Rituales de rogativas

Entendemos como ritos de culto aquellas manifestaciones de la religión cristiana hacia Dios, a la Virgen y a los Santos. El culto se compone de los ritos y las creencias con las que se contribuye a este homenaje.

Uno de los ritos de culto vinculado a la ciudad de Badajoz que podemos encontrar son los rituales de rogativas. Estos consistían en actos comunicativos entre los creyentes y la divinidad por medio de imágenes sagradas que adquirían la condición de protectoras.

El ritual con el que se desarrollaban las rogativas consistía en misas y procesiones, junto a otros cultos y ceremonias.

En Badajoz en tiempos de sequía se hacían rogativas ad petendam pluviam a la Virgen de Bótoa. Para el desempeño de las rogativas se celebraban rituales que consistían en el traslado de la virgen desde su ermita en el campo, a la ciudad, hasta llegar al altar mayor de la catedral, donde se la colocaba al lado del Evangelio. En este trayecto los cabildos, cofradías, la hermandad de Bótoa, los clérigos y el obispo acompañaban la procesión general de las rogativas por lluvias. Seguidamente los cabildos y la ciudad celebraban novenarios y misas. Cuando la virgen vuelve a su ermita, el trayecto que se realizaba era desde la catedral hasta la Puerta de Palmas y de esta al Fuerte de San Cristóbal.

En los casos de sequía continuada se hacían rogativas públicas y procesiones generales implorando lluvia. La Virgen de Bótoa, la Virgen de la Soledad, el Cristo del Claustro y San José se trasladaban a la catedral.

Cuando continuaba la sequía a San José se le hacía una procesión general portando a la Virgen de Bótoa a la ermita del santo. Y desde ahí se bajaban las dos imágenes en procesión. Al finalizar las rogativas, los hermanos de Bótoa llevaban la imagen desde el puente viejo y Puerta Palmas a su ermita y el cabildo acompañaba a la de San José a la suya, situada en la parte antigua de la ciudad.

En 1746 hubo una plaga de langostas en la ciudad de Badajoz. En esta ocasión se sacaron en procesión general de rogativas a la imagen de San Atón y las reliquias de la catedral. El Cabildo eclesiástico y la ciudad fueron a la ermita de San Roque. Se realizaron conjuros y se bendijeron los campos.

En 1764, la ciudad de Badajoz sufrió diversas calamidades: como la peste y la sequía durante muchos meses. Para combatir la situación se hicieron rogativas a la Virgen de la Soledad, procesiones y rituales de acción de gracias en el claustro de la catedral. La imagen de la Virgen de la Soledad se trasladó desde su ermita a la catedral acompañada por los cabildos, el clero y los hermanos de San Pedro. Tras la procesión, se colocó la imagen en el altar mayor, delante de San Juan.

En 1791 se produjo la última sequía documentada de la ciudad de Badajoz según Hernández Tolosa. Una vez más se recurrió a la patrona de Badajoz cuyo ritual fue muy similar a los anteriores.

En la  siguiente imagen  se muestra un resumen sobre la relación de las imágenes sagradas de los pacenses y sus correspondientes rituales de rogativas.

Tabla que muestra la relación entre imágenes sagradas y sus rituales de rogativas

Fuentes: