“Vaquillas del aguardiente” por San José

El patronazgo de San José va ligado a la historia festiva de Badajoz desde 1230, año de reconquista de la ciudad por las tropas del rey leonés Alfonso IX y de las órdenes militares de Santiago y Alcántara.

Según Juan Solano de Figueroa, cronista de Badajoz del siglo XVII, la reconquista se produjo un 19 de marzo de 1230, día de San José.

Cerca de la alcazaba se levantó su ermita y, a su lado, una plaza en honor al santo patrón. Esta fue la primera plaza que tuvo Badajoz convirtiéndose en escenario de los primeros mercados, ferias y gozos de la cuidad.

Una de las tradiciones populares ligadas a San José, y que más furor causaba, era “el toro del aguardiente”. Este festejo tuvo años de declive, pero en 1991 se vuelve a recuperar esta tradición histórica gracias a la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo.

A partir de ese momento las “vaquillas del aguardiente” se popularizaron, constituyendo unos encierros al modo tradicional por las diversas calles del casco histórico de la ciudad.

En los años 1991 y 1992 los encierros tuvieron recorridos diferentes a los iniciales, culminando en una plaza de toros portátil situada en lo que hoy conocemos como la plaza San Atón.

La jornada de los corredores de esta tradición festiva comienza temprano. Los más madrugadores tienen la oportunidad de degustar perrunillas con aguardiente (de ahí el nombre de esta costumbre popular) en unos despachos que la Asociación vecinal ha situado en el barrio. A medida que pasa el tiempo la expectación va en aumento y las calles estrechas se pueblan de vecinos para ver los encierros.

A media mañana se procede al inicio del recorrido de las vaquillas adueñándose de las calles. Los mozos que corren detrás suelen ser más que los que van delante.

Las personas que contemplan este festejo suelen refugiarse en balcones y portales. Normalmente la duración de estos encierros es corta. Al final de la jornada las reses se llevan a la plaza, donde tiene lugar una prolongada capea y finalmente concluye este jolgorio popular.

Las Vaquillas del Aguardiente han continuado hasta el año 2017 como una tradición de los pacenses, teniendo lugar en el recinto de la alcazaba.

Actualmente, los vecinos del casco antiguo, en función de los tiempos que corren, han decidido acabar con esta tradición con más de 35 años.

Estas fiestas se celebraban entre el mes de  marzo y el mes de abril.

Fuentes: