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Los Mayos

Esta festividad también se conoce como Festa dos Maios en los pueblos de más allá de la Raya. Es una fiesta que se celebra en todos los pueblos de la Comarca de los Baldíos coincidiendo con el día del trabajador, el 1 de mayo, desde hace más de cincuenta años.

En algunos pueblos de esta comarca es una celebración fija, en la que participa todo el pueblo, mientras que en otros se busca que no se pierda, como en el caso de La Roca de la Sierra o Alburquerque, donde en el 2012 El Diario Hoy ya recogía el deseo de los alburquerqueños de no olvidarla y la última foto de los mayos, que se puede encontrar online, pertenece a 2017.

Según José Luis Olmo Berroca en su libro La Codosera; Un Pueblo con Raíces y Costumbres Rayanas, antiguamente, los mayos representaban al hombre y a la mujer. Los rasgos de la cara estaban pintados a mano, procurando que tuvieran una expresión satírica. Como mayo era el mes de la fertilidad se representaba a la mujer con una muñeca exuberante, resaltando su figura y en el caso del hombre, se representaba joven y en edad de procrear, para ello se le colocaban atributos masculinos muy destacados utilizando productos del campo, buscando así darle un toque divertido.

Ambos muñecos tenían que estar preparados y colocados, normalmente sentados, en las puertas de las casas. Se exponían desde primera hora para que cualquier persona que comenzara el recorrido por las calles, pudiera contemplarlos todos. Al lado de ellos se colocaba una mesa con una bandeja en la que solía haber alguna botella de licor con copas para obsequiar a los visitantes. Tras la fiesta, los mayos se quemaban en San Juan.

Hoy en día la fiesta ha cambiado, los mayos se acompañan de pancartas con mensajes reivindicativos y con referencias a temas de actualidad, hechos por cada persona que decida exponerlos y ya no se queman, sino que se reutilizan de un año para otro, se guarda el cuerpo y se cambia el diseño de cada uno para darles mayor utilidad.

Fuentes:

Bollos de pascua

Si hay un postre típico a destacar en la comarca de Los Baldíos es el bollo de pascua. En el sitio web De Extremadura Lo Mejor, viene una receta de cómo se hace el bollo de Pascua en Alburquerque:

Ingredientes:

  • 1 kg de manteca de cerdo
  • 1 kg de azúcar
  • 12 huevos
  • 1 vaso de agua con aguardiente
  • Harina
  • Levadura
  • Ralladura de limón

Preparación:

Lo primero que se hace es batir la manteca junto a las 12 yemas, que se van añadiendo poco a poco, el aguardiente, la harina con la levadura, la raspadura de limón y el azúcar.

Se amasa hasta que adquiera una contextura adecuada que no se pegue a las manos y se deja reposar. Una vez reposada, se van cogiendo trozos de la masa y se les da la forma que se desee, poniéndolos en una lata de hornear e introduciéndolos en el horno.


Una variación de cómo se hace esta receta en San Vicente de Alcántara, se puede encontrar en el libro Con Comuelgo:

No hay ninguna descripción de la foto disponible.

Imagen sacada de la página de Facebook: Con Comuelgo

Ingredientes:

  • 1 kg de harina
  • ¼ de azúcar
  • 1 ración (250 ml) aceite de oliva
  • Levadura prensada, para un kg de harina

Guisos:

  • Anís en grano
  • Canela en rama
  • Hierbaluisa
  • Cáscaras de limón

Preparación:

Primero se hace un guiso, un día antes, con el anís en grano, la canela en rama, la hierbaluisa y las cáscaras de limón, dejándolo reposar.

Al día siguiente, se pesa la harina que se quiera utilizar para hacer los bollos, se hace una poza en medio y se hace el hurmiento, es decir, se deshace la levadura con los guisos hechos del día anterior, con cuidado de que no esté demasiado caliente. Se amasa el hurmiento y se deja reposar tapado con la harina, cuando esta se escache significará que ya está el hurmiento finto. Se saca, se aparta y se comienza a hacer los bollos.

En la harina restante, se echa el aceite bien caliente y se comienza a trabajar. Mientras, se va deshaciendo el azúcar con los guisos, con cuidado de no echar demasiado guiso porque quedaría muy blanda, una vez deshecha, la añadimos, le echamos el anís líquido, la ralladura de limón y se le añade el hurmiento, mezclándose todo muy bien.

Cuando se vea que está todo muy unido y la masa en su punto, se comienzan a hacer los bollos y se van colocando en un tablero cubierto con paños, dejando espacio entre ellos para que no se peguen. Una vez que hayan crecido, se pasan a la bandeja del horno, se untan con azúcar y se hacen a 180º durante media hora aproximadamente.

Fuentes:

Resóleo

Esta receta está sacada del documento Con Comuelgo, disponible completo aquí.

Hay una popular bebida en San Vicente, de la cual se desconoce su origen, pero que forma parte de las celebraciones de los sanvicenteños. Se conoce como una bebida ritual en el Corpus Christi y se llama resóleo o resólio. Tiene dos variantes; de limón y de café.

Dos botellas de resóleo de limón en el Corpus Christi (Fotografía de Elena Romero sacada del libro San Vicente de Alcántara, llena de cultura)

Resóleo de limón

Ingredientes:

  • 1 kg de limones
  • 1 kg de anís
  • 3 litros de agua
  • ½ kg de azúcar

Se ralla la corteza de los limones y a la ralladura se le añade anís o crema de anís (de no más de 20º de alcohol) y se deja macerar durante 24 horas.

Pasado ese tiempo se cuela por un tamiz y al líquido resultante se le añade el zumo de los limones y el agua para suavizarla, al gusto de cada uno. Si la bebida se encuentra ácida, puede añadirse algo más de azúcar. Se sirve fría

Resóleo de café

Ingredientes:

  • litros de café
  • ½ de anís
  • Azúcar al gusto

Esta variante se realiza de una manera similar a la de limón, pero aportando en su lugar café molido, colándolo previamente para no encontrar posos. El café tiene que estar bien cargado y cuando se enfríe, se le echa el anís y el azúcar.

Las cantidades nunca pueden ser exactas ya que dependen mucho del café.

Fuentes:

Tomatá de mondongas

Esta receta está sacada del documento Con Comuelgo, disponible completo aquí.

Ingredientes:

  • Mondongas (pueden ser de cerdo o ternera)
  • Aceite de oliva
  • Ajo
  • Cebolla
  • Tomates (pueden ser naturales o triturados en conserva)
  • Pimiento verde
  • Sal

Lo primero que hay que hacer es pinchar las mondongas con un palillo o una aguja para que no se revienten durante la cocción.

Una vez que estén cocidas, se dejan enfriar para partirlas con facilidad, haciendo trozos más o menos iguales y se reservan.

Se fríen los pimientos verdes, una vez fritos se le añade la cebolla y cuando esté dorada, se agrega el tomate y el ajo machado, dejándolo todo a fuego medio hasta que el tomate esté bien hecho.

Una vez esté el tomate hecho, se agregan las mondongas que habíamos reservado y se deja unos minutos para que se mezclen todos los sabores. Con esto ya estaría listo para comer.

Fuentes:

Frite

Esta receta está sacada del documento Con Comuelgo, disponible completo aquí.

Ingredientes:

  • Cordero o cabrito
  • Pimentón de la Vera
  • Aceite de oliva
  • Ajos
  • Cebolla
  • Sal
  • Pimiento seco
  • Agua
  • Hojas de laurel
  • Vino blanco

Lo primeo que hay que hacer es trozear la carne en trozos muy pequeños. Luego, freimos la cebolla hasta que esté pocha y se le echa la carne, el pimiento seco y las hojas de laurel.

Se vuelve a freír todo junto hasta que la carne esté dorada y no muy hecha. Después, se echa el pimentón y se le da vueltas mientras se incorpora el vino blanco y se deja un rato hasta que se evapore el alcohol.

Por último, se hace un machado con los ajos y la sal y se agrega a la carne, junto con el agua, cubriendo bien todo. Hay que dejarlo el tiempo suficiente para que la carne esté tierna y con eso ya estaría acabado.

A mayor edad del animal, la carne necesitará menor tiempo de cocción.

Fuentes:

Chanfaina

Esta receta está sacada del documento Con Comuelgo, disponible completo aquí.

Ingredientes:

  • Preparado de chanfaina (tripas y sangre cocida)
  • Todo el cabrito o el cordero
  • Cebolla
  • Hojas de laurel
  • Ajo
  • Aceite de oliva
  • Pimiento rojo seco
  • Vino blanco
  • Sal
  • Pimentón de la Vera
  • Hortelana o hierbabuena
  • Agua
  • Huevos cocidos

Se cuecen las tripas y se pican en trozos pequeños. Se coge un perol, se echa aceite, se fríe la cebolla y se añaden las tripas cocidas, el pimiento rojo seco, las hojas de laurel y la hierbabuena.

Se machan los ajos y se agregan, dejándolos al fuego sin dejar de remover, hasta que esté todo refrito. Una vez hecho el refrito, agregamos el pimentón de la Vera sin dejar de remover para que no se queme, porque sino amarga.

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Ingredientes de la Chanfaina (Imagen sacada del sitio web Redex Gastronomia)

Echamos vino blanco y dejamos que se evapore. Después, agregamos agua para cocerlo todo hasta que la carne esté tierna.

Picamos en trozos pequeños la carne y los huevos cocidos y ya estaría listo para emplatar.

Fuentes:

Mojo de patatas

Esta receta está sacada del documento Con Comuelgo, disponible completo aquí.

Ingredientes:

  • Patatas
  • Cebolla
  • Ajo
  • Laurel
  • Pimiento rojo
  • Pimentón
  • Aceite

Se coge una sartén, se pone un poco de aceite y se sofríe cebolla, ajo machado y pimiento rojo. Se añade también un poco de pimentón y se le da una vuelta.

Se cortan las patatas a rodajas y se echan en la sartén, cubriéndolas con agua y dejando que se cuezan a fuego lento hasta que estén hechas.

Esta era una comida que se solía hacer antiguamente, ya que permitía preparar una comida o cena completa para la familia con muy pocos ingredientes.

Fuentes:

Buches con coles y arroz

Esta receta está sacada del documento Con Comuelgo, disponible completo aquí.

Ingredientes:

  • Una col muy tierna
  • 100 gr. de tocino entreverao de cerdo ibérico
  • 100 gr. de chorizo rojo
  • Un trozo de bofera, de papada
  • Un codillo o cotubillo
  • Dos pies
  • Una o dos orejas de cerdo
  • Y, por último, el buche

La receta de las famosas coles arroyanas se remonta ciento de años atrás. Es un plato típico del domingo de carnaval que servía para aprovechar las coles, todavía tiernas, y todos los demás ingredientes hechos en las matanzas de navidad. El plato, en su concepción original, tiene una duración de tres días, ya que hay que desalar los productos del cerdo. Su proceso de elaboración es el siguiente:

Las coles, que tendrán que estar muy tiernas, se lavan, se pican muy bien y se ponen a cocer en una olla de barro, bajo el fuego de leña. Cuando llevan hirviendo unas horas, se les quita el agua totalmente. Se le agrega agua limpia y sin cloro, y se empiezan a echar los ingredientes por orden de dureza: pies, cotubillos, orejas, papadas, el chorizo, la bofera, el buche y el tocino (sin ponerle sal).

El buche, ingrediente principal y que da nombre al plato, se hace en las matanzas, embuchando los huesos del cerdo con mucha carne, el rabo y otras menudencias, adobándose con ajo machacado, pimentón, aceite, agua y sal.

Todo esto se introduce en el estómago del animal, previamente limpio, se cose, se ata y se deja secar siempre bajo la chimenea, cerca del fuego.

Se cuecen todos los ingredientes a fuego cada vez más lento. Se debe hacer el día anterior, para que vaya cociendo incluso toda la noche. Debe quedar casi sin caldo. En algunas recetas cuecen arroz en ese caldo para hacer el buche con arroz.

Se acompañaba con vino casero y de postre, una copa de anís o mejor aguardiente, para ayudar a hacer la digestión.

Fuentes:

El corcho de San Vicente de Alcántara

El arraigo y la conexión que San Vicente de Alcántara tiene con el corcho es innegable. Desde tiempos inmemorables, a finales de mayo y principios de junio, el hacha de los sacadores, que así es como se conoce a las personas que se encargan de sacar el corcho de los alcornoques, empieza a afilarse.

La saca

La saca es un método tradicional de extracción del corcho que se repite cada nueve o diez años, aunque para que se produzca el primer descorche tienen que pasar unos 25 o 30 años, extrayendo de esta manera el bornizo (el corcho que se obtiene en la primera extracción). El proceso de descorche debe ser realizado por obreros especializados para no dañar el árbol, quienes, con su hacha corchera, realizan cortes verticales y horizontales que ayudan a que el corcho se desprenda. Una vez descorchado el alcornoque, el corcho se apila y se lleva a la fábrica.

En todo el proceso de saca, los oficios tradicionales se han mantenido hasta la actualidad. Está la figura del manigero, que es el capataz del grupo de sacadores. Estos, a su vez, se diferencian en descorchadores, que son quienes trepan al árbol y se encargan de extraer el corcho, y los rajadores, quienes cortan las panas en tiras más pequeñas para poderlas manejar con mayor facilidad. También está la figura del juntador, que es el encargado de realizar los apilamientos del material que va quedando disperso y que, en la última fase, será llevado por el acarreador y cargado en los camiones para su almacenamiento.

Saca del corcho (Imagen de Susana Expósito cedida para el libro San Vicente de Alcántara, llena de cultura)

Junto a todo este vocabulario típico de la saca, hay dos palabras más que siempre ha ido unido a él y que hay que destacar; el jato y la jatera. La jatera era la cama donde se dormiría durante todos los días que se permaneciera fuera de casa, estaba hecha a base de ramas de alcornoque, que formarían la estructura y las patas, y una base de escobas y retamas que servirían de colchón, todo ello cubierto por un mantón. El jato, por su parte, eran todos los útiles necesarios para llevar a cabo la saca del corcho; el hacha, la palanca, la piedra de afilar y el barril para mantener el agua fresca. Junto a ellos, a veces no podían faltar un transistor y una linterna de petaca.

Preparación

Después de que el corcho llegue a la fábrica, el primer paso es el reposo al aire libre durante unos meses. Pasado este tiempo, el corcho pasa por un proceso de cocción en una caldera a 100ºC durante 90 minutos, solo con agua, para que ningún otro producto altere sus propiedades.

Con este proceso se consigue que la corteza adquiera elasticidad y grosor, eliminando sus impurezas. Tras este proceso de cocción y su posterior tiempo de reposo, se recortan las partes más irregulares con la cuchilla y los obreros se encargarán de clasificarlas según sus cualidades y su grosor.

Proceso de cocción del corcho (Imagen de Susana Expósito cedida para el libro San Vicente de Alcántara, llena de cultura)

Transformación

Las planchas recortadas se convierten en tiras llamadas rebanadas, mediante un proceso conocido como rebaneo. Tras ello, pasan a una máquina perforadora la cual, mediante una gubia (una cuchilla en forma de tubo) se encargará de perforar y empujar los tapones fuera de la rebanada.

Una vez obtenido los tapones, se separan dos tandas; los que tienen grandes defectos y los que tienen buena calidad, pasando, tras ello, por un proceso de escogido por calidades. Este proceso se conoce como desleñado.

Tras la selección, el tapón se va a una secadora, a un pulido y a un lijado para que todos sean uniformes. Se lavan y suavizan con parafina especial para facilitar la introducción y descorche de la botella.

El marcado del tapón, con el nombre de la bodega correspondiente, será el último paso dentro de esta industria.

Proceso de escogido de tapones (Imagen de Susana Expósito cedida para el libro San Vicente de Alcántara, llena de cultura)

Todo el corcho que no sirva para hacer un tapón natural, junto a los restos de corcho que han sobrado del proceso de obtención del mismo, serán aprovechados en molinos donde se triturarán en distintos grosores que permitirán obtener varios productos. El más demandado de ellos es el tapón de aglomerado, además de las planchas de aislamiento para la construcción, calzado, automoción, etc…

Tabla de tapones (Imagen sacada del libro San Vicente de Alcántara, llena de cultura)

Además de esto, el corcho es un elemento que se ha integrado en todos los ámbitos de la vida local, sirviendo para hacer utensilios de cocina, queseras, joyeros, bandejas, asientos, e incluso fiambreras. También, es ya una tradición en la localidad que las instituciones, asociaciones y entidades locales recurran a productos hechos de corcho a la hora de tener que realizar obsequios.

En San Vicente de Alcántara, actualmente, existen artesanos en la localidad que sirguen realizando estos enseres y que se han ido adaptando e innovado para realizar nuevas muestras de artesanía como marroquinería, bisutería o elementos de decoración, entre otros. Todo esto y mas se puede ver en el museo del corcho de la localidad.

Moto realizada en corcho (Imagen sacada del libro San Vicente de Alcántara, llena de cultura)

Fuentes:

Romance; La fe del ciego

Es una versión original, recogido por Bonifacio Gil en San Vicente de Alcántara. Está recogido dentro de la Sección 2 y pertenece a Episodios de la vida de Jesucristo (canciones narrativas y romances).

Camina la Virgen pura, camina para Belén;

En el medio del camino s’encontró con un vergel,

Y el guardián que lo guardaba era un ciego que no ve,

– Déme, señor, una pera pa mi Niño entretené,

– Entre usté, Señora mía, y coja las que ha de cogé,

Una se l’ ha dado al Niño, y otra se la dio a José,

Y otra se quedó con ella, que se la quiere comé,

No había andao cuarenta pasos, cuando el ciego empezó a vé,

– ¿Quién ha sido esta Señora, quién ha sido esta Mujé?

Romance la fe del ciego, de San Vicente de Alcántara (Imagen sacada del libro Cancionero Popular de Extremadura, Tomo II, de Bonifacio Gil García)

Fuentes:

  • Gil García, Bonifacio (1998). Cancionero Popular de Extremadura Tomo II.
  • Gil García, Bonifacio (1944). Romances Populares de Extremadura; Recogidos en la Tradición Oral