Leyenda de la Caldera del Portugués

Esta leyenda nos habla de la ancestral costumbre de que en la procesión del Corpus en Badajoz, marchara por delante un hombre portando una enorme caldera de hierro y, que a su vez, tiene su origen en un suceso acontecido dentro de los variados festejos que tenían lugar con motivo de tan solemne festividad.

Se había instituido un premio que conseguía el caballero que daba mayor número de vueltas a un círculo convenientemente señalado portando el pendón de la ciudad sobre la caballería. En la víspera del Corpus del año 1384 se reunieron en Elvas varios jóvenes, entre ellos el sobrino del Gobernador, tramando apoderarse del estandarte y llevarlo hasta dicha ciudad portuguesa, lo que hizo éste al siguiente día tras inscribirse en la carrera y tocarle el turno de empuñar la gloriosa insignia, poniendo entonces a galope su caballo emprendiendo veloz carrera en dirección a Portugal.

Aunque los españoles tardaron en reaccionar, una vez repuestos de la impresión que les había causado este insólito hecho, partieron en su persecución con el deseo de vengar la afrenta. El portugués sin detener la galopada se dirigió hacia una de las puertas para entrar en Elvas pero estaba levantado el puente, dirigiéndose a la siguiente que también estaba cerrada, por lo que optó arrojar el pendón por encima de la muralla, siendo apresado a continuación por los españoles y trasladado a Badajoz dándole muerte y arrojando su cadáver a una caldera de aceite hirviendo.

Fuente: