moverse.
  • Galgueá: jardear.
  • Galguera: habitación desordenada.
  • Galipo: escupitajo.
  • Gallarín: carnero con un solo testículo.
  • Gallo real: arrendajo.
  • Gallo: gajo, cada una de las partes de algunos frutos como la naranja.
  • Gapo: gargajo, salivazo, escupitajo. Mismo significado que “galipo”.
  • Garnacha: trabajillo extra ocasional.
  • Garrapato: judía verde y tierna.
  • Garrotero: que le gusta mucho estar en la calle.
  • Gateón chico: agateador común o europeo. Pájaro pequeño que trepa por el tronco de los árboles.
  • Gatos: grapas de alambre, a modo de puntos de sutura, con las que se reparaban las grietas en las vasijas de barro.
  • Gavilla: hacer buena gavilla, entenderse muy bien con alguien.
  • Gila: gira, viaje.
  • Givá: ver, observar.
  • Golé: oler.
  • Gorullo: chichón, bulto en la cabeza producido por un golpe.
  • Gotrón: glotón, ansioso comiendo.
  • Guá: agujero en el suelo para jugar a los bolindres o las monedas.
  • Guarrindongo: persona guarra, sucia, marrana.
  • Guarripeteao: sucio.
  • Güeno: bueno.
  • Güero: vano, vacío.
  • Güerta: huerta. También se utiliza para decir “vuelta”.
  • Güeso: hueso.
  • Güevo: huevo, testículo.
  • Guillao: tonto, lelo.
  • Guipá: ver, descubrir.
  • Gurripato: gorriato, pájaro recién nacido.
  • Gurrupéndolo/la: algo pequeño/ña.

H

  • Herrerín: herrerillo común.

I

  • Indición: inyección.
  • Inte/en el inte: inmediatamente, al instante.
  • Intierro: entierro.
  • Intrepetá: indigesta, mala digestión
  • Irse (la leche): salirse del recipiente por efecto de la cocción.
  • Iruto: eructo.
  • Istierco: estiercol.

J

  • Jacha: hacha.
  • Jacho: azada.
  • Jacina: haces colocadas unas sobre otras.
  • Jalda: jergón de paja.
  • Jambre: hambre.
  • Jangá: tontería, pamplina.
  • Jarapales: parte de la camisa que está fuera del pantalón.
  • Jarramanta: que no le gusta trabajar.
  • Jarrapo: ropa vieja.
  • Jarreá: golpear, pegar.
  • Jarreando: irse deprisa.
  • Jartá: abundante. Realizar o comer algo en exceso.
  • Jarto: borracho.
  • Jateao: persona ebria, borracha.
  • Jato: lío de ropa. Ropa de trabajo. También se utiliza para referirse a una prenda de abrigo.
  • Jedé: oler mal.
  • Jediondo: figuradamente persona ridícula, antipática.
  • Jergón: colchón hecho de hojas secas de panizo (mazorca).
  • Jeringa: churro.
  • Jerrerito: herrerillo, pájaro pequeño, de colores, muy común en Extremadura.
  • Jerretazo: aguijonazo.
  • Jerrete: aguijón de las avispas. También se utiliza para referirse a las habas tiernas esu vaina.
  • Jerrumbroso: herrumbroso, oxidado.
  • Jesa: dehesa.
  • Jícara: porción de chocolate.
  • Jié: hiel, bilis.
  • Jienda: brecha, raja.
  • Jigo: higo. Se utiliza la expresión “tener jigo” para referirse a tener mucha calma haciendo las cosas.
  • Jiguera: higuera.
  • Jilimoje: picadillo de tomates, pepino, aceite, vinagre y sal.
  • Jilopeo: fiesta, parranda. Comúnmente se utiliza la expresión “irse de jilopeo”.
  • Jincá: hincar, introducir. También se utiliza para referirse a comer y beber.
  • Jinchonear: azuzar, incitar.
  • Jocicá: caer de bruces.
  • Jocino: hoz para segar la hierba y los cereales.
  • Jogahílla: ahogadilla.
  • Jogarzo: mala hierba, matorral.
  • Jondeá: tirar algo considerado inservible.
  • Jondo: hondo, profundo.
  • Jondón: la parte más profunda de un recipiente.
  • Jongo: hongo, seta. También se utiliza la expresión “tener jongo” para referirse a una persona demasiado tranquila.
  • Jopazo: culazo.
  • Jopo: culo. También se utiliza la expresión “tener jopo” para referirse a ser demasiado lento o tranquilo.
  • Jorca: horquilla de labranza.
  • Jorcaza: trozo de rama en forma de Y, con la que se hace el tirachinas.
  • Joreá: en el campo, cribar el grano. En casa, secar o airear tanto la propia casa como la ropa. En las personas, salir a tomar el aire.
  • Joyo: hoyo.
  • Judiqueá: maltratar, abusar de alguien.
  • Juí: huir.
  • Jumá: fumar.
  • Jumandera: humareada, abundancia de humo.
  • Jundear: tirar algo, desprenderse de algo.
  • Jundí: hundir.
  • Jurgoneá: remover, hurgar.
  • Juroneá: deseo de conseguir a alguien o de averiguar algo.
  • Jursón: hurón. También se utiliza para referirse a una persona arisca.
  • Jusa /o: dicho despectivo cuando vas desaliñado. Se dice “Te pareces a la jusa” (debía ser una persona del pueblo que iba mal vestida).

L

  • Lacena: alacena, despensa.
  • Lagarto: expresión de aviso, de cautela ante una desconfianza. Se suele dedir “lagarto, lagarto”.
  • Lambé: lamer.
  • Lambuceá: comer entre horas o un poco de cada cosa.
  • Lambuzo: persona que pica en todos los alimentos.
  • Lancha: pieza generalmente grande de pizarra, que se colocaban en el suelo de la calle.
  • Langosto: saltamontes.
  • Languioso: alimento en mal estado, pegajoso.
  • Lapo: escupitajo.
  • Legío: terreno poco productivo, pedregal.
  • Lenguarón: bocazas, que habla lo que no debe.
  • Lenteojos: prismáticos.
  • Letrao: resabido, enterado, sabelotodo.
  • Levantá: hembra en celo.
  • Lubio, carro de: caro de una lanza con dos yugos.
  • Lumbrá: escalón de entrada a una casa, umbral.
  • Lunero: persona cambiante en sus gustos y amistades.

M

  • Macana: malo, de baja calidad.
  • Macusa: repión viejo que servía de diana del resto de tiradores.
  • Madre del agua: salamandra.
  • Magarzo: inúil, torpe.
  • Mangria: persona o planta mustia, alicaída.
  • Manguti: amigo de lo ajeno.
  • Maniqueta: regate en el fútbol.
  • Mansarva: en gran cantidad.
  • Manté: golfo, que trabaja poco.
  • Manteca: dinero que se obtiene o se paga.
  • Marocha-cho: persona que callejea mucho.
  • Marte: mercadillo.
  • Mascona: persona que repite mucho las cosas al hablar.
  • Mastrágala: glotón, comilón.
  • Mastuerzo: persona grande y robusta.
  • Matafica: frase o idea que alguien repite una y otra vez para convencer a otro.
  • Mataogazo/Matajogazo: cansancio. También se utiliza cuando alguien ha trabajado o hecho algo en exceso.
  • Matraca, dar la: hablar, repetir mucho un tema.
  • Mazaroca: mazorca de maíz.
  • Meína: ganas muy frecuentes de orinar.
  • Melón: bruto.
  • Mestranto: ingredientes.
  • Mesturanza: mistura, mezcla rara de cosas muy diferentes.
  • Mesturao: mezclado.
  • Miaja: trozo o porción pequeña de algo.
  • Mica: orinal.
  • Mierla: borrachera.
  • Mijina: cantidad pequeña, trocito o pedacito de algo.
  • Mirinda: aunque era una marca, servía para denominar cualquier refresco.
  • Misino: palabra utilizada para llamar o acariciar a los gatos.
  • Mismito: inmediatamente. También se utiliza para hacer referencia sobre “el mismo”.
  • Mizquino: que come poco, delicado para comer.
  • Mochuelá: cabezonería, terquedad.
  • Modorra: persona tozuda.
  • Modorro: bruto, cabezota.
  • Mogango: pereza, flojedad, desgana.
  • Mojoso: que tiene moho.
  • Molla: mollera, cabeza.
  • Morgañera: cansancio, aplomo. También se utiliza para decir que un lugar está sucio o desordenado.
  • Morgaño: araña.
  • Morral: tozudo, cabezón.
  • Morrongo: costura mal hecha en una tela.
  • Morroña: roña, suciedad pegada fuertemente.
  • Morrúo: testarudo, terco, cabezota.
  • Mosca: Juego infantil.
  • Mostrenco: mozo, joven grandote.

N

  • Na: nada.
  • Naide: nadie.
  • Naina: nada.
  • Nativitate: condición o defecto de nacimiento.
  • Negrá: hematoma, morado en el cuerpo.
  • Nenguno: ninguno.
  • Ni peba: nada, en absoluto.
  • Niara: montón de paja.
  • Nibleá: lloviznar suavemente.
  • Noviajo: noviazgo.
  • Nuevo: joven.

O

  • Ojito: cuidado, precaución.
  • Ojos pipirri: expresión de los ojos que delata sueño o haber bebido alcohol.
  • Olla: cabeza.
  • Oriégano: orégano.
  • Orza: tinaja.
  • Oscurana: oscuridad del cielo que amenaza lluvia.
  • Oséase: o sea, querer decir.
  • Ovispa: avispa.

P

  • Paí: por ahí.
  • Pajarilla: pancrea.
  • Paje: expresión utilizada para decir “qué te parece a ti”.
  • Pajiluso: persona de poco carácter.
  • Pánfilo: bobalicón, lelo.
  • Pantaruja: fantasma.
  • Panzá: abundante. Realizar o comer algo en exceso.
  • Papo: partes íntimas, genitales masculinos y femeninos. Se suele utilizar la expresión “tener papo” para referirse a tener excesiva tranquilidad.
  • Papua: persona excesivamente tranquila
  • Paralí: parálisis.
  • Pareles: paredes.
  • Pargaña: filamento del grano de la espiga de cebada o trigo que a contrapelo se agarra o se engancha.
  • Parpalla: helada matinal.
  • Parte: noticiario, telediario.
  • Parva: cantidad grande de algo. También se utiliza para referirse a las mieses en la era para trillar.
  • Pava: vómito.
  • Pazo: grande, exagerado.
  • Peba: semilla de algunos frutos.
  • Pechuguito: petirrojo europeo.
  • Pedramol: especie de tierra roja, utilizada para limpiar y abrillantar utensilios de cocina.
  • Peinadora: tocador del dormitorio.
  • Pejiguera: persona pesada, pelmazo, incordiante.
  • Pelailla: cerdo lechal, cochinillo, peladilla. También se llama así a la comida que se prepara con el cerdo troceado y en adobo.
  • Pelfa: paliza.
  • Pelillero: que mete cizaña.
  • Pellica: piel.
  • Pelliza: chaquetón de caballero.
  • Pelona: temperatura nocturna muy fría, escarcha.
  • Penca: coxis, hueso entre la última vértebra y el sacro.
  • Pendi: apendicitis.
  • Pendingue: marcharse, largarse.
  • Penene: perenne.
  • Penícula: película.
  • Penterre: enfado con pataleo.
  • Perigallo: persona descarada, sin vergüenza. También se utiliza para referirse a una persona traviesa o mala.
  • Peripuesta: arreglada.
  • Periquete: rápidamente.
  • Permanencia: clase de recuperación, después del horario habitual.
  • Pero: manzana grande.
  • Perrengue: vulva. También se utiliza para hacer referencia a la tranquilidad.
  • Perritraco: gandul, vago, holgazán.
  • Pez/La Pez: primer excremento de un bebé.
  • Picá: arrebato.
  • Picabuey: garcilla bueyera.
  • Picapeh: martín pescador (ave que vive en ríos y lagos)
  • Picia: hecho fracasado o erróneo, (hacer una picia es hacer algo mal hecho).
  • Pijulo: niño pequeño.
  • Pílfano: mosquito de los que pican.
  • Pilistra: planta de maceta, de la familia de la aspidistra.
  • Pilrrá: gustar, encantar.
  • Piltra: cama.
  • Pindonga: persona que le gusta callejear.
  • Pingandito: empapada de agua toda la ropa.
  • Pinote: salto.
  • Pintón: casi borracho, alegre.
  • Pio: primero.
  • Pipirri: esta palabra se emplea cuando existe algún problema en los ojos, tipo conjuntivitis.
  • Pírfano: mosquito.
  • Pita: trocito de la caña de un cereal preparado para pitar.
  • Pitera: agujero, gotera. También se utiliza para referirse a una herida pequeña en la cabeza.
  • Planchazo: decepción, sorpresa.
  • Plisá: sensación extraña de algunos alimentos.
  • Pobrecito: que da pena o lástima.
  • Polarma: Se suele utilizar la expresión “joío polarma”.
  • Polisas: partículas que vuelan al desprenderse por la combustión de una candela.
  • Polvajera: polvareda.
  • Pompa: ampolla en la piel.
  • Pompita: burbuja.
  • Poncima: por encima.
  • Pos: pues.
  • Potrear: subirse encima de una persona, cama o sofá, de forma inadecuada.
  • Pozo/ Echar al pozo: alternar tomando unas copas de vino.
  • Precurá: procurar.
  • Presa: chacina.
  • Presa: trozo de embutido, tocino, pollo, carne, conejo, etc.
  • Prestino: pestiño, dulce casero.
  • Prevención, ir de: viajar a por provisiones.
  • Priesa: prisa.
  • Pringá: mancha.
  • Privá: excremento considerable.
  • Probabilidá:
  • Prologa: prórroga.
  • Proseción: procesión.
  • Puelme: masa, espeso, sin caldo.
  • Pujiede: que protesta por todo, no está de acuerdo con nada y lo demuestra quejándose o gimiendo. También se utiliza para hacer referencia a una persona floja, mimosa o que llora con facilidad.
  • Pulá: aumentar, crecer.

Q

  • Quebraero: lio, follón sin solución.
  • Quedrás: querrás.
  • Quejá: mandíbula.
  • Quincena, estar de: esta expresión se utiliza para referirse al descanso en el pueblo, con motivo de alguna fiesta, de alguien que vive fuera.
  • Quisqui: toda persona.

R

  • Rabiculto: antipático, ridículo.
  • Rabúo: arisco, antipático.
  • Rachera: disgusto, sofocón.
  • Rajaura: raja, grieta.
  • Ralete: grillo que canta mucho.
  • Ramajo: escoba, hecha con ramas, que se usaba para barrer los corrales.
  • Rancio: aburrido, soso.
  • Raspaculo: persona aduladora, correveidile, alcahuete.
  • Rastra: artilugio con ganchos para sacar algo de un pozo.
  • Rebimba: salir de juerga.
  • Rebujo: lío.
  • Recinchao: apretado.
  • Refilera: fila, hilera.
  • Refregaero: en el cucharro, la zona donde se refriega la ropa.
  • Reguerío: fila o línea de algo que se va vertiendo.
  • Rejundir: dar mucho de sí un producto, cundir.
  • Relampagazo: relámpago muy grande.
  • Relatona: persona que reprende o se queja mucho por todo.
  • Remanguillé: golpear o coger de costado.
  • Rengao: doblado por los años o dolorido por el trabajo.
  • Rente, al: al borde, al lado.
  • Repampano: hielo, escarcha.
  • Repañá: recoger los frutos que han quedado en el suelo después de la recolección.
  • Repiao: loco, que no está en sus cabales.
  • Repicaputeá: persona excesivamente arreglada.
  • Repión: peonza. También se utiliza para hacer referencia a una persona que es muy inquieta.
  • Rescualdo: brasa pequeña debajo de la ceniza.
  • Resencio: humedad nocturna. Se suele utilizar la expresión “dormir al resencio” para referirse a dormir a cielo descubierto.
  • Resfalaera: piedra o zona resbaladiza.
  • Resfalón: resbalón.
  • Respajillón, de: de reojo.
  • Restirá: estirar.
  • Retajila: habla sin parar, retahíla de palabras una detrás de otra.
  • Revenío: flojo, consumido, flaco. También se utiliza para hacer referencia a un alimento sin caldo o reseco.
  • Revesinos: vueltas, ideas.
  • Riestre: ristra, trenza de ajos.
  • Rilao: tonto.
  • Ringurrango: garabato, curva.
  • Rodilla: trapo de la cocina, servilleta de tela.
  • Roli: trozo de baldosín o piedra utilizado para el juego de la rayuela.
  • Romacera: romaza.
  • Rosquete: aro grueso de tela que se ponía en la cabeza para transportar vasijas.
  • Rozón: arañazo o herida superficial en la piel o en un objeto.

S

  • Saboría/o: comida sin sal, sosa, sin sustancia. También se utiliza para hacer referencia a una persona de poco carácter.
  • Sajá: corte.
  • Sajurda: zahúrda, pocilga.
  • Salamántica: lagartija, salamandra, salamanquesa de agua. También se utiliza para hacer referencia a un tipo de peinado de mujer, que lleva trenzas enrolladas a cada lado de las orejas.
  • Salamántica: salamandra, salamanquesa.
  • Salla: combinación, pernda que usan las mujeres debajo del vestido.
  • Sardina: geranio.
  • Satín: clavo pequeño.
  • Socochá: dar un hervor a un alimento.
  • Solato: solazo, sol que pega fuerte.
  • Sonco: malicioso, que se hace el distraído.
  • Sopírfora/Sopílfora: mujer astuta, de poco fiar, pícara.

T

  • Tabuquino: suero de la leche de oveja.
  • Tajo: asiento de corcho, en forma de cubo, que se utilizaba para sentarse delante de la candela. También se utiliza para hacer referencia a la fiambrera para conservar la chacina los campesinos.
  • Tamién: también.
  • Tangarranina: tagarnina.
  • Tarambáina: persona con poco criterio.
  • Taranjina: naranja mandarina.
  • Tarra: cabeza grande.
  • Tarranganina: tagarnina, cardillo, planta comestible.
  • Tatarata: cataratas, enfermedad del ojo.
  • Tentigo: perseverante has la saciedad; pesado/da.
  • Teresa/Teresita: mantis religiosa (insecto).
  • Terrero: pedazo de tronco de alcornoque que queda cuando se corta un árbol
  • Tesón: educación, saber estar, formalidad, decisión.
  • Tinaón: almacén, trastero, cochera, de techos altos.
  • Tirilla: persona flaca.
  • Tizón: resto de leña que ha ardido mal.
  • To: todo.
  • Tolistoli: marcharse, irse. En Barcarrota también se conoce como pendingue.
  • Topetón: repisa, cornisa, estantería hecha de mampostería en la chimenea donde se colocaba la loza.
  • Trabajera: trabajo o acción dificultosa.
  • Trafullero: chanchullero, cizañoso.
  • Trajín: movimiento de un lado a otro sin parar.
  • Tranca/Hasta las trancas: expresión que se utiliza para decir que alguien está muy enamorado.
  • Trancallá: paso amplio y exagerado.
  • Trapajo: trapo sucio y roto.
  • Trapicallo: vestimenta raída y vieja.
  • Trasconejao: extraviado.
  • Traspasómañana: el día después de pasado mañana.
  • Trasvelao: sin sueño.
  • Tresantié: día anterior a antes de ayer.
  • Trinchote: pinzón vulgar
  • Trompeta: flor azucena.
  • Trueca: hueco grande en el tronco de un árbol.
  • Trujo: trajo.
  • Truque: juego de la rayuela.
  • Tuerto: torcido.
  • Túndiga: paliza.
  • Turrutera: lugar donde hace un calor asfixiante.
  • Tusón: prenda de mucho abrigo.

U

  • Uaño: este año.
  • Ule: mantel.
  • Untá: figuradamente, pagar algo con dinero.

V

  • Vago: grano de simiente, arroz, cebada, etc.
  • Varilla: se utiliza para decir “irse de varilla” como referencia a defecar muy suelto y a intervalos casi seguidos.
  • Veces, a las: en ocasiones.
  • Velaí: he ahí, efectivamente.
  • Velaquí: aquí está.
  • Vena: avena.
  • Vená: impulso, deseo.
  • Verea: vereda, camino.
  • Verga, estar como: estar tonto.
  • Vericueto: camino tortuoso y con estorbos.
  • Verijas: ingles.
  • Vide: vi.
  • Vientre, hacer de: defecar.
  • Vivito: en el juego, el repión que está rodando dentro del círculo.
  • Vojotros: vosotros.
  • Volandero: pajarito recién salido del nido.

Y

  • Yerba: hierba. También se utiliza como expresión de asombro.
  • Yerro: hierro.

Z

  • Zacatúa: mala acción sobre otra persona, faena.
  • Zacho: azada.
  • Zajones: zahón, especie de mandil para resguardar los pantalones.
  • Zajurda: zahúrda, habitáculo para cerdos.
  • Zaleao: muy usado, roto.
  • Zambarcazo: porrazo, golpe, caída.
  • Zamboa: membrillo.
  • Zampabollos: glotón.
  • Zancajo: talón.
  • Zapo: sapo.
  • Zarrapastroso: sucio, desaliñado.
  • Zarria: algo de poco valor, inútil.
  • Zefrá: cansada, laxa.
  • Zongolotina: golosa, comilona.
  • Zonzo: persona de poco fiar o, como se suele decir, “que tira la piedra y esconde la mano” y “el que las mata callando”.
  • Zorrostrá: fatiga, cansancio. También hace referencia a una caminata grande y cansada.
  • Zorullo: mojón, miedo.
  • Zugá: chupar, absorber.
  • Zugo: zumo, jugo.
  • Zugosito: jugoso.
  • Zurpia: desechos, residuos, agua sucia y contaminada.
  • Zurra: paliza.
  • Zurrapa: sedimento o crema que queda abajo.
  • Zurrapastrao: dícese cuando un lugar o cosa está muy sucio.

Fuentes:

La casa del miedo de La Codosera

Entre el caserío de El Marco y el Santuario de Nuestra Señora de los Dolores de Chandavila, en la carretea de camino a Portugal, se encuentra, solitaria, abandonada y rodeada de zarzales, una vieja casona conocida en La Codosera y en sus alrededores como La casa del miedo.

La historia de esta casa está repleta de leyendas, leyendas que relatan sucesos paranormales ocurridos tanto en el interior de la vivienda, como en sus inmediaciones.

Se cuenta que, a principios del siglo XX, había una familia que vivía en esa casa y que durante años vivió un auténtico calvario debido a la cantidad de fenómenos extraños que allí tenían lugar. Enseres domésticos que se desplazaban solos, puertas cerradas con llave que se abrían durante la noche, utensilios de cocina que aparecían revueltos al amanecer o cántaros que, desde el poyete, caían al suelo y se quebraban.

Ilustración de la leyenda «La casa del miedo» hecha por Borja González Hoyos para el archivo Rutas Mágicas por la Provincia de Badajoz

Aun así, lo peor estaba por llegar, la casa no comenzó a tener realmente fama hasta que el vendedor ambulante, Manuel Estrella, vivió en ella el suceso más inquietante de su vida.

Pasaba Manuel con un carro tirado por mulas por el camino que discurre justo delante de la vivienda cuando, estando justo en frente, las mulas se paran en seco negándose a dar un paso adelante. Por más que lo intentó, propinándoles gritos y palos, los animales no se movieron.

Manuel, desesperado, llamó al amo de las mulas quién tampoco consigue hacer que se muevan del sitio. En el momento en el que más enfadado se encontraba, Manuel recibió dos sonoras bofetadas en pleno rostro. Pálido y sin saber de dónde le habían venido, se bajó del carro huyendo despavorido.

Fue a partir de ese momento cuando se empezó a conocer como La casa del miedo.

Estos hechos tuvieron una gran incidencia en todo el pueblo y algunos incluso llegaron a afirmar que el demonio habitaba el lugar. Hay testigos que afirman haber escuchados susurros silbantes y surgiendo de la nada y en otras casas y huertos cercanos han ocurrido extraños sucesos parecidos: vajilla que salta sola desde los estantes, pasos invisibles que rodean el exterior de la casa, voces susurrantes, nieblas extrañas, luces inexplicables, fuertes sonidos nocturnos que surgen del interior de los muebles y de los electrodomésticos…

Las personas más antiguas de la zona cuentan que estos fenómenos extraños dieron lugar a las apariciones de la Virgen en Chandavila en 1945, ayudando así a mantener la calma en el lugar.

La casa estaba abandonada en la postguerra y como está en la frontera con Portugal, resultó ser un lugar idóneo para operaciones de contrabandistas. Se dice que esos contrabandistas se encargaron de perpetuar estas las leyendas en torno a la casa para mantener alejados a vecinos y curiosos.

Fuentes:

Dichos de La Codosera

Los dichos y las frases hechas forman parte de la cultura de los pueblos. En La Codosera hay expresiones propias con señas de identidad, se dice que, en La Codosera:

no dejan las cosas para luego: las quedan para andispués

no se pasa frío: se arricen

no se oxidan las cosas: se arrujentan

no se pesca con cebo: pescan con miñocas biñocas

no se ensucian: se llenan de cascarrias

cuando se estropea algo: se changa

no hacen embutidos: hacen chasina

una cosa no está sosa: está desaboría

no pelan los embutidos: les quitan la pellica

cuando le colocan a otro el muerto: se lo endiñan

no dan golpes: pegan estacasos

no comen judías: comen fradiños

no huele mal: jiede

si alguien se cae de bruces: se pega un josicaso

un granuja: es un malté

un calzonazo: un mangajón

no usan bolsos grandes: llevan morrá

no caen heladas: caen pelúas

no hacen aguadillas: pegan samargullos

no ven mucho humo: ven sorreras

cuando una persona es lista: sabe más que los ratones coloraos

si alguien va despeinado: parecen una carqueja

no se van: transmontan

no se despistan: se quedan medio alelaos

no tienen nombre: todos somos tuuu…

los que son jóvenes: tienen una paveeraaa

no hacen siempre la misma tarea: es un rutina

no gritan: pegan unos berríos de la hostia

no salen a emborracharse: se van de chambras

no se reafirman: dicen, tonseee no? prendaaaa

no se desnudan: se quedan peletes

no hacen el amor: socotrean

una persona no es cotilla: es un joío lambusero

no se atragantan: se añugan

cuando algo está cerca: está arriente

las ventanas no están abiertas: están escancanás

no tienen el estómago pesado: están enrataos

una persona desaliñada: es un farragua

a un holgazán: le llaman gandumba

un columpio: es un blansaero

no se caen al suelo: se dan un canastraso

no dan bofetadas: jarrean gallúas

no comen: llenan la coruja

no dan capones: meten un crujía

no están tiritando: está entenguesíos

no se despeinan: se despelujan

no van mal vestidos: van jecho unfarragua

no dan evasivas: dicen ali/ayas

si se arriman mucho: son unos pegajatos

no molestan a otros: changan la narria

Fuentes:

  • Olmo Berrocal, Jose Luís (2012). La Codosera, un pueblo con raíces y costumbres rayanas

Semana Santa; El aleluya

Fotografía de codoseranos tocando el campanillo aleluyero (Imagen sacada del libro La Codosera, un pueblo con raíces y costumbres rayanas de José Luis Olmo Berrocal)

No hay nada que represente más a La Codosera como el Aleluya. Celebrar el Aleluya no es lo mismo que Correr el Aleluya, como veremos a continuación.

La fiesta ha sufrido su deformación, anteriormente, la Celebración del Aleluya tenía lugar la noche del sábado de Gloria-Domingo de Resurrección, en la que los codoseranos acudían a misa con lo que se conoce como el campanillo aleluyero. Este es el verdadero protagonista de la fiesta ya que lo hay de muchos tipos según su tamaño, sonido, procedencia, antigüedad, etc… Tenemos el caio masho (campanillo macho), la manga, la media manga, el miau, el sucaya, el revolero, la piqueta, los companihlos o chocalhos, las esquiloas o sinetas (campanillas)

Eso sí, para respetar la misa de medianoche, el badajo del campanillo debía permanecer inmovilizado con algún paño o papel para que no hiciera nada de ruido hasta que el cura finalizara la misa, a medianoche, y anunciase la resurrección con el Gloria Aleluya. En ese momento, todos los aleluyeros que habían estado fuera de la iglesia, en la plaza, esperando a que finalizara la misa, irrumpían dentro de la iglesia, avanzando por el pasillo central hasta el altar para invadir el presbiterio y hacer sonar estrepitosamente el campanillo. Tras ello, se retiraban a sus casas hasta el día siguiente cuando, a partir de las 6 de la mañana ya estaba autorizado celebrar el aleluya y se podía ir tocando el campanillo por las calles del pueblo. Este era el orden establecido: resurrección, pascua y aleluya.

En los años 50 llegó al pueblo un cura sevillano, José Martín, al que le habían contado cómo era la fiesta, pero solo de forma general. Quedó encantado y decidió, por su cuenta, que los campanilleros entraran y tocaran los cencerros aquel año, por primera vez, dentro de la parroquia durante la celebración de la misa.

Allí estuvieron los mozos puntuales ese año y en cuánto el cura dijo “¡Que abran las puertas de la calle!” el ruido que se armó era ensordecedor, no se cansaban de tocar con toda la artillería que llevaban encima y el cura no era capaz de manejar la situación. Cuando, finalmente, se cansaron y se fueron, José se prometió a si mismo que esa sería la primera y la última vez que entraban en la parroquia, al menos mientras él estuviera de párroco. Así fue, 40 años tuvieron que pasar para que los campanilleros entraran de nuevo en la iglesia.

Lo contrario a esto era Correr el Aleluya, una deformación de la fiesta procedente de la prohibición de la fiesta en la guerra civil. Consistía en que, la noche de ese mismo sábado, los vecinos del pueblo, sin importar la edad, se echaban a la calle para correr al Aleluya, esto hacía que los municipales, cuando eran la autoridad, y, posteriormente, la Guardia Civil, cuando asumió la seguridad ciudadana, también se echara a la calle, pero para capturar a cualquier aleluyero que se atreviera a romper ese orden de celebración y el silencio de la noche. La noche del sábado de Gloria se convertía en el escenario perfecto para jugar a policías y ladrones.

Esta contraparte comenzaba exactamente igual, con la diferencia de que, una vez finalizada la misa, la norma era que esa noche los aleluyeros se la pasaran huyendo, escondidos por el campo y burlándose de la policía. Los que tuvieran menos suerte, la pasarían en el calabozo hasta que dieran las 6 de la mañana y la fiesta quedara autorizada.

Mientras se corría el Aleluya, era costumbre irrumpir dentro de las viviendas habitadas, se buscaban puertas abiertas por las que; entrar corriendo, pasar al corral, de ahí saltar a la siguiente casa, salir por la puerta delantera y vuelta a repetir. Un lugar fijo de paso era la panadería.

Conociendo esto, a veces, los panaderos les tenían preparada alguna sorpresa. Dejaban las puertas abiertas, hecho que hacía que los aleluyeros se colasen nada más verlas. Entraban por el pasillo de la panadería como miuras y justo cuando ya no había forma de retroceder, los panaderos que habían estado ocultos en mitad del pasillo dejaban caer sacos de harina vacíos, aunque bien impregnados, haciendo que los aleluyeros salieran de la panadería completamente blancos, prácticamente irreconocibles.

Los codoseranos, como ya conocían la tradición, trataban de cerrar y asegurar bien las puertas, otros ponían a salvo y escondían cualquier pertenencia porque sabían que el Aleluya pasaba arrasando con todo lo que encontrara a su paso. A los más descuidados, podían desaparecerle un tablero lleno de bollos de pascua, algo tan típico y exquisito hecho por esas fechas.

Como hemos dicho al principio, la fiesta ha cambiado bastante.

Actualmente, el pueblo sigue saliendo todos los años a celebrar el Aleluya, con sus campanillos, y la madrugada del sábado al domingo de resurrección, a las 12 de la noche, los hacen sonar.

También se hace un recorrido por todo el pueblo, pero no se celebra la misa que tenía lugar antes. Aunque se busca recuperar también esta tradición.

Fuentes:

La plaga de hormigas asesinas

Hace cinco siglos, la población de Cheles (conocida como “Cheles el viejo”), se encontraba en la Dehesa de San Onofre, junto a la Sierra de San Blas y cerca del Río Guadiana, pero cuenta la leyenda que Don Juan Manuel de Villena (tercer Señor de Cheles), decidió trasladar la ubicación de la villa más al sur, cerca del embalse de Alqueva, donde se encuentra actualmente.

El motivo de ser reubicado no queda constatado en ningún documento, pero gracias a la tradición oral, se habla de una plaga de hormigas asesinas, apodadas como “hormigas de fuego” por tener la cabeza roja y cuerpo negro, que asedió la población. Se dice que la aparición de esas hormigas puede deberse a que los cheleros en su día viajaron a hacer las Américas y se las trajeron sin darse cuenta en sus propios fardos. Allí proliferaron hasta hacerse con el pueblo.

Se cuenta que, aproximadamente en el año 15000, una marabunta de hormigas voraces tomó el pueblo, llevándose por su paso toda la vegetación y la madera de las casas. Esto creó pánico en el pueblo, ya que además estos insectos se cebaron especialmente con los niños y el ganado, a quienes llegaban a producirle la muerte a causa de su mordida.

Los padres de las criaturas, según cuentan los más ancianos de Cheles, llegaban a subir a sus hijos en hamacas que colgaban de las encinas intentando protegerlos.

Tras ver que aquello era imposible de erradicar sin hacer más daño del que tenía el pueblo, decidieron prenderle fuego para acabar con el enemigo y cortar por lo sano de una vez por todas.

Una vez que le dieron fuego, se retiraron hacia el río para protegerse de las llamas y ver como el pueblo que había sido su cuna hasta entonces, se hacía cenizas.

Actualmente, los únicos vestigios que quedan del lugar son los restos del castillo, dos ermitas y algunas viviendas.

Fuentes:

 

Certamen Gastronómico del Cerdo Ibérico

En el calendario de Barcarrota, el mes abril está marcado en rojo debido a una de sus citas más importantes. Se celebra el Certamen Gastronómico del Cerdo Ibérico, inaugurado por primera vez en el año 2005. Esto significa que ya, siendo 2022, son ya XVII ediciones festejadas.

Cartel del Certamen Gastronómico del Cerdo Ibérico 2022. Fotografía de la página web de dicho Certamen.

La programación de esta feria gastronómica aúna muchas actividades que se llevan a cabo a lo largo de un fin de semana, dando comienzo el viernes con la inauguración por parte del alcalde, quién dedica unas palabras a sus vecinos para animarlos a disfrutar de la feria, de su producto autóctono y darle así la bienvenida que se merece un certamen de esta categoría y trayectoria.

Normalmente, para la primera toma de contacto y tras la inauguración, los barcarroteños disfrutan de una degustación de migas con café. A partir de ahí, durante todo el fin de semana se realizan talleres infantiles, de diferente temática cada año;  Concurso Gastronómico de Cocineros Profesionales, el cual solo lleva celebrándose XI ediciones, a pesar del tiempo que hace que se lleva a cabo esta feria; ruta de la tapa, visitas guiadas, degustación de comidas típicas de la tierra (garbanzos, patatas con costillas, gazpachos, ibéricos, etc.) en la que suele colaborar las Asociaciones de Mujeres “Altozano” y “Francisco Sosa” de Barcarrota, actuaciones de baile, Concurso de Gastronomía Popular del Cerdo Ibérico en el que participan diferentes Centros de Mayores de la región, programa de radio (“A cuerpo de Rey”) de Radio Cope Extremadura en directo desde el lugar de celebración, Concurso de la Tapa Ibérica a cargo de asociaciones de la propia localidad,  cata de vinos, exhibición de corte de jamón, Jornadas Técnicas del Cerdo Ibérico que llevan celebrándose XII ediciones, concurso de repostería, actuaciones de coro, demostración de casquería, conciertos, animación a cargo de Djs, concurso de cortadores de jamón “Ramón Jaime Merchán” (celebrada XI ediciones), jornadas didácticas y el acto de entrega del Premio “Encina de Plata”.

No cabe duda de que el Certamen Gastronómico del Cerdo Ibérico supone un punto de encuentro para los vecinos de Barcarrota en donde pueden disfrutar de productos típicos de la tierra y pasar un fin de semana en comunidad.

Insignia del Certamen Gastronómico del Cerdo Ibérico (Barcarrota, 2022). Fotografía del Ayuntamiento de Barcarrota.

Cortador de jamón en el Certamen Gastronómico del Cerdo Ibérico de Barcarrota (2022). Fotografía del Ayuntamiento de Barcarrota.

Fuentes:

El arriero y los ladrones

Camino para Mancha caminaba un arriero;

Buen zapato, buena media y buen bolso de dinero,

Jarriaba siete machos, ocho con el delantero;

Nueve se pueden llamar con el de la silla el freno,

Al revolver de una esquina, siete ladrones salieron.

Le preguntan los ladrones: – ¿Dónde va, mozo arriero?

-Camino para la Mancha, con un encargo que llevo.

-Pa la Mancha vamos todos, todos juntitos iremo.

De lo siete que aquí vamos, ninguno lleva dinero.

-Por dinero no lo hagáis, que yo dinero lo llevo;

Que llevo aquí más doblones que estrellitas tiene el cielo.

Los ladrones se miraron y todos se sonrieron,

Y a la venta de Aragón a beber vino se fueron.

El primer vaso de vino fué para el mozo arriero,

Y él no lo quiso beber, porque tenía veneno.

De los siete que allí iban, siete sables descubrieron,

Y el mozo descubrió el suyo, que cortaba hasta el acero.

De los siete mató a cinco, y dos se fueron huyendo.

La cantinera gritaba por si le acude el pueblo.

Ya le acudió la justicia; prendieron al arriero.

L’ escribió una carta al rey contándole su proyecto.

Cada renglón que leía, el rey se iba sonriendo:

-Si, como has matado a cinco, hubieras matado a ciento …

Siete reales tiene el mozo mientras viva en este reino,

Y cinco la cantinera, por el vino que bebieron.

 

Fuente:

  • Gil García, Bonifacio. Romances Populares de Extremadura: recogidos de la tradición oral (1944). Págs. 60-61.
  • Fotografía de la portada: https://www.freepik.es

El caballero don Marcos

Dentro del gran abanico de romances novelescos que existen y que Bonifacio Gil recogió para dejar plasmados en su libro “Romances Populares de Extremadura: recogidos de la tradición oral”, se ha encontrado el de “El caballero Don Marcos” perteneciente a Almendral:

Yo conocí a una mocita. / Su madre la maldició:

Que siete hijos tuviera, / y todos siete varón.

-No me maldiga usté, madre; / no me maldiga, ¡por Dio!

Déme usté caballo y sable, / que a la guerra me voy yo.

 

– Tienes el pelo muy largo / para hacer de hembra varón.

– Yo me l’ ocultaré, madre, / dentro de mi morrión.

– Tienes el pecho muy ancho / para hacer de hembra varón.

– Yo me l’ ocultaré, madre, / dentro de mi corazón.

 

Ha cogido su caballo, /ya la guerra se marchó.

Una tarde, en el paseo, / el gorro se le cayó.

Un infante que allí estaba, / d’ ella fue y s’enamoró,

Y la novia que tenía, / llorando se retiró.

 

(Estribillo)

– Madrecita de mi alma, / que yo me muero de amó;

El caballero don Carlos / es hembra, que no es varón.

 

– Convídalo, hija mía (sic), / a comer un día a la mesa,

Que si él fuese mujer, / en lo más bajo se sienta.

Convidó a tres caballeros / un día a comé a la mesa,

Y el caballero don Carlos / en lo más alto se sienta.

 

(Estribillo)

– Madrecita de mi alma, / que yo me muero de amó;

El caballero don Carlos / es hembra, que no es varón.

 

– Convídalo, hija mía, / un día a comer manzana,

Que si él fuese mujer, / toditas las despreciara.

Convidó a tres caballeros / un día a comer manzana,

Y el caballero don Carlos / los bolsillos se llenaba.

 

(Estribillo)

– Madrecita de mi alma, / que yo me muero de amó;

El caballero don Carlos / es hembra, que no es varón.

 

– Convídalo, hija mía, / a tomar baños un día,

Que si él fuese mujer, / desnudarse no podría.

Convidió a tres caballeros / a tomar baños un día,

Y el caballero don Carlos / desnudarse no quería.

 

Lo ha cogido de la mano / y a palacio lo llevó;

Lo ha llevado y lo ha peinado / y de seda lo vistió.

– Yo no me llamo don Carlos, / ni tampoco soy varón;

Que me llamo Isabelita, / Isabel me llamo yo,

Y soy la mejor señora/ que pasea por Badajó.

 

Fuentes:

  • Gil Muñoz, Carlos. Cancionero Popular de Quintos y Soldados (2002)
  • Gil García, Bonifacio (1944). Romances Populares de Extremadura: recogidos de la tradición oral; Págs. 54-55.
  • Fotografía de la portada: https://www.freepik.es

Jornadas Micológicas Transfronterizas de La Codosera

Es un evento que se realiza desde 2006, convirtiéndose por primera vez, en 2019, en unas jornadas transfronterizas. Busca mezclar el sector de la micología con otros como, por ejemplo, el de la cocina. Este año, 2022, será la 18ª edición. Se celebran en octubre/noviembre, dependiendo de las primeras aguas, ya que las setas dependen de ello y suelen durar un fin de semana.

Cartel de las XVIII Jornadas Micológicas Transfronterizas de La Codosera (Imagen sacada de la página de Facebook del Ayuntamiento de La Codosera)

Antes de la pandemia, las jornadas se llevaban a cabo entre Portugal y España. Se comenzaba en Portugal con una recolecta de setas, concursos de fotografía, cocina en vivo, etc. y luego ya se pasaba a celebrar en La Codosera, con salida, de nuevo, al campo para recolecta de setas, diversos talleres, ruta de la tapa, mercado de otoño, animación por parte del grupo “La Besana”, ponencias, conciertos y hasta una ruta por los parajes rayanos.

Durante la pandemia, se optó por un cambio más de proximidad, organizando una ruta para recolectar setas, con la ayuda de la Sociedad Micológica Extremeña, quien se encarga de catalogarlas y exponerlas en la casa de la cultura, llegando a haber una variedad de más de 300 especias.

Las jornadas se celebran de la siguiente manera:

  • Comienzan con una recogida de setas, el viernes, gesto que aprovechan los más fans de las setas para pasar el día en el campo y comer allí en lo que llama día de bota y campo.
  • El sábado suele ser un día más para familias y gente de fuera de la localidad, que desconocen la fiesta y vienen a formar parte de ella.
  • Por último, el domingo, se realiza una entrega de premios: a la seta más grande, la más rara, etc.

A continuación se puede ver el programa de este año para tener una idea del evento en general:

Programa de las XVIII Jornadas Micológicas Transfronterizas de La Codosera (Imagen sacada del sitio web de La Codosera)

Programa de las XVIII Jornadas Micológicas Transfronterizas de La Codosera (Imagen sacada del sitio web de La Codosera)

Durante las Jornadas Micológicas también tiene lugar un mercado artesano, en él los artesanos de la zona tienen la oportunidad de exponer sus productos durante la fiesta. No es algo fijo, ya que se mueve entre otras celebraciones, como puede ser la Feria Raiana.

Este año, se espera recuperar la tradición de comenzar la celebración en Portugal.

Fuentes:

Fandango de Almendral

El Fandango de Almendral es íntegramente instrumental y tanto su melodía como su danza fueron recogidas por Dolores Marabé Lasso, que investigó este tema junto con Don Manuel Núñez.

En cuanto a la danza, ésta se compone de varios pasos al compás de la melodía que se repite varias veces. La posición inicial serán parejas intercaladas en cuadros y el baile Sería el siguiente:

– 1er estribillo: la mujer, con las manos en jarra, va hacia el hombre que tiene enfrente y juntando sus hombros derechos dan 2 vueltas en el sitio del hombre, mientras éste está con el brazo izquierdo arriba.

-1er paso: se realiza el paso de jota, empezando hacia el público como medio paso. Se hace saltando y andando.

-2º estribillo: El hombre, con el brazo izquierdo hacia arriba, va hacia la mujer que tiene las manos en jarra, y hombro con hombro da 2 vueltas en el sitio de la mujer.

-2º paso: Paso parecido a la “Guindilla”, pero siempre por el mismo lado. Se empieza picando con el pie izquierdo en el sitio y en el medio.

-3er estribillo: este paso se hace por cuadros y los cuatro van juntos al centro hombro con hombre completamente juntos y dando 2 vueltas.

-3er paso: sin mover los brazos y con la rodilla en el suelo, como el primero de “La Siberia” empezando con el derecho de frente a la pareja y luego con el izquierdo sin cambiar de posición. Se hace una vez con cada pie.

-4º estribillo: las mujeres con las manos en jarra, dan 2 vueltas en el centro, hombro con hombro. Después el hombre, con el brazo izquierdo arriba, da 2 vueltas en el centro también hombro con hombro. Finalmente enganchan las mujeres con los hombres y, finalmente, dan otras 2 vueltas juntos.

Fuentes: