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Vocabulario de Olivenza

Olivenza se caracteriza por ser bilingüe, ya que se habla en español y en portugués.

El portugués de Olivenza se llama “Fala de Xalima”. Esto es fruto de su nacimiento en el siglo XIII en territorio español. No pasó mucho tiempo cuando pasó a formar parte de Portugal, en el año 1297 y perteneció al país luso durante 504 años, hasta 1801. Desde entonces, se considera que en Olivenza el portugués que se habla es el moderno de tipo alentejanos con algunos rasgos antiguos de origen español.

Vocabulario

A

  • Abadeo: carraleja, abadejo.
  • Abibe: avefría.
  • Abibre: travieso.
  • Abóbara: calabaza estofada.
  • Abruyar: empezar a brotar la bruya o yema de un injerto.
  • Aemoriari: engavillar las taramas para hacer carbón.
  • Afugadus: quemado.
  • Agaveta: cajón de la mesa de cocina.
  • Agrones: berros.
  • Al avío: ir de compras para comer.
  • Alabasa: romaza.
  • Alahtrar/Alastrar/Alantar: crecer lateralmente las ramas de un árbol.
  • Alarvisis: faroleo.
  • Albarda: pieza de aparejo de caballerías. Utensilio para cargar animales (burros, mulas…)
  • Albrisis: albaricoque.
  • Albroita: cebolla albarrana.
  • Alcarrota: algarroba.
  • Alcipresti: ciprés.
  • Alcofa: espuerta.
  • Alembro: me acuerdo.
  • Alfanhe/Alfanje: parte del molino de aceite donde se deposita la masa de aceituna molida.
  • Alfasa: lechuga.
  • Alfazema: espliego.
  • Alforja: utensilio de tela que se cuelga al hombro para llevar comida y otros utensilios.
  • Alguidari: baño.
  • Alicati: tenazas de la lumbre.
  • Alicim: romero.
  • Alicóptero: libélula.
  • Aliñabar: hilvanar.
  • Aliñavado: hilvanado.
  • Aliqueraro: alacrán cebollero.
  • Almohadón: travesero.
  • Alpaca: heno.
  • Alpargata: calzado de lona con suela de esparto o cáñamo, que se asegura por simple ajuste o con cintas.
  • Amañadu: arreglado.
  • Ambopea: ciempiés.
  • Amentulia: alcuza.
  • Andansio: enfermedad.
  • Andrinas: ciruelas.
  • Anduriña: golondrina.
  • Antopea: ciempiés.
  • Añugado: atragantado.
  • Apaleo: conversación.
  • Apoquinar: pagar.
  • Apurando: rematando.
  • Arcaflas: pendientes, zarcillos.
  • Arganillos: aretes para alumbrar los cerdos.
  • Arrabaseo/Arrabasero: el que come fruta en cualquier estado.
  • Arrillada/Arrejada: se utiliza para raspar el barro de los carros.
  • Arrusón: vestido muy bajo.
  • Artero: mañoso.
  • Asada: tinaja del agua.
  • Asafari: fuente.
  • Asetonas: aceitunas.
  • Asneras: ignorantadas, tonterías.
  • Assiadu: aseado.
  • Asubibi: aperitivos pequeños.
  • Atafullada: entrapada.
  • Atarracao: encerrarse por dentro.
  • Ataum: entonces.
  • Atayas: tinajas grandes del vino, de aceitunas y vinagre.
  • Atormentado: que va a hacer tormenta.
  • Atorrullarse: atolondrarse.
  • Atosigada: agobiada.
  • Atrapallada: atareada, trabajo entre manos.
  • Avellisi: vejez.
  • Avespura: avispa.
  • Aviao: llevar las cosas preparadas para comer.
  • Avivi: avefría.
  • Azubia: empanadilla.

B

  • Bacelo: plantación nueva de viñedo.
  • Bacuriño: cerdo pequeño.
  • Bácuro: cerdo.
  • Badalo: loca, traviesa.
  • Badana: mujer acabada, vieja.
  • Badila/badil: paleta de hierro u otro metal, para mover y recoger la lumbre en las chimeneas y braseros.
  • Badilejo: paleta de albañil.
  • Balburdia: barullo, jaleo.
  • Baldi: cubo.
  • Barbecho: estar labrado.
  • Barbulla: picadura infectada, grano, herida.
  • Barecha: mosca de la carne.
  • Barexa: mosca que estropea la carne.
  • Barrañali: baño.
  • Barrañón: baño grande de barro.
  • Barril: botijo.
  • Basarecu: pinico, orinal alto.
  • Bascullo: escoba basta para barrer.
  • Basofia: jactancioso, que se echa “pa’lante”.
  • Basoira: escoba.
  • Baulé: veleta, que piensa una cosa cada vez.
  • Baxiñu: bajo. 
  • Bebedela: borrachera.
  • Bicas: caños de las fuentes.
  • Bichito de luz: luciérnaga.
  • Bico: señal.
  • Bielgo: horquilla del campo, grande.
  • Biquera: punta del zapato.
  • Bisorga: elementa.
  • Blansia: sandía.
  • Boa: buena. 
  • Bom rapás: buen mozo. 
  • Borrega trillada: una ampolla reventada.
  • Botica: farmacia
  • Brabo/Bravo: patrón silvestre del injerto. “Injertar sobre bravo” (injertar sobre un árbol silvestre).
  • Brincus: pendientes de la reina.
  • Broquis: verdura parecida a la col de color morado.
  • Bruños: ciruelas.
  • Bruya: injerto, yema. Ej. “dame una bruya pa’ injertá”.
  • Búcaro: cafetera.
  • Buleta: bellota.
  • Busata: hucha.

C

  • Cabana: lo que se daba en los cortijos por semana para comer.
  • Cabetes: cordones de los zapatos.
  • Cabida: para colocar la ropa y los zapatos.
  • Cadela: perra.
  • Cágadus: tortugas.
  • Caganchin: herrerillo.
  • Cagarola: miedoso.
  • Cagarriña: cardillos.
  • Cahcabullo: cáliz. Cúpula, glande de la bellota.
  • Cajillo: ataúd.
  • Calabritas: montar en las espaldas.
  • Calda: agua caliente que se echa a las aceitunas en el prensado.
  • Calda: el agua caliente que se echa a la masa de aceituna en la operación de caldar (prensar la aceituna).
  • Calda: el agua caliente que se echa a la masa de aceituna en la operación de caldar.
  • Calesa: impacto que produce un repión a otro.
  • Caliche: la cal caída en el suelo.
  • Calsas: pantalones.
  • Caltín, casetín: calcetín.
  • Calzones/as: bragas.
  • Cambayota: caída.
  • Cambiada: zancada, paso largo.
  • Camisah: hojas de la mazorca.
  • Candea: candil.
  • Canicayu: perrito.
  • Canivetes: navajas mochas.
  • Cantarera: donde se colocan los cántaros.
  • Carbureros: acetilenos.
  • Cardensoli: cardiazol.
  • Carocas: mentiras.
  • Carocha: cucaracha.
  • Carolo: chicote.
  • Carosa: cucaracha.
  • Carrasa: garrapata.
  • Carrespeso: un enredo de lana.
  • Cartada: carga de mies.
  • Cascabelis: cascabeles.
  • Cascarada: descaro.
  • Catre: cama ligera, para una sola persona.
  • Cavanillo: cesto.
  • Cegato: miope.
  • Ceras de olivar: unidad de medida. Lo que tarda un hombre en labrar con una collera de mulas y arado durante todo el día de sol a sol.
  • Cigarrega: cigarra. 
  • Codis: cinturilla.
  • Coguta: pájaro pequeño parecido al pardal.
  • Colo: brazos.
  • Como: gajo.
  • Conversal: conversación.
  • Copu: vaso.
  • Corela/Curela: terreno labrado de poca extensión. Suerte de tierra.
  • Corremasa: apresado, nervioso.
  • Corrobia: vino que se bebe después de firmar un contrato. 
  • Costas: espaldas.
  • Cravos: claveles.
  • Cubícalo: habitación pequeña.
  • Cucharro: panera.
  • Cucurubacha: cucaracha.
  • Cuellu: conejo.
  • Cuenda: cordón que se mete por el hueco de la jareta.
  • Cuentru: cilantro.
  • Cuitadiño: pobrecito.
  • Culeros: pañales.
  • Currioli: planta silvestre de flores amarillas.
  • Curronchele/Curroncheleh: planta verde que se cría en los tejados.

CH

  • Chafaríz: pila de donde beben los animales.
  • Chapéu: sombrero.
  • Chero: mal olor. Ej. “hay un chero que apesta”.
  • Chinato: piedra pequeña.
  • Chinero: armario para guardar utensilios de cocina. 
  • Chita: poca calidad.

D

  • Descaqueado: limpio, reluciente.
  • Descomposta: descompuesta. 
  • Despique: aclaración de un enfado.
  • Destemida: desbarrada, fuera de quicio.
  • Diafa: gratificación que se hace al rancho de los obreros, después de terminar la recolección de aceituna.
  • Doctorisi: que quiere imponer siempre su entena.
  • Doniña: comadreja.
  • Duenti: enfermo.

E

  • Ehcancarar: abrir una puerta. 
  • Eita: llamada de atención.
  • Embarrar: blanquear.
  • Embatucado: admirado.
  • Embofiada: trabajo de mucho enredo y poco rendimiento.
  • Embollarse: llenarse de caca.
  • Embrullar: envolver.
  • Emperrado: empeñado.
  • Empestillar: discutir.
  • Empirufar: ganar el juego.
  • Empulerarse: subirse.
  • Entallar: pillar.
  • Entrisado de frío: arrecido de frío.
  • Encafuarse: meterse en casa.
  • Encalar: blanquear.
  • Encarrillarse: cerrarse.
  • Engadañado: encogido de frío.
  • Engargar: atragantarse.
  • Ensieradas (manos): agrietadas de frío.
  • Entrisca: frío.
  • Entrudu: carnaval.
  • Entrunfadu: enfadado.
  • Entumida: encogida, agarrotada.
  • Entupar: obstruir.
  • Enyuado: si un niño está empachado.
  • Enyuella: ponerse de rodillas.
  • Enyugado: atragantado.
  • Escachinar os parcos: matar los cerdos.
  • Escalfada de andar: cansada de andar.
  • Escancarar: abrir.
  • Escandalera: formar escándalo.
  • Escaravellu: escarabajo.
  • Esnela: ventana.
  • Espallafato: formar escándalo.
  • Espetera: donde se cuelgan los cacharros.
  • Espingarda: escopeta.
  • Espinger: caspa.
  • Espirrar: estornudar.
  • Espoliarse: revolcarse.
  • Esqueser: olvidar.
  • Estrafegu: cuando se tiene que hacer mucho.
  • Estrempis: estrébedes.
  • Estrugayo: levantada de cascos.
  • Estruncados: rotos.
  • Esturricar: quemar.
  • Excavacada: estropeada.

F

  • Faca: cuchillo.
  • Falluela: piedra para jugar al truqui.
  • Fallupas: castellanos o chispas que saltan de la lumbre.
  • Fañoso: mocoso, gangoso, rañoso.
  • Fariñera moli: morcilla de sangre.
  • Farpela: ropa vieja.
  • Farragua: persona desidiosa, dejada.
  • Fartadela: hartura.
  • Fascayada: puñalada.
  • Fastudu: persona habilidosa que trabaja en muchas cosas.
  • Fatexas: rastras para sacar el cubo del pozo cuando se cae.
  • Fatías: rebanadas fritas.
  • Fechar: cerrar.
  • Ferra: badil.
  • Ferru: la plancha.
  • Fervi-fervi: cuando una persona se mueve poco.
  • Fetexera: bruja
  • Fiambrera: recipiente para llevar la comida.
  • Filloxis: dulce parecido a los gañotes.
  • Fiscaya: ropa pasada de moda.
  • Fita: cinta.
  • Flusiñas: pájaro, pequeñísimo y gris.
  • Folgas: no hacer nada.
  • Fomi: hambre. 
  • Fondisa: que huele mal.
  • Forrajal: campo de forraje. En Olivenza es una tierra de poca cabida, situado en la campana del pueblo. Ej. “he vendido un forrajal de media fanega”.
  • Fradiño: alubias que tienen dos caras.
  • Franganito: pollo.
  • Fransello: cernícalo.
  • Fredas: monjas.
  • Fregón: trapo para fregar el suelo.
  • Frijón: alubias.
  • Fudurento: antipático y de mal carácter.
  • Furmiga: hormiga.
  • Furnalla: hornilla.
  • Furrusento: oxidado.
  • Fusiri: escaparse.

G

  • Gabeyoto: el que toma fincas en arriendo para subarrendarlas.
  • Gabino: cabina de teléfono.
  • Gafañote/Gafañoto: saltamontes, langosta.
  • Gaiboto: aviones, ave.
  • Galiquera: enfermedad venérea, sífilis.
  • Galo-pedrés: gallo.
  • Gameyón/Cameyón: forma de siembra en que la planta nace en la parte alta del lomo. Ej. “esa sementera está hecha un cameyón”.
  • Ganidu: avergonzado, quejándose.
  • Garfu: tenedor.
  • Gargalo: brocal del pozo.
  • Garganero: egoísta, acaparador.
  • Garrapatos: judías verdes.
  • Garrasa: garrapata. 
  • Gatada: faena mala.
  • Gera: cantidad de terreno que labra una yunta de sol a sol, o en un día. Ej. “He comprado 20 geras de olivar”.
  • Gomari: planchar.
  • Gomo: gajo de naranja. 
  • Grabullento: inquieto.
  • Grali: mortero.
  • Grão: garbanzo/grano. 
  • Graun/Graus: garbanzos.
  • Grilo: grillo.
  • Guantis: guantes.
  • Guisu: cascabel.

H

  • Haderlo: hacerlo. 
  • Haronda: cerda.
  • Herrerito chico: herrerillo común.
  • Herrerito con moña: herrerillo capuchino.
  • Herrerito grande: carbonero.
  • Hervillas: guisantes.

I

  • Imaginaria: guardia de noche. 
  • Infierno/Infiernillo: depósito a donde va a parar la masa de aceituna ya molida. Este era el nombre antiguo. Ahora se llama alfanje.
  • Informada: desarrollada.

J

  • Jamuga: silla de la mula.

L

  • Lagoa: charca.
  • Lahtrar: crecer lateralmente las ramas de un árbol.
  • Lambuzar: refregar.
  • Lambuzo: glotón. 
  • Lansoli: sábanas.
  • Lárgaro: tiznar con tiza.
  • Lavarinto: escándalo.
  • Lecri: abanico.
  • Lenguarón: bocazas, que no sabe guardar secretos.
  • Lensu: pañuelo.
  • Lerias: explicaciones más o menos pesadas.
  • Liboria: tonta.
  • Limpu: limpio. 
  • Loiro: laurel.
  • Londra ratiña: terrera.
  • Lusencú: luciérnaga.

M

  • Maca: silla.
  • Machada: hacha.
  • Machurrá: ganar mucho jugando.
  • Madorra: tonta, obsesiva.
  • Magarsa: margarita.
  • Magasón: burla.
  • Maharico: albahaca.
  • Malandro: gandul.
  • Maluco: ido de la cabeza.
  • Maluta: lucha.
  • Mamila: grano, quiste.
  • Manturiali: geranio, enredadera.
  • Marafona: pepona, muñeca jea o mal hecha.
  • Mariola: gandul, poco amigo del trabajo.
  • Marmelo: membrillo.
  • Marransona: mujer descuidada en la higiene.
  • Masaricu: albahaca.
  • Mascarra: tiznas.
  • Mascarrones: manchas al pintar.
  • Melaum: melón.
  • Melloras: mejorarse.
  • Merlus: mirlo.
  • Mexidas: movidas.
  • Michano: variedad de mosquito.
  • Michiriquera: meterse en todo.
  • Miedo: fantasma.
  • Millafre: cernícalo primilla.
  • Milleruco: abejaruco.
  • Miocas: lombrices.
  • Modernisi: moderno.
  • Mojadela: remojón.
  • Molisnar: lluvia finita, chispear.
  • Mondar: escardar:
  • Mondonga: morcilla con sangre y aliño.
  • Monti: cortijo.
  • Morgaño: araña.
  • Morral: utensilio para que comieran los animales (burros, ovejas, caballos, etc.) sin que se moviesen del sitio.
  • Mosicos: trocitos de pan que sobran.
  • Mursego: murciélago.
  • Mursela: morcilla.

N

  • Navayas: navajas.
  • Negral: hematoma, cardenal.
  • Negrón: oscuridón.
  • Nervosa: nerviosa.
  • Nodas: manchas.
  • Nógados: piñonate.
  • Noiva: novia.

O

  • Osga/Oshga: salamandra, salamanquesa.

P

  • Paderiña: la buena mujer que sale en el entierro del señor y canta por semana santa.
  • Palanco: avena loca.
  • Palostrato: regaliz.
  • Panaviaun: pasmao, tranquilo.
  • Pancas, estar en: estar en vilo.
  • Pándiga: juerga.
  • Panelero: servil, que da coba.
  • Panera: olla.
  • Panera: pila de lavar, o cucharro.
  • Pantana, caída de: caerse hacia atrás.
  • Paño: merienda, comida.
  • Papagayo: loro.
  • Papalbiya: garduña.
  • Paparro: vencejo.
  • Pardal: gorrión.
  • Pargüela: marica.
  • Parvuera: tonterías.
  • Pasarola: órgano sexual femenino.
  • Patarnal: descanso de la escalera.
  • Patarnero: agua vertida por el suelo y pisoteada.
  • Patatús: mareo o ataque.
  • Patetisi: caer en una catetada.
  • Pega: corneja.
  • Pegañisi: pegajoso en el querer.
  • Pejiguera: persona pedante, latoso/a.
  • Pendensia: estar pendiente a cargo.
  • Pentasilgo/ Pintasilgo: jilguero.
  • Pentiari: peinar.
  • Pentiarsi: peinarse.
  • Pepona: muñeca.
  • Perna: pierna.
  • Pero: manzana.
  • Perrunilha: torta pequeña, perrunilla.
  • Persevellu: chinche.
  • Pescuezo/pescueza: cuello.
  • Pésigo: melocotón.
  • Pial/Piali: umbral, banco de piedra
  • Picabuey: garcilla bueyera.
  • Picanso real: alcaudón real.
  • Picanso: alcaudón.
  • Picha: pene.
  • Pida: pedir dinero.
  • Pieciño: cuando se remata por abajo al embarrar, la cinta.
  • Pilfantes: dar puntadas largas y mal hechas.
  • Pilintra: desidiosa, mal vestida.
  • Pillera: topetón.
  • Pimienta: pimentón.
  • Pinera: cedazo.
  • Pinico: orinal alto.
  • Pinta: gota de cal.
  • Pintaiña: bollo en forma de gallina poniendo el huevo adornada con muchas cintas de colores.
  • Pisadela: pisotón.
  • Pisar: machacar «el pisao» (el machado de las comidas).
  • Pito de rey: cactus variado.
  • Piugas: calcetines.
  • Pombo: palomo.
  • Popa: mujer poco limpia.
  • Porrón: botijo.
  • Posío: no estar labrado, tierra no labrada.
  • Posta de pescado: trozo de pescado.
  • Pova/povicha: tacaño.
  • Poya: renta pagada en pan o en aceite al dueño del horno o del molino.
  • Poyo de la puerta de la calle: umbral.
  • Poza de agua: charcos.
  • Preguetas: puntas.
  • Presepio: a una cosa como adorno en casa, sin que nadie lo toque.
  • Pretina: bragueta.
  • Puchero: vasija de barro u otros materiales utilizada para cocinar.
  • Puleros: columpios, palos atravesados en las jaulas.
  • Purraum: porrón.

Q

  • Quitar: sacar.
  • Qushari: quejar.

R

  • Ramaum: granada.
  • Ramela: legaña.
  • Raños: mocos.
  • Rapa: tijereta, cortapicos.
  • Rapases: muchachos.
  • Raseras: rosales.
  • Rastrullada: cantidad de gente.
  • Ratus: ratones.
  • Rayari, brigari: reñir.
  • Recadito: dar recuerdos.
  • Regato: arroyo pequeño; remanso poco profundo.
  • Relatar: reñir.
  • Rencoyo: carnero con un solo testículo.
  • Rente: al filo.
  • Repesa: arrepentida.
  • Resconde: escondite (juego).
  • Retrato: fotografía.
  • Revenidos: blandos.
  • Revoco: pared sin cal blanca.
  • Revoludo: que no se está quieto.
  • Revulisio: alboroto.
  • Rezumbeña/Saltona: se dice de la aceituna que cae distante del árbol, al varearlo.
  • Ripar: pasar la mano a contra pelo. Malestar que ocasiona a los animales cuando se le corre la mano desde la extremidad de la cola hasta la cepa.
  • Riveras: arroyos.
  • Rodafoli: repollo.
  • Rodao: el juego de ruedas de los carros.
  • Rola: tórtola.
  • Ruda, la: una planta.
  • Ruilla: servilleta, paño basto u ordinario, normalmente de lienzo, que sirve para limpiar, especialmente la cocina.
  • Ruma: granada.

S

  • Sabola: cebolla.
  • Saboría: sosa, insustancial.
  • Sabugu: saúco.
  • Sacaliñas: cuando se pide mucho dinero seguido.
  • Sacana: roñoso, hipócrita.
  • Sacaohoh/Sacaoyus: libélula o caballito del diablo.
  • Salpicos: salpicar.
  • Salsa: perejil.
  • Sambugero: olivo silvestre.
  • Santaiña: vaquita del señor.
  • Santanita: mariquita.
  • Sapetarda: tonta.
  • Sartau: sartén.
  • Saudade: recuerdos.
  • Saya: combinación; ropa interior de la mujer.
  • Sayas de baela: refajo.
  • Sebo: dicho de admiración.
  • Sedisas: que huele mal.
  • Selli: coche de caballo.
  • Sero: cero.
  • Shimãu: jamón.
  • Shuleta: chuleta.
  • Shurari: llorar.
  • Sidra: cabello de ángel.
  • Sileruca: seta.
  • Sinoira: zanahoria.
  • Sirila: estar pelona.
  • Sirola: calzoncillo.
  • Siserón: cizaña.
  • Sopeira: fulana.
  • Sostén: sujetador.
  • Sota: criado.
  • Sucayus: cencerro, campanillos.
  • Surrelfa: persona callada, que nadie se entera de lo que hace.
  • Sursali: zarzal.

T

  • Tacois: tacones.
  • Tanjarina: mandarina.
  • Tanque: lavadero.
  • Taraca: cueva.
  • Tarda: sorda.
  • Tarefa: tinaja.
  • Téntiga: constante.
  • Terronero: collalba rubia.
  • Tiraoyus: libélula.
  • Tontuelo: petirrojo.
  • Tordea chica: zorzal.
  • Tordera: zorzal charlo.
  • Torriquina: calor excesivo.
  • Trébedes: patas de hierro para poner peroles al fuego.
  • Trepa: la cruz de un árbol. Ej. “se subió a la trepa de la olivera”.
  • Trinco: picaporte.
  • Trumboa: mujer de mala nota.
  • Turra: discusión.
  • Turrante: persona machacona, pesada.

V

  • Vacelo: plantación nueva de viñedo.
  • Vacinilla: orinal.
  • Vaforada: aliento pestilente, generalmente de vino fermentado.
  • Vagarito: despacio.
  • Varalis dos ócalus: varilla de las gafas.
  • Vasia: cofia.
  • Vellisi: vejez.
  • Vena: avena.
  • Ventas: narices.
  • Ventolera: mucho aire.
  • Viso: combinación.

Y

  • Yerbabuena: hortelana.
  • Yimau: jamón

Z

  • Zaguán: espacio cubierto situado dentro de una casa, que sirve de entrada a ella y está inmediato a la puerta de la calle.
  • Zaraboyos: barullo.
  • Zarrabuyo: lío, sin organización.
  • Zumbeña: aceituna que cae lejos del al varearla.

Fuentes:

Feria del Olivar y del Aceite Ecológico

Son varias localidades de la Comarca de los Llanos de Olivenza las que cuentan con ferias gastronómicas aprovechando el producto de calidad con el que cuentan. En el caso de Almendral, se trata del aceite de oliva, del cual se presume por su gran potencialidad. Por ello, desde el año 2016, gracias a la organización del Ayuntamiento de Almendral y del Centro Tecnológico Nacional Agroalimentario, así como el apoyo de la Diputación de Badajoz, tiene lugar en la localidad el festejo de la Feria del Olivar y del Aceite Ecológico.

Con esta feria, celebrada entre marzo y abril durante varios días, se apuesta por el fomento de la economía basada en un producto tradicional de la tierra, como es el aceite de oliva virgen extra en este caso, de gran importancia en la provincia de Badajoz.

A ella acuden un gran número de profesionales, técnicos, empresarios y aficionados del sector y lo hacen desde muchos rincones de España, del Alentejo Portugués y también de otros países como Marruecos, Italia y Argentina, entre otros.

Los objetivos de celebrar estas jornadas son los de promocionar, difundir y promover el conocimiento sobre este producto, además de incentivar a su consumo y estimular a quienes lo producen para que consigan obtener su mayor calidad.

Las actividades que se llevan a cabo son: ponencias, cata-degustación de menús especiales donde el aceite de oliva es el protagonista, encuentro gastronómico con las asociaciones de la localidad, cocina en vivo (show cooking), concursos de repostería, talleres sobre comercialización, ruta senderista, exposición etnológica en el Museo del Aceite y actuaciones musicales.

Con este tipo de encuentros se consigue fomentar el turismo, haciendo accesible la visita de todo el que quiera a la almazara para conocer el proceso de elaboración del aceite de oliva virgen extra ecológico desde principio a fin.

Primer premio del concurso de fotografía en la VI Feria del Olivar y del Aceite Ecológico (Domingo Megías Megías). Fotografía del Ayuntamiento de Almendral.

Fuentes:

Bollos podre

Otro alimento típico de Olivenza es el Bollo Podre, un producto de receta portuguesa, bolo podre, e incorporado en la gastronomía de la localidad rayana. Es uno de los dulces más vendidos en la pastelería Casa Fuentes que, desde hace un tiempo, le han dado un aspecto más novedoso, dándole apariencia de magdalena.

Ingredientes:

– Huevos

– Manteca de cerdo

– Almendra molida

– Harina

– Cáscara de limón

– Canela en polvo

– Azúcar

– Miel

– Aceite

Elaboración:

Por un lado, se prepara un cuartillo de miel en un recipiente de vidrio y, por otro lado, un cuarterón de azúcar. Después, se añadirán las yemas de doce huevos con la miel y se baten, al igual que se batirán sin detenimiento en ningún momento las claras incorporadas al azúcar.

Cuando las yemas se han integrado con la miel, se le incorporan también un cuarterón de la almendra molida, la cáscara rallada de un limón y dos cuartos de canela en polvo. Después se le echa un cuartillo de aceite, tres cuarterones de harina y, por último, la mezcla batida de las claras y el azúcar. Se remueve para que todo quede bien mezclado.

Se prepara el molde donde se va a hornear el bollo. Para ello, se unta con manteca de cerdo y se echa la masa, que se tapará con un papel. Inmediatamente, se mete en el horno a una temperatura normal ya que, si está muy caliente, se quemará por fuera y por dentro quedará crudo. Para comprobar cuándo está listo, hay que introducirle un palillo o una aguja y si no sale mojado de la mezcla, ya se puede sacar.

Para consumir, es preferible dejar enfriar.

Versión original de Bolo podre. Fotografía de la página web Cinco Quartos de Laranja.

 

Fuentes:

Técula Mécula

La Técula Mécula es el dulce típico de Olivenza y su historia es muy peculiar.

Los fundadores de Casa Fuentes, antes de tener la pastelería, tenían una posada en donde cada día recibían huéspedes. Un día, uno de ellos no podía pagar económicamente su factura, por lo que lo único que pudo ofrecerle fue un viejo baúl donde había libros y un recetario, en el cual se encontraban escritos los ingredientes y la elaboración de la Técula Mécula. La fundadora aceptó aquella contraprestación.

Con el tiempo, en 1942, abrieron la pastelería y, entre otros dulces típicos extremeños, decidieron hacer el de la Técula Mécula, siguiendo las instrucciones del recetario.

Se hizo muy famosa porque, según cuenta una de las nietas de los fundadores, fue encargada para una boda y fue todo un éxito. Así que, comenzaron a hacerla y desde entonces la patentaron y no pararon de hacerla de generación en generación, sin cambiar nada de su esencia.

Técula Mécula no es un nombre común, ni siquiera lo saben sus propios fundadores. Desde Casa Fuentes dicen que sus abuelos les transmitieron que era algo así como ‘para ti-para mí’, ‘para compartir’.

Ingredientes:

– 250 g. de masa quebrada

– 500 g. de azúcar

– 300 g. de almendra crudas

– 50 g. de tocino

– 6 huevos

– Harina

– 1 Limón

Elaboración:

Forrar un molde cilíndrico (de fondo separable) con la masa quebrada, previamente extendida sobre una tabla enharinada. A continuación, en un puchero al fuego, se prepara un almíbar con medio litro de agua y medio kilo de azúcar. A esta mezcla, se le añade también ralladura de cascara de limón.

Por otro lado, hay que machacar en un mortero las almendras crudas y peladas junto con el tocino bien troceado.

Aparte, se baten las yemas y una clara de huevo y se le añade la harina poco a poco, sin dejar de batir para que nos se creen grumos. Después se le añade el machado de almendras y tocino. A esa mezcla espesa que se ha creado, hay que añadirle el almíbar y remover muy bien para que todos los ingredientes se integren.

La mezcla resultante, se vierte en el molde donde se ha dejado preparada la masa quebrada y se introduce éste en el horno precalentado a una temperatura de 180 gramos.

Técula Mécula. Fotografía de Casa Fuentes.

A continuación, programa de radio “Con mucho gusto” de Canal Extremadura (2019), donde se habla de la Técula Mécula.

Fuentes:

Viradoble

Danza oliventina de origen portugués, aunque con diversas modificaciones. Se bailaba especialmente en las verbenas celebradas en la noche de San Juan y de San Pedro, las cuales tenían un carácter muy peculiar en el pueblo y recibían el nombre de “Las Muñecas” porque los jóvenes colocaban varias en diferentes lugares del pueblo y se trasladaban de unas a otras mientras cantaban y bailaban.

La letra, recogida en el libro “Cancionero popular extremeño” de Emilio González Barroso, es la siguiente:

(ESTRIBILLO)

Venid, corred y saltad

vamos a bailar

el virá viró;

bailemos con alegría

morena mía,

mi dulce amor.

Al son del vira te quise

y tú me quisiste a mí

bailemos el vira doble

que me hizo dueño de ti.

(ESTRIBILLO)

Me escribistes en la arena

me firmastes en la mar

los peces fueron testigos

vaya una barbaridad!

(ESTRIBILLO)

Ya sé que estás acostada

pero dormidita no

ya sé que estarás diciendo:

“Ese que canta es mi amor”.

(ESTRIBILLO)

Me quisistes, me olvidastes,

me volviste a querer

las chanchas que yo he deshecho

no me las vuelvo a poner.

 

Sin embargo, según la Federación Extremeña de Folklore, la letra es la siguiente:

Al son del vira te quise

y tú me quisiste a mí.

Bendito mi vira doble

que me hizo dueño de ti.

Me miraste te miré,

me sacaste a bailar.

Bailamos el vira doble

y volvimos a empezar.

Venid, corred y saltad y el vira bailad

que es fiesta mayor.

Venid y el garbo lucid,

cantad y reíd que llega mi amor.

Venid, saltad y corred que te viene a ver

el vira virón,

y quiero que mi amador

se rinda de amor al verme bailar.

(Estrofa instrumental)

Venid, corred y saltad y el vira bailad

que es fiesta mayor.

Venid y el garbo lucid,

cantad y reíd que llega mi amor.

Venid, saltad y corred que te viene a ver

el vira virón,

y quiero que mi amador

se rinda de amor al verme bailar.

Partitura de Vira-Doble. Fotografía de Federación Extremeña de Folklore.

Fuentes:

La uva

Es un hecho que en Extremadura el baile más tradicional es la jota y una de las más populares es la jota oliventina ‘La uva’, de origen portugués. Se trata de una representación total del folklore extremeño y originariamente fue bautizada como “Jotilla Oliventina”, su título real.

Es una tonadilla muy pegadiza y graciosa, en la que sus estrofas dejan ver ‘requiebros’ al revés que los mozos de la época dedicaban a las mozas. Sus versos son muy numerosos gracias a la invención de los hombres según la ocasión, pero la letra más cantada es la siguiente:

De la uva sale el vino

de la aceituna el aceite

y de mi corazón sale, ¡ay!

cariño para quererte.

 

 En Olivenza se suena

que nos queremos los dos

niégalo tú, vida mía,

que también lo niego yo.

 

(Estribillo)

(instrumental o con la siguiente letra:

a danzar, a brincar

a animar la función

y a alegrar la población)

 

Eres alta y buena moza

no te lo presumas tanto

que también las buenas mozas, ¡ay!

se quedan pa’ vestir santos.

 

Eres más chica que un huevo

Y ya te quieres casar

Anda, vé y dile a tu madre

Que te enseñe a trabajar.

 

(Estribillo)

 

Las muchachas de Olivenza

no son como las demás

porque son hijas de España, ay!

y nietas de Portugal.

tienen la dulce belleza

de la mujer lusitana

y la gracia y el salero

de las mujeres de España!

 

Partitura de la Jota de «La Uva». Fotografía del «Cancionero Popular de Extremadura (Tomo II) de Bonifacio Gil (1985)

 

Fuentes:

  • Jota: La Uva https://folkloreestremeno.wordpress.com
  • González Barroso, Emilio (1985). Cancionero Popular Extremeño; Págs. 80-81.
  • Jornadas de Coordinación de Música y Danza. Federación Extremeña de Folklore, 2015 https://www.folkloredeextremadura.com
  • Jotilla de la uva bailada por la Asociación de Coros y Danzas «Extremadura» de Badajoz en el XXXIII Festival Folklórico Internacional de Extremadura el jueves 19 de julio de 2012 en el Auditorio Ricardo Carapeto de Badajoz. https://www.youtube.com
  • Gil, Bonifacio (1998). Cancionero Popular de Extremadura- Tomo II; Pág. 785.
  • Fotografía de la portada: Cancionero Popular de Extremadura- Tomo II (Bonifacio Gil, 1998)

El Candil

‘El Candil’ originariamente era una melodía popular que le daba el nombre de Sayas del Baile del Candil. Debido a la ausencia de letra, no podía identificarse como una canción.

Su nombre se debe al “candil” que iluminaba las casas particulares en donde se bailaba durante las veladas invernales, mayoritariamente en Navidad. Y, aunque hacerla sonar con los instrumentos no sea algo fácil por el ritmo que la compone, la alegría que irradia hace que todo el que la presencia participe con palmadas acompañando a todo aquel que la baila.

‘El Candil’, que se asemeja con un fado corrido, fue cedida por F. González Santana. Es inspiración de otras melodías que son compuestas con similitud, como la de ‘Golegá’, en la ciudad portuguesa de Santarém, cuya letra recae en la autoría de Teófilo Borrallo, quien la compuso en los años 50.

En definitiva, ‘El Candil’ es una auténtica representación del folklore oliventino y extremeño. Ha logrado tanta repercusión a lo largo de los años que ha llegado a obtener una gran popularidad en otros países, colocándose incluso en el número uno de las listas de éxito de Francia gracias a un locutor que reprodujo la melodía en la radio en la que trabajaba.

Aunque, desde que tiene letra, lo más conocido es su segunda parte, se quiere dar a conocer su total composición:

EL CANDIL:

(TODOS)

Que se apague, (bis)

que se apague, (bis)

que tus ojos me iluminen

Que me pierden (bis)

 

(HOMBRES)

Si se apaga con el vuelo

de la falda mi candil

ya no podré ver tu gracia

porque estás lejos de mí.

 

(TODOS)

Cuidad de que no se apague, no

la mecha de este candil, sí, sí

que no le falte el aceite, no

para que pueda lucir, sí, sí

 

(HOMBRES)

Que su luz incierta ilumine

la danza que cantamos y bailamos

si se apaga nos asustamos

y no acabamos nuestra danza

con candil.

 

Fuentes:

Supersticiones en Olivenza

Según la RAE, la superstición ‘es una creencia extraña a la fe religiosa y contraria a la razón’, así como ‘fe desmedida o valoración excesiva respecto a algo’ si se refiere a una superstición de la ciencia. Sabiendo esto, se puede decir que las supersticiones no tienen un fundamento racional y que por ello da pie a pensamientos en donde todo lo que ocurre es gracias a la magia y la superchería.

De una generación a otra, el ser humano ha ido heredando las supersticiones propias de su cultura, país, ciudad y/o localidad de residencia y nacidas, generalmente, a raíz del miedo. Estas se han visto propiciadas por la carencia de conocimientos sobre las leyes que rigen la naturaleza, motivo por el cual las personas han ido formando ideas sobre el mundo debido a su creencia en seres sobrehumanos que puedan habitar en cualquier lugar y encargarse de premiar o castigar, así como objetos con poderes sobrenaturales. También es debido al sentimiento religioso con el que se llega a tener una fe exagerada.

Debido a que las supersticiones nacieron por culpa de la ignorancia, en la Europa del siglo XVIII (Siglo de las Luces), el propio ambiente sociocultural intentó erradicar este tipo de creencias de aquellos que eran propenso a adquirirlas y hacer uso de ellas en su día a día. Por este motivo, en el caso de España, el padre Feijoo daba discursos que abarcaran el conocimiento de todas las materias posibles para hacer ver que las supersticiones no tenían sentido.

Antiguamente eran muchas las personas que realizaban sacrificios, ofrendas, rezos y rituales a cambio de que la familia sobreviviera, puesto aquellos más supersticiosos tenían pánico a ver como se iba perdiendo la descendencia. Igualmente, en otras ocasiones, también se realizaba sortilegios para someter la voluntad de alguien, así como conjuros y maldiciones cuando se quería que a alguna persona le pasara algo malo.

En Extremadura algunas de las supersticiones son las siguientes:

  • Romper un espejo significa tener 7 años de mala suerte o una maldición. Esto es debido a la creencia de que un cuerpo tarde 7 años en experimentar un cambio físico.
  • Romper un espejo anuncia la muerte de una persona. Esta creencia se debe a que como se suele decir “el espejo es el reflejo del alma” y también se le vincula el concepto de adivinación, por lo que si se rompe supone poner en peligro la vida de alguien ya que no podría verse su futuro. También puede proceder esta creencia de la que tenían los portugueses, quienes aseguraban que lo rotura de un espejo significa la muerte de un familiar. Según se cuenta, la única solución para que el maleficio quede contrarrestado es poner los trozos del espejo en un cubo con agua durante siete días y siete noches.
  • Pasar por debajo de una escalera apoya en una pared presagia tener mala suerte ya que el triángulo que se forma por la escalera, el suelo y la pared es considerado como mágico ya que el triángulo es considerado un símbolo sagrado. La forma de combatir esa mala suerte es cruzar los dedos y escupir una vez debajo de las escaleras y tres al terminar de cruzarla.
  • Encender tres cigarrillos con una misma cerilla da mala suerte. Esta superstición, según cuenta, procede desde que en una de las guerras (no se sabe si la mundial o la civil española), tres soldados encendieron sus cigarros con la misma cerilla. La luz de la cerilla hizo que un soldado enemigo viera a uno de ellos, apuntó al resplandor de otro de ellos y al tercero le disparó, acabando con su vida.
  • Barrer los pies con una escoba significa que no se casará o podrá tardar en hacerlo. La explicación de esta superstición está relacionada con las brujas, quienes acudían a los aquelarres con sus escobas.
  • Si un tuerto mira a alguien le acarrará el mal. De ahí la conocida frase ‘Parece que me ha mirado un tuerto’ cuando alguien tiene varios problemas en una misma etapa de su vida. Una superstición basada en la peculiar mirada de los tuertos, considerada como ‘extraña, debido que carecen de una visión tridimensional por la combinación visual de ambos ojos. Dicen que la forma de evitar el maleficio que es desayunar temprano.
  • Derramar sal significa que van a ocurrir desgracias a quienes viven bajo el mismo techo y la persona que la pise será perseguida por la mala suerte. La sal, desde la antigüedad, ha sido un símbolo de riqueza ya que antes se pagaba con ella, de ahí la palabra ‘salario’ para referirse al dinero que alguien cobra por realizar un trabajo y por ello el significado de que derramar sal es despreciar la fortuna. La solución es tomar un poco de sal derramada y tirar hacia atrás parte de la misma por encima del hombro izquierdo, donde dicen que está el diablo esperando a que el ser humano renuncie al alma. Llevar a cabo esta acción seria como echarle la sal en los ojos, quedándolo ciego temporalmente.

 En Olivenza, por su parte, para conocer el futuro amoroso que les esperaba a las mozas que tenían edad de casarse, una serie de mujeres ajenas a ellas hacían un montoncito de habas peladas y otro sin pelar. Estos montoncitos eran ocultados y a las doce de la noche de la víspera de San Juan, la mocita tenía que dar a oscuras con uno de los dos montones de habas. Si encontraba las habas peladas significa que tendría mala suerte en cualquier sentido, sin embargo, si daba con las habas sin pelar, era un claro mensaje de que la suerte le favorecería.

A continuación, se exponen las supersticiones clasificadas por categorías:

Lo que da mala suerte:

  • Levantarse con el pie izquierdo.
  • El color amarillo.
  • Dormir con los pies hacia la ventana.
  • Derramar sal o aceite.
  • Poner el pan en la mesa boca arriba.
  • Poner sombrero sobre la cama boca arriba.
  • Pasar por debajo de una escalera.
  • Encontrarse a un tuerto en ayunas.
  • Poner los zapatos en la cabecera al acostarse.
  • Abrir un paraguas dentro de casa.
  • Decir ‘la Cruz de Caravaca, que te de la mala pata’ cuando se esté jugando a las cartas.

Las que da buena suerte:

  • Levantarse con el pie derecho.
  • Pasar un décimo de lotería por la chepa de un jorobado.
  • Una herradura detrás de la puerta.
  • Un sombrero sobre la cama boca abajo.
  • Encontrarse una herradura y tirarla hacia atrás sin mirar.
  • Una mariposa blanca (también significa que puede recibir una carta de persona querida).
  • Acostarse con un gato negro con la cabeza para abajo.
  • Ver a un sacerdote de frente.
  • Llevar un bolindre en el monedero o en algún bolsillo. Esto sobre todo lo hacían los soldados al tallarse cuando iban a la mili. Si llegaban a perderla, significaba que no les tocaba el destino al que querían ir.

 Relacionada con la muerte y la desgraciada:

  • Si un matrimonio muere en el mismo día, hay también cuatro muertos más.
  • Cuando canta tres veces el búho, muerte segura.
  • Tres en una escalera, el más pequeño se muere.
  • Dar vueltas a un paraguas, muere el más viejo de los que estén presentes, o un familiar en casa.
  • Soñar que se muere uno, vida larga.
  • Cuando están tres reunidos y encienden un pitillo los tres al mismo tiempo, se muere el del medio.
  • Romper un espejo trae siete años de mala suerte, o puede morirse cualquier miembro de la familia. Para evitarlas, usar una pata de conejo como amuleto.
  • Una mariposa negra por la casa, muerte de un familiar.
  • Comida donde comen trece, antes del año se muere uno.
  • Cuando canta tres veces el búho, muerte segura.
  • Darle vueltas a una silla, significa que pasará una desgracia.
  • Pisar rayas por la calle atrae la desgracia.

 Relacionada con el dinero:

  • Si pica la palma de la mano, dinero fresco.
  • El 31 de diciembre se llena una caja de monedas, se guarda y da dinero todo el año.
  • Si se barre la puerta de la calle por la noche
  • Colgar en el techo racimos de uvas, no se acaba el dinero.
  • El 1 de enero no se barre la casa porque se va el dinero

Relacionada con el matrimonio:

  • Si te barren los pies, soltero de por vida.
  • Si pica la nariz, pretende un viudo.
  • Si te dan en el codo, se dice «que me quitas el novio.
  • Al estar hablando y coincidir en la misma palabra, se dice: «toca madera o te quedas soltera».
  • Al ver un perro con lunares negros te casas con una mujer fea.
  • Ponerse un zapato o zapatilla de distinta clase y color, señal de que se está desbaratando el casamiento.
  • Si a una le cae encima una cortina, boda próxima.
  • El día que se casa, la novia tiene que llevar una cosa azul, una cosa usada y otra prestada.
  • Un hilo blanco sobre el traje, pretende un rubio; si es negro, un moreno.
  • Si la cama de matrimonio ha sido hecha por la novia, mala suerte.
  • En la Iglesia, al terminar de casarse, si a la novia le quitan del tocado un alfiler, también se casan las solteras.
  • Cuando se va a ver la casa de unos novios, si las solteras pasan la mano por la cama se casan.
  • Si el novio ve el vestido de la novia antes de la boda, también mala suerte.
  • El día que se casan unos novios, si van por el mismo sitio buena suerte; pero si regresan por distintos, mala suerte.

Otras supersticiones:

  • Cuando se lavan los gatos, van a venir visitas.
  • Verter vino es sinónimo de alegría.
  • Cuando se ve a una persona con una maleta, se augura sorpresa.
  • Si se quema sal, se quema la salud.
  • Si al matar una lagartija o una salamanquesa el rabo da vueltas, es porque está maldiciendo al que la mató.
  • Cuando pica el culo, buen año de garbanzos.
  • Cuando alguien canta desafinado, que va a llover.
  • Soñar con toros, predice que va a llover.
  • Dos tijeras juntas, predice una riña.
  • Cuando hay tormenta, poner en cruz las tenazas de la chimenea en la puerta de la calle, para que no pase nada malo.
  • Ponerse una prenda de vestir al revés, significa que se recibirá un regalo.
  • Si se cae al suelo una cosa, alguien se está acordando de ti. Su nombre empieza por la letra de lo que se haya caído.
  • El día de San Bartolomé, 24 de agosto, se suelta el demonio de doce a una.
  • Si se regala una navaja, se cortan las amistades.
  • Cojo, cojea, vean mis ojos lo que desean.
  • Cuando una mujer está embarazada, y quiere saber si lo que viene es niña o niño, se hace lo siguiente. Se ponen dos sillas, una con un tenedor y otra con una cuchara, ambas cubiertas por una servilleta. Si se sientan encima de la que tiene la cuchara, viene niña; si es encima de la que -tiene el tenedor, niño.
  • Al ver tres sacerdotes reunidos, se hacía un nudo en el pañuelo díciendo:

‘San Cucufato, San Cucufato, si no me das un regalo no te desato’.

  • Cuando alguien está cosiendo y se pincha un dedo, según el que sea, quiere decir lo siguiente:

Pulgar: Carta.

Índice: Visita.

Corazón o medio: Dinero.

Anular: Lágrimas.

Meñique: Amor.

  • Cruzando los dedos índice y corazón, decir:

‘San Pedro, San Pedro, que no cague ese perro’

También se coge el meñique y se cruza diciendo:

‘Fillaum, que ñao cague u caum’.

 Además, en Olivenza también existen remedios para los efectos de algunas supersticiones:

  • Cuando se duerme un pie, hacer encima una cruz con saliva.
  • Para que se vayan las visitas pesadas: poner la escoba detrás de la puerta, boca arriba, o las tenazas de la lumbre.
  • Cuando se tienen agujetas en las piernas, atárselas y dormir así. Si son en los brazos, lo mismo.
  • Contra los sabañones: coger un puñado de sal y echárselo en la puerta a una vecina.
  • Al ver una culebra, decir «lagarto, lagarto». Al nombrar la palabra culebra, tocar hierro.

 

Fuentes:

Medicina tradicional en Olivenza

Antiguamente, la medicina popular estaba en auge debido a la cantidad de cultivos que había, con una gran variedad de plantas que luego eran utilizadas por las personas en sus propios hogares y también en las propias farmacias, que elaboraban muchos medicamentos con ellas. Había personas que incluso las recolectaban para venderlas por las casas y así poder obtener un jornal.

Actualmente se sigue creyendo en este tipo de medicina basada en la naturaleza. La creencia en ella ha hecho que existan a día de hoy muchos herbolarios en donde se puedan adquirir productos curativos con un porcentaje de elaboración del 100% de ingredientes naturales procedentes de plantas y flores. Por este motivo, más que obtenerlas en bruto directamente del campo, se suelen consumir habiéndolas comprado en otros formatos (aceites, gotas, pastillas, en polvo…)

En Olivenza, según Rita Asensio Rodríguez, existe/existía una fuente con manantío en una finca llamada Montearagó. Su agua era curativa para el estómago y el hígado, por lo tanto, eran muchas las personas que acudían con garrafas y también las vendían.

Además de todo esto, en Olivenza como en muchos otros sitios, contaban con personas que tenían el ‘don’ para aliviar o erradicar un dolor, como era el caso de los curanderos y las ‘vedoras’ que solían tener una edad más avanzada y que debido a la experiencia obtenida con los años sabían sanar cualquier afección. Estas personas creían ciegamente en este tipo de curación y, sin querer hacer de competencia a los médicos, nunca cobraban por sus servicios y, en todo caso si lo hacían, pedían la voluntad de los pacientes.

Es importante saber que, al igual que muchas veces se utiliza la planta entera, muchas otras sólo sirven algunas partes de las mismas (raíz, semilla, hoja, fruto, etc.), ya que son las que tienen el poder curativo. También depende la forma en la que se administre y la dosis que se aplique. Por ejemplo, los sombreritos o corroncheles (Umbilicus sp.) si se usan de forma externa sirven para cicatrizar heridas y, si se usan internamente, son diuréticos. Otro claro ejemplo sería el tabaco (Nicotiana tabacum L.) empleado en enjuagues bucales y gargarismos para desprender las sanguijuelas que podían encontrarse en la boca o en la garganta y reteniendo el humo en la boca se consigue un efecto sedante ante el dolor de muelas. En cuanto a las dosis de esta planta, si se toman reducidas, activa el sistema nervioso; sin embargo, si las dosis son elevadas es bastante perjudicial llegando a producir la muerte.

De la misma forma, no siempre tienen el mismo efecto o “virtud”. Dependerá del tipo de suelo, de la humedad o el nivel de insolación, así como la época e incluso la hora en la que se recolecten, ya que la concentración de sus propiedades no será la misma. Esto se confirma en Olivenza ya que para curar los catarros de forma natural había que beber agua del cocimiento de la flor de malva (Malva Sylvestris L.) y la flor de borraja (Borago Officinalis L.) con azúcar, recolectadas ambas después del día de la Ascensión; al igual que para curar la tosferina había que beber agua del cocimiento de romaza (Rumex Crispus L.) siempre y cuando ésta hubiese sido cogida después de celebrar esa misma fiesta.

También se tiene una creencia muy arraigada sobre los efectos positivos o negativos que tienen algunas especies vegetales a las cuales se les atribuyen una simbología sin ningún tipo de razonamiento que su presencia en sí puede producir efectos beneficiosos y también perjudiciales.

En este tipo de medicina, también adquiere un papel importante la superstición y debido a esto la numerología incide a la hora de aplicar los remedios. Los números tres, siete y nueve tienen un mayor protagonismo que el resto, ya sea para elegir el número de tomas o aplicaciones, el número de ingredientes o los días que durará el tratamiento. Además, a esa numerología en muchas ocasiones se le sumaban rituale,s que ayudaban a potenciar los efectos curativos, como el que se hacía en la noche de San Juan con los niños que tenían hernias. Para curárselas, esperaban a que sonaran las doce campanadas del reloj para que un hombre llamado Juan y una mujer llamada María se pasaran de manos al niño a través de una vara de mimbre que, sin arrancar, había sido abierta a la mitad. Mientras hacían esto, decían:

  • Hombre: ¿Qué me traes ahí María?
  • Mujer: Un niño herniado
  • Hombre: Por dios y Santa María el niño será curado

Esto lo repetían tres veces y cuando terminaban, la misma vara de mimbre la ataba con un trozo de lienzo blanco. La señal de que el niño había sido curado era si la vara prendía de nuevo, sin embargo, si se secaba, había que repetir de nuevo el ritual.

Otros ejemplos más concretos en donde se utiliza la  numerología son:

  • Anginas: meter nueve veces el pulgar en la boca del enfermo.
  • Callos en los pies: aplicar ajo machacado sobre el callo y cubrirlo con un vendaje durante tres días. Cuando haya pasado ese tiempo, se quita el vendaje y el callo sale.
  • Constipado: cocer nueve hojas de naranjo y beber el agua durante nueve mañanas seguidas.
  • Dolor de riñones: tomar infusión rompe-piedras en ayunas durante nueve días seguidos.
  • Forúnculos: calentar en una sartén, con aceite de oliva o manteca de cerdo, la tercera piel o capa de una cebolla y colocarla sobre el forúnculo.
  • Torceduras: cocer agua en un puchero. Una vez cocida, se pone un plato sobre la boca del puchero y se le da la vuelta colocando encima unas tijeras abiertas. El oficiante se santigua y recita la siguiente oración mientras cose algo:

«Miembro que te torciste, cuerda que te saliste, vuelve a entrar donde saliste.

Cose que cose, cose María, miembro quebrado, cuerda torcida».

 Si al acabar queda agua en el plato, es porque el miembro está verdaderamente torcido. Habría que repetir la operación tres veces al día y al tercer día se empieza a notar mejoría.

  •  Verrugas: hacer sobre una cáscara de melón tantas cruces como verrugas se padezcan. Posteriormente, hay que tirar la cáscara y, a medida que se vaya secando, irán desapareciendo las verrugas. Para quitar las verrugas, también existe otro remedio, como coger tantas hojas de encina como verrugas se tengan. Se llevan lejos y se entierran en un lugar donde no se vaya a pasar nunca más. Las verrugas irán desapareciendo poco a poco.

Como bien se sabe, existen incontables números de plantas y vegetales, cuyas propiedades naturales ayudan a la curación de algunas afecciones. A continuación, se expone un listado de plantas con el valor que se le atribuye en la medicina popular de Olivenza:

  • Abreojos -Gatuña- (Ononis spinosa): planta antiséptica y cicatrizante. Utilizada para las heridas, lavándolas con agua de haber cocido abreojos y árnica.
  • Ajedrea -Ajedrea- (Satureja): es cardiotónica y activadora de las funciones de hígado y vesícula. Cuando se sufre de insuficiencia cardíaca hay que tomar dos veces al día una taza de infusión preparada con hojas de ajedrea, perifollo, granos de anís estrellado e hinojo. En cuanto a problemas de hígado, hay que tomarse diariamente un vaso de infusión hecha con ajedrea, romero, hinojo, albahaca, alcachofa, perifollo, anís, menta y zumo de limón.
  • Aljabaca de cabra – Albahaquilla (Parietaria judaica): planta diurética. Con problemas como el de la retención de orina va genial beber el agua que se prepara de haber cocido esta planta.
  • Apericol -Hipérico- (Hypericum perforatum): desinfectante y cicatrizante. Planta curativa para las heridas. Se maceran al sol las plantas de apericol en aceite hasta que se oscurezca. Cuando está lista, hay que aplicar ese aceite sobre las heridas.
  • Argamulas -Lengua de buey- (Anchusa azurea Miller): febrífuga y sudorífica. Para el sarampión hay que cocer amapolas, argamulas y chupamieles (Echium vulgare). Se mezcla con aceite de oliva y se bebe.
  • Arnica -Árnica-: (Pulicaria odora): vulneraria y emoliente. Aplicar la parte de la hoja que está en la sombra sobre los forúnculos.
  • Arzoya -Arzoya- (Centaurea castellana): antiséptica y cicatrizante. Sirve para las heridas. Hay que lavarlas con agua de haber cocido arzoya.
  • Borraja -Borrraja- (Borago ofjicinalis): activadora de las funciones de hígado y vesícula. Para los problemas de hígado, se prepara una infusión con alcachofa, anís, albahaca, hinojo, menta, ajedrea, romero y perifollo. Añadirle zumo de limón y tomar un vaso diario.
  • Bufas de lobo -Peo de lobo- (Lycoperdon): antiséptica y cicatrizante. Utilizada para heridas y hemorragias. Se trituran las bufas de lobo y el polvo resultante se pone sobre las heridas.
  • Cagalona -Tártago- (Euphorbia): antidiarréica. Tomar infusión elaborada a base de cocer esta planta cuando se sufre de diarrea.
  • Cagarriña -Tártago- (Euphorbia): antidiarréica. La flor de esta planta, si se cuece y se elabora una infusión con ella, ayuda a terminar con la diarrea.
  • Caldo las zoyas -Cardo Arzoya- (Centaurea castellana): emoliente y cicatrizante. Sirve para las fístulas y las heridas. A esta planta se le quitan las raíces y se cuecen. Después esto se pone encima de las fístulas y/o heridas con una gasa.
  • Cardalloly -Arzoya- (Centaurea castellana): calmante, antiinflamatoria y antidiarréica. Utilizada para las molestias de hígado y la diarrea. El remedio es hervir la planta y beber la infusión.
  • Cardasol -Arzoya- (Centaurea castellana): calmante, antiséptica y cicatrizante. Para el dolor de muelas, se cuece la planta y hay que enjuagarse la boca con esa agua. En su caso, para las heridas, también se cuece la planta pero en este caso hay que lavarlas con esa agua.

Hierbas medicinales (Imagen sacada del libro Naturaleza y Salud en Extremadura de Yolanda Guío Cerezo)

  • Cardensol -Arzoya- (Centaurea castellana): cicatrizante y antiséptica.Lavarse las heridas con el agua de haber cocido el cardensol.
  • Cardiasol -Arzoya- (Centaurea castellana): antiséptico y cicatrizante. Cocer las raíces del cardiasol. El agua resultante, una vez fría, servirá para lavar las heridas.
  • Cardo abroyo -Abrojo- (Centaurea calcitrapa): febrífuga, antinflamatoria y desinfectante. Para las calenturas, hay que elaborar una infusión a base de cardo abroyo y tomársela. Para las molestias en los ojos hay que cocerla también, pero en esta ocasión hay que lavarse los ojos con esa agua.
  • Cardo al sol -Arzoya- (Centaurea castellana): antiséptica y cicatrizante. Se coge la raíz de la planta y se cuece y con el agua se lavan las heridas. Después, para que se curen, también se aplica sobre las mismas un ungüento hecho con hiel de cerdo, yodo y aceite (todo bien batido).
  • Cardo azor -Arzoya- (Centaurea castellana): anticancerígena. Cuando se padece cáncer es bueno beber infusión de cardo azor.
  • Cardo besoya -Arzoya- (Centaurea castellana): cicatrizante. Enjuagarse la boca después de haber cocido esta planta ayuda a cicatrizar las aftas de la boca.
  • Cardo corredor -Cardo corredor- (Eryngium campestre): antiparasitaria, desinfectante e insecticida. Para las coqueras de los animales, hay que ponerle la planta en la pata izquierda cuando la levante y taparla con una piedra. Una vez que el cardo se seque, se caerán los cocos.
  • Cardo de azoya -Arzoya-. (Centaurea castellana): analgésica y antirreumática. Tomar una infusión hecha con las raíces del cardo de arzoya para el reuma.
  • Cardo de liga -Liga- (Atractylis gummifera): emoliente. Para los eczemas y las escoceduras, poner en la cinta del sombrero una ramita de cardo de liga. Cuando se seque, se ambas se curan.
  • Cardo de solla -Arzoya-. (Centaurea castellana): emoliente y cicatrizante. Ayuda a cicatrizar las grietas en los labios, lavándoselos con el agua de haber cocido la raíz del cardo de solla, así como las llagas de la boca enjuagándola dos veces al día con el agua de haberla cocido.
  • Cardo lazolla -Arzoya- (Centaurea castellana): tónico estomacal. Cocer las raíces del cardo lazolla y bebérselo para el dolor de estómago.
  • Cardo lechero -Cardo lechero- (Scolymus maculatus): analgésica y desinfectante. Para las picaduras de alacrán, se refriega sobre ella la raíz del cardo lechero.
  • Cardo sal -Arzoya- (Centaurea castellana): antiséptica y cicatrizante. Planta muy buena para las heridas lavándolas con el agua en el que se han cocido las raíces del cardo sal.
  • Cebadilla -Cebadilla- (Hordeum secalinum): antiparasitaria. Se hierve la cebadilla con agua y jabón verde. La espuma que sale se pone sobre la cabeza que tenga piojos y se tapa con un trapo. Luego se pasa un peine fino para eliminarlos.
  • Cebadita -Cebadilla (Hordeum secalinum): acaricida Para la sarna hay que freir cebadita en aceite y untarse la zona afectada con ella.
  • Celidoña -Celidonia- (Chelidonius majus): sedante fuerte, casi anestésico. Cuando se padece de nervios, tomar diariamente tres tazas de infusión preparada a base de celidoña, aniapola, melisa, espliego y tila.
  • Centauro -Centaura menor-. (Centaurium erythraea): analgésica y febrífuga. Al enfermo de fiebre hay que administrarle una infusión hecha con centauro y perpetua.
  • Charneca -Lentisco- (Pistacia lentiscus): abortiva. Para provocar un aborto, beber infusión hecha con corteza de charneca.
  • Clavito de Santo Antonio -Clavito de San Antonio- (Muscari comosum): tratamientos de las afecciones de la vista. Las cataratas tienen un tratamiento natural lavando los ojos con infusión de clavitos de Santo Antonio y flores de manzanilla.
  • Coclearia -Coclearia- (Cochlearia glastifolia): analgésica y antirreumática. Preparar una infusión con coclearia, milerama, enebro, corazoncillo, ajenjo y diente de león. Tomar una taza en ayunas, otra después de comer y otra después de cenar para el reuma.
  • Corazoncillo -Corazoncillo; Hipérico- (Hypericum tomentosum): antirreumática y analgésica. También sirve para el reuma. Hay que tomar en ayunas, después de comer y después de cenar una infusión de milerama, corazoncillo, diente de león, coclearia, enebro y ajenjo.
  • Corroncheles -Sombreritos- (Umbilicus): antiinflamatoria, antihemorroidal y caústica. Cocer o freir estas plantas y poner encima de las hemorroides. También sirven para los sabañones restregándoles esta planta con un diente de ajo.
  • Cristapalla -Cresta de gallo- (Salvia verbenaca): dolencias en los ojos. Cocer las hojas de esta planta y con esa agua lavar después los ojos que sufran de cataratas o ‘nubes en los ojos’
  • Flor de Alejandría -Flor de Alejandría-. (Paeonia broteri): sudorífica y febrífuga. La flor de Alejandría infusionada y bebida es buena para quien sufre de sarampión.
  • Fumaria -Fumaria- (Fumaria officinalis): tónico digestivo Ante la mala digestión, viene bien tomar después de la comida una infusión preparada con una cucharada de trébol de agua, otra de fumaria y otra de tonnentila.
  • Galapero -Galapero- (Pyrus bourgeana): sedante y tónico cardiaco. La infusión hecha a base de flores de galapero, azahar y tila es buena para los nervios. También la infusión hecha a base de sólo flores de galapero es buena para las enfermedades del corazón.
  • Gallocresta -Gallocresta- (Salvia verbenaca): dolencias de los ojos. Se coge una semilla a esta planta y se pone dos días en remojo. Después, se coloca durante toda la noche en el ojo que sufre de cataratas y a la mañana siguiente se lava bien el ojo con agua.
  • Gallumba -Gayumba- (Spartium junceum): calmante y antiinflamatoriaPara las anginas, preparar cataplasmas muy calientes empapadas en una mezcla de alcohol y flor de gayumba y colocarlas sobre la garganta.
  • Gamonita -Gamonita- (Asphodelus albus): tratamiento de afecciones de la piel, antiséptica, analgésica, desfinfectante y antiinflamatoria. Para el herpes zóster, conocido como culebrilla), se frota sobre él la raíz de gamonita. Para el empije (empeine), aplicar gamonita machacada sobre el mismo y poco a poco se irá secando. Para la picadura de alacrán, se cogen raíces de gamonita, se machacan y se ponen sobre la picadura.
  • Gordolobo -Gordolobo (Verbascum): antihemorroidalHacer baños de asiento con agua en la que se hayan cocido plantas de gordolobo para las hemorroides.
  • Hiel de la tierra -Centaura- (Centaurium erithraea): febrífuga y calmante. Preparar una infusión de perpetua y centauro y dársela de beber al enfermo que tiene fiebre.
  • Hierba adormidera -Adormidera- (Papaver somniferum): sedante e incluso anestésica si se toman elevadas dosis. Tomar infusión para el dolor de muelas elaborado con esta planta, leche, hortigas y hojas de higuera.
  • Hierba de candelita -Arísaro, candilito o dragontea- (Arisarum simorrhinum): vulneraria y emoliente. Para las quemaduras es bueno poner sobre ellas las hojas de esta planta.
  • Hierba de cinco venas -Llantén- (Plantago lanceolata): cicatrizante y emoliente. Es muy buena para las llagas. Se cuece y con esa agua, se enjuaga la boca. Si se trata de llagas en el cuerpo, en este caso se lavarán con un algodón mojado en el agua de haber cocido esa hierba.
  • Hierba de la pica -Rompepiedra o herniaria- (Herniaria cinérea): diurética y antilitiásica. Cocer hierba de la pica y tomar en ayunas esa infusión para los cálculos en el riñón.
  • Hierba de San Juan -Hipérico- (Hipericum perforatum): calmante, antiinflamatoria y vulneraria. Untarse los sabañones con la mezcla de hierba de San Juan y aceite de oliva, habiendo reposado ésta quince días expuesta al sol y a la luna ayuda a que se curen cuanto antes.
  • Higuera del diablo -Ricino- (Ricinus com.munis): antiasmática y bronquiaséptica. Para el asma y la bronquitis, fumar hojas de higuera del diablo.
  • Hipericón -Hipérico- (Hipericum peiforatum): cicatrizante, antiinflamatoria, calmante y vulneraria. Aplicarse aceite de hipericón para las grietas de las manos y los labios, los eczemas y las escoceduras. Para las fístulas, en cambio, hay que aplicar una mezcla de esta planta con aceite de oliva.
  • Maravilla -Maravilla- (Calendula): cicatrizante. Aplicar sobre las grietas de los pechos: Se aplica sobre una crema elaborada con manteca blanca de cerdo o aceite de oliva y maravilla triturada.
  • Milerama -Milengrana- (Herniaria glabra): analgésica y antirreumática. Tomar en ayunas, después de comer y después de cenar, una taza de infusión hecha con milerama, corazoncillo, diente de león, coclearia, enebro y ajenjo. Es bueno para el reuma.
  • Mortera -Mercurial- (Mercurialis annua): antiinflamatoria y analgésica. Para el dolor de muelas, coger tres cogollos de mortera que sean de plantas diferentes. Se cuecen y después hacer buches con el agua resultante.
  • Palo sanguino -Aladierna- (Rhamnus alaternus): anticatarral (expectorante) y antitusígeno. Colocar sobre el pecho cataplasmas de palo sanguino y flor de malva cuando se tenga un catarro. Si es algo más fuerte como una bronquitis, hay que tomar una infusión caliente de poleo, higos pasos y palo sanguino.
  • Pasote -Pazote- (Chenopodium ambrosioides): tónico estomacal. Hacer un cocimiento de pasote y darles el agua para que la beban los animales cuando tengan empacho.
  • Perifollo -Perifollo- (Anthriscus caucalis): tratamiento de molestias de hígado y vesícula. Tomar a diario un vaso de infusión hecha con perifollo, hinojo, ajedrea, anís, romero, albahaca, menta y zumo de limón para los problemas de hígado y vesícula.
  • Periquín -Hipérico- (Hipericum peiforatum): antihemorroidal y antiinflamatoria. Para curar las hemorroides, se prepara el día antes de San Juan una mezcla de periquín, aceite, bálsamo, árnica y alcohol y en la noche de San Juan la persona que las tenga, tendrá que dormir a la interperie y la mazcla que se hace (conocida como óleo de San Juan) se guarda en una botella que está colgada en la calle durante nueve días. Cuando pasen estos días, hay que untar sobre las hemorroides.
  • Perpetua -Perpetua- (Helichrysum stoechas): calmante, febrífuga y antiinflamatoria. Tomar infusión de perpetua y centauro para quitar la fiebre. Sin embargo, con esa misma infusión es bueno hacer gárgaras cuando se tiene anginas.
  • Pica -Rompepiedra- (Herniaria cinérea): febrífuga. Preparar infusión de pica y dársela de beber al enfermo que tiene calenturas.
  • Pimpinela -Pimpinela- (Sanguisorba minor): anticatarral. Es bueno para el catarro una taza caliente de infusión de pimpinela, pasas de higo, miel y limón.
  • Rabo de gato -Rabo de gato- (Trifolium Cherleri): antidiarréica, analgésica, vulneraria y tónico estomacal. El dolor de estómago y la diarrea se quitan bebiendo una infusión preparada con la planta rabo de gato a base de cocerse. El agua de la cocción también sirve para aliviar las quemaduras.
  • Rompepiedra -Rompepiedra o herniaria- (Herniaria cinérea): diurético muy fuerte. Los cálculos renales (cólicos nefríticos) ae alivian tomando infusión elaborada con la cocción de esta planta.
  • Sabonaria -Saponaria- (Saponaria officinalis): tratamiento de caída del cabello. Untarse la cabeza con alcohol de romero antes de acostarse. Por la mañana se lava la cabeza con el agua de haber cocido romero y, por último, se aplica sobre el cuero cabelludo el líquido que resulta de machacar la planta de la sabonaria. Ayuda a reducir la caída del cabello.
  • Sacapeos -Hierba de Santiago- (Senecio jacobaea): laxante. Tomar una taza de infusión de hierba de Santiago en caso de estreñimiento.
  • Salva brava -Escorodonia- (Teucrium scorodonia): sedante y tónico estomacal. En un ataque de nervios, administrar al enfermo una tisana de salva brava. Para quitar el dolor de estómago, hay que beberse un vaso de la infusión elaborada con escorodonia, un poco de hierba luisa y un poco de flor de naranjo.
  • Sanalotó -Sanalotó o lampazo- (Arctium minus): antiinflamatoria, antiséptica y cicatrizante. Se calienta la hoja de la planta sanalotó, se le quita la telilla de fuera y se aplica durante unos días sobre el grano para secarlo.
  • Saneuinaria Sanguinaria (Polygonum): febrífuga. Beber infusión de hojas de sanguinaria para las calenturas
  • Segundo Dios -Hierba luisa- (Lippia): tónico estomacal. Para el dolor de estómago, beber una infusión de esta planta con hierba luisa.
  • Tagarnina -Cardillo- (Scolymus hispanicus): antidiarreica. Coger flores de tagarnina y dejarlas secar. Cuando se tiene diarrea se toma la infusión de las hojas secas.
  • Tetas de vaca -Tetas de vaca- (Scorzonera angustifolia): analgésica. Ante los dolores de parto, tomar una infusión hecha con las raíces de la planta llamada tetas de vaca.
  • Tormentila -Tormentila- (Potentilla erecta): tónico digestivo. Para la mala digestión, tomar después de las comidas una infusión preparada con una cucharada de tormentila, otra de trébol de agua y otra de fumaria.

Fuentes:

  • Paredes Maña, María del Mar; Rubio Muñoz, Luis Alonso (2000). Algunas plantas de uso medicinal en la comarca de Olivenza (Badajoz); Págs. 43-61 https://issuu.com
  • Asensio Rodríguez, Rita (2007). Apuntes para una historia popular de Olivenza. Rita Asensio Rodríguez; Pág. 43.
  • Fotografía de portada: https://asociacionarcera.wordpress.com
  • Guío Cerezo, Yolanda (1992). Naturaleza y Salud en Extremadura

Indumentaria de Olivenza

La indumentaria propia de un lugar es de gran interés ya que es un aspecto bastante importante para entender a cualquier comunidad según su cultura y tradición, así como sobre factores físicos, sociales, económicos, éticos e históricos.

Es un elemento vivo de la estética, de las necesidades materiales y de las formas de vida de cada época.

La indumentaria de Olivenza se caracteriza por su mezcla entre lo español y lo luso y, dentro de lo portugués, la propia mezcla de éste con lo gallego.

En cuanto a la indumentaria propia de esta localidad, ya en el siglo XVI, se hablaba de la fabricación de paños finos de lino y de lana (fieltros, sequería, paños gruesos y “mantas de terra”). Dos siglos después, cobran bastante importancia los telares, cardadoras y obreras de telar, ya que eran necesarios para la agricultura y la ganadería, base de sustento de la sociedad rural. Más tarde, en el siglo XIX, las labores del campo recobraron más auge y esto llevó a que hubiese intercambio comercial y con ello, el aumento de relaciones sociales por lo que las formas de vestir adquieren un papel fundamental.

En Olivenza, como en cualquier sitio, la ropa de las personas dependía de su estatus económico. Aun así, residían muchos artesanos, sastres y también modistas, por lo que los trajes, ya fueran más o menos exquisitos, estaban bien elaborados.

A continuación, se describe la indumentaria masculina para diferentes ocasiones:

  • Ropa de trabajo:

La vestimenta era sencilla, basada en ropa de lana de colores oscuros, aunque con el paso del tiempo se dejó de utilizar la lana para utilizar tejidos de pana.

Utilizaban sombreros amplios, normalmente de color negro, y llevaban camisas sujetas por un solo botón. También predominaban los chalecos de piel de conejo y las bulas de “riscado” (tejido estampado a cuadros o rayas).

Una herencia lusa con la que se cuenta en la indumentaria oliventina es el “capote” con alas hecho con paño grueso con cuello de piel de zorro, utilizado este también para la antigua zamarra y en los zahones de los pastores.

En cuanto al calzado, solían llevar zahones de lana y también de cuero; así como botas altas o de media caña.

  • Ropa de vestir:

Se usaba un pantalón estrecho y un chaleco abotonado con solapas y bordado (a finales del siglo XIX se van perdiendo estos detalles), ambos ribeteados en negro y de paño. Solían ser de color marrón, negro y gris, por lo que la camisa blanca destacaba, además de por el color también por ser anchas, aunque en el puño se estrechaban.

La cintura la llevaba cubierta por una faja negra, aunque para momentos festivos esta podía ser más fina y colorida. El uso de la faja, al enrollarse, pretendía no dejar ninguna parte fuera y de ella pendían uno flecos.

Para completar la vestimenta, utilizaba una corta chaqueta adornada con presillas de cordones y botones; así como unos zapatos o botas y sombreros de ala ancha o corta en paño fino de color negro, marrón o gris.

Chalecos de Olivenza. Fotografía de Cuadernos Populares nº58 (Editora Regional de Extremadura)

Chaleco bordado de Olivenza. Fotografía de Cuadernos Populares nº58 (Editora Regional Extremeña)

La indumentaria femenina también era diferente según la ocasión para la que se utilizase:

  • Ropa de trabajo:

Para las labores del campo, predominaban las faldas oscuras de lana gruesa y largas, acompañadas de medias gruesas a rayas y bastantes coloridas. Pero, para tener mayor libertad de movimiento y estar más resguardadas, solían entrelazarse las faldas hasta formar una especie de pantalón. Ésta práctica dejaron de hacerla cuando se incorporaron a la vestimenta femenina el uso de pantalones, al igual que en la de los hombres.

Además de esto, las mujeres llevaban un pañuelo de lana bastante gruesa con el que cubrían su torso en épocas de temperaturas bastantes bajas y también complementos como los manguitos de tela para la recogida de aceitunas y las matanzas, entre otras actividades.

Mujeres del grupo «La Badana» con trajes de faena. Fotografía de Raíces, el coleccionable del Diario HOY (1995)

  • Ropa de vestir:

La indumentaria de Elvas y otras poblaciones alentejanas fueron de gran inspiración para las mujeres oliventinas.  Solían vestir con faldas largas (aunque van acortándose con el tiempo), de paño, de colores vivos (verde, amarillo y rojo) y con franjas bordadas de lana o picados sobre la bastilla, quedando adornada con multitud de dibujos florales y geométricos. Cabe aclarar que también existía otra variedad de faldas que eran más finas y con estampados más delicados.

Para complementar a esas sayas, las acompañaban a veces con jubones de colores y estampados y otras veces con camisas de puntillas. En muchas ocasiones, también solían utilizar corpiños para resaltar estéticamente parte del tronco y, paradójicamente al mismo tiempo, disfrazar los senos de las miradas.

Como se puede ver, no eran prendas básicas, sino que contaban siempre con estampados y bordados que adornaban incluso los delantales, prenda bastante utilizada en colores blancos y pasteles (excepto para las galas, que se utilizaban en negro) y en la que predominaban las esquinas redondeadas y rematadas con volantes.

Como complemento solían llevar pañuelos de lana adornados con motivos florales, que cruzaban en el pecho uniéndolo detrás de la cintura y, como broche de la vestimenta, un chal y unos pendientes. Este último aderezo variaba según la condición civil de la mujer, ya que cuando estaba casada se ponía los que le regalaba el marido. Entre los pendientes caben destacar los de media luna en oro y plata y también las “arracadas”.

Pañuelo de busto de Olivenza. Fotografía de Cuadernos Populares nº58 (Editora Regional Extremeña)

No hay que olvidar el peinado ya que la mujer solía peinar sus cabellos hacia atrás o con una raya al medio, recogiendo la melena en un moño de rosca o de rosca trenzada y que, para realzarlo, adornaban con una peineta sencilla y baja. Sin embargo, también se utilizaba un moño en la parte alta de la cabeza, conocido como “carrapito”. En ocasiones, ambos tipos de peinados eran adornados por ramilletes de flores y para el recogimiento de las ceremonias, se usaba la mantilla.

En cuanto al estilo galaico-portugués, también influyente en la vestimenta oliventina, predominaba lo siguiente:

Indumentaria masculina

  • Ropa de trabajo:

Los hombres llevaban pantalón holgado de pana surcada, camisa o blusa blanca o gris, chaleco sin solapas, pañuelo de hierbas anudado al cuello o sujeto en la faja, sombrero de paja y, para el pastoreo, zahones y zamarra de piel de cordero o cabra en color marrón, con larga halda en la espaldera.

  • Ropa de vestir:

Caracterizada por trajes oscuros (negros, marrones o grises) compuestos por pantalones largos de estilo pitillo, una chaquetilla corta, una camisa blanca sobre la que se coloca un chaleco tipo “smoking” (en ocasiones bordados) y con sombreros de fieltro negro de copa redondeadas y alas vueltas.

Indumentaria femenina

  • Ropa de trabajo:

Combinaban la falda de paño con medias a rayas con camisa de percal, a pequeños cuadros, de listas finas o lisos en tonos pasteles. Con los mismos colores, una gran sobrefalda que quedaba levantada y enrollada en el delantero, al estilo manchego, dejando ver la falda de paño: y un pañuelo en la cabeza que cubría su cuello y se anudaban debajo de la nuca y sobre el que se ponía el sombrero de paja.

Traje de matancera de Olivenza. Fotografía de Cuadernos Populares nº58 (Editora Regional Extremeña).

  • Ropa de vestir:

Predominan trajes muy vistosos con colores muy vivos, normalmente rojos. La falda es del estilo “miñota”, tejida, dibujando bandas verticales, rematadas en los bajos por una banda horizontal roja, con vivo y aplicaciones florales en negro; camisa blanca de cuello cerrado con puntillas que cubren el cuello, abrochado con cintas rojas; pañuelo portugués rematado con macramé formando una gran red de las que cuelgan largos flecos; medias blanca y gran mandil negro.

Traje de gala de Olivenza. Fotografía de Cuadernos Populares nº58 (Editora Regional Extremeña)

Otra opción era utilizar sayas de paño de colores lisos (rojos, verdes, azules…), adornadas con una cenefa floral bordada en negro y las solían acompañar con una camisa blanca, un pañuelo de flores de colores en el busto o corpiño negro muy escotado y medias blancas un mandil blanco de labores caladas y bordadas con gran fruncido alrededor.

Traje de diario de Olivenza. Fotografía de Cuadernos Populares nº58 (Editora Regional Extremeña)

En ambos casos, en cuanto al peinado, predominan los moños de rosca adornados con flores rojas y, en algunas ocasiones, un pañuelo portugués anudado a la cabeza.

Hay que hacer una mención especial al Traje de Maya, compuesto por una falda blanca bordada en colores suaves y con delicados caldos, un pañuelo de busto tipo portugués de fondo blanco y una corona o diadema floral.

Indumentaria de la Maya. Fotografía de Cuadernos Populares nº58 (Editora Regional Extremeña)

 

Fuentes: