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Feria Taurina y Feria Ibérica del Toro

Fue en el año 1991 cuando se celebró por primera vez la Feria del Toro en Olivenza, siendo una iniciativa del Ayuntamiento, así como de los propietarios de la plaza de toros y de empresarios taurinos de la localidad. A lo largo de los años ha tenido tanta repercusión, que la población oliventina es considerada como “La Capital del Toro”.

Ha sido tan visitada y celebrada por parte de gente de la población, de muchos rincones de España y de países como Portugal, Francia, Alemania e Italia, que supone de gran relevancia a nivel económico y social para Olivenza y para la comarca porque origina un motivo de interés turístico.

Debido a su gran éxito, el 1 de junio del año 2013 logró conseguir el reconocimiento de Fiesta de Interés Turístico Regional y, con el objetivo de conseguir un reconocimiento aún mayor, en el año 2020 y con la celebración de su 30º aniversario, se iniciaron los trámites para ser declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional.

Esta feria, celebrada siempre la primera semana del mes de marzo entre 3 y 5 días, es el primer evento taurino del año a nivel nacional, motivo por el cual todo aficionado espera con ganas y entusiasmo. Además de esa razón, su éxito también se debe a los carteles, ya que a esta población pacense llegan toreros de gran prestigio que harán disfrutar del espectáculo, figuras del toro que fueron y siguen siendo importantes a día de hoy y ganaderías de renombre que aportan la calidad a Olivenza.

A nivel nacional, algunos de los los toreros más populares que la población pacense ha tenido el placer de recibir son Emilio Muñoz, Jesulín de Ubrique, Miguel Báez “Litri”, José Ortega Cano, Juan José Padilla, José María Manzanares, Julián López Escobar “El Juli”, Morante de la Puebla, Juan Antonio Ruiz “Espartaco”, Antonio Ferrera, y Enrique Ponce, entre otros.

Esta tradición popular, reconocida como arte y parte de la cultura española, reúne a muchos apasionados y profesionales del toro que, además de disfrutar de las grandes figuras del toreo, pueden asistir a otro tipo de actividades que se realizan en la carpa que se instala en la que hay stands taurinos y donde se hacen debates, exhibiciones de toreo de salón por parte de alumnos de la Escuela de Tauromaquia de la Diputación de Badajoz, conciertos, presentaciones de libros y exposiciones. A todas estas actividades hay que añadir las gastronómicas, como son la de degustación de productos y la de cocina en vivo, gracias a que dentro de la Feria Taurina tiene lugar también la Feria Ibérica del Toro, actividad complementaria que, anteriormente, se hacía en otra fecha distinta.

No cabe duda de que se trata de una fiesta cultural muy importante para Olivenza y sus gentes, así como para la provincia de Badajoz, Extremadura y toda la nacionalidad española.

Puede ser una imagen de texto que dice "FERIA ATORO Olivenza, del 2 al 6 de marzo 2022 Olivenza Capital dTore Excmo. Ayuntamiento de Olivenza Olivenora JUNTA DE EXTREMADURA DIPUTACIÓN DE BADAJOZ TAUROMAQUIA DIPUTACIÓNDEBADAJ www.capitaldeltoro.es"

Cartel de la Feria del Toro de Olivenza (2022). Fotografía del Ayuntamiento de Olivenza.

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Alumnos de la Escuela de Tauromaquia de la Diputación de Badajoz en la Plaza de Toros de Olivenza, 2019 . Fotografía del Ayuntamiento de Olivenza.

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La Maya

Una de las tradiciones populares más arraigada en la cultura oliventina es sin duda “La Maya”.  Con la llegada del buen tiempo y la primavera, en esta localidad rayana se celebra el florecimiento de los campos tras un invierno frío y largo, por ello esta fiesta se lleva a cabo un domingo de la primera quincena del mes de mayo.

Antiguamente, para celebrar esta fiesta, se contaba con distintos grupos de jóvenes que la festejaban por varios puntos de la localidad. Sin embargo, desde hace muchos años, esta tradición popular de la cultura oliventina está amenizada por el grupo local de coros y danzas “La Encina”, quien le da vida.

Cabe añadir que este grupo cuenta con la ayuda del Ayuntamiento de Olivenza y la de los vecinos que residen en las calles en donde se festeja, que adornan sus fachadas con motivos florales.

La Maya siempre ha sido representada por una niña vestida totalmente de blanco, a quien adornan con multitud de flores y una corona elaborada con las mismas. Ésta se sienta en la Plaza de Santa María del Castillo y, alrededor de ella están los más pequeños de esta agrupación, conocidos como “Los Chaparritos”, quienes también van vestidos de blanco y llevan consigo un cesto donde guardan pétalos de flores. Se encargan de pedir limosnas por las calles y bailan la danza de “La Maya” alrededor de la niña.

Además de los niños, también bailan allí los jóvenes del grupo, quienes van vestidos de gala y, por supuesto, también los más mayores que forman parte de “La Rondalla”

Como se ha indicado anteriormente, la celebración tiene lugar en la Plaza de Santa María del Castillo, en donde se coloca una alfombra elaborada también con flores para que se siente la Maya. El recorrido, amenizado con música del folklore oliventino, sigue por la Plaza de la Constitución, la Plaza de España, el Parque de los Pintasilgos y la Avenida de Portugal, conocida ésta como Paseo Chico. Durante todo ese trayecto, también se pueden ver las diferentes “Mayas” expuestas.

En el conocido popularmente Paseo Chico, hay una cantina en donde todos los vecinos de la localidad pueden disfrutar de comer y beber por un precio popular. La recaudación irá destinada a la entidad organizadora.

Además de todo esto, después de la comida, allí mismo también tienen lugar talleres infantiles para que los oliventinos más pequeños disfruten en su totalidad de uno de los días más especiales de la localidad.

Como se puede observar, se trata de un encuentro cultural entre varias generaciones, donde se reúnen desde los más mayores que han crecido con esta tradición que, a pesar de haber sufrido algunos cambios, se sigue conservando; y los más pequeños, que gracias a su celebración conocen una tradición cultural tan antigua.

 

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Fiesta de La Maya (Olivenza, 2018). Fotografía del Ayuntamiento de Olivenza

 

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Muñecas de San Juan

Con influencia y raíces portuguesas, como muchas otras tradiciones en Olivenza, tiene lugar la celebración de San Juan la noche del 23 de junio. El rito de esta festividad en esta población rayana es la quema de muñecas (también conocidas como “peleles”) que han sido confeccionadas durante semanas y meses anteriores a la fecha en cuestión. La simbología de esta actividad es la purificación de la parte del año que se deja atrás y la gran acogida de una nueva etapa con la llegada del verano.

Las muñecas, hechas de cartón y/o plástico y con pelo natural de los propios vecinos del pueblo, son conseguidas gracias a la labor de numerosas personas implicadas, inscritas previamente, con el objetivo de no perder esta costumbre que tiene tantos años a su espalda. Puede participar cualquier vecino de la localidad e incluso de las pedanías, además de cualquier asociación o colectivo (barriadas, grupos de amigos, cofradías, hermandades, residencias de ancianos, centros de mayores, colegios, guarderías, museo, etc.).

El propósito es recrear personajes famosos del panorama nacional o personas del pueblo que hayan tenido alguna notoriedad durante el último año, para hacer una crítica social y recrear escenas o tradiciones populares del pueblo, siempre desde el respeto y sin burlarse de nadie.

Antiguamente, esta tradicional fiesta conocida en Portugal como “Bonecas de San Joao”, era una verbena popular, en donde se realizaban muñecas de trapo que se pinchaban en un palo y eran colocadas en la Plaza del Callao y la de Abastos, así como en el Paseo del Higo y el de las Viudas. Alrededor de las muñecas, se cantaba y realizaban danzas y bailes tradicionales, de origen oliventino y portugués.

Actualmente, los días previos a la noche de San Juan, los vecinos de la localidad exponen sus muñecas como si de un museo se tratase y en la noche festiva, en la plaza de Santa María del Castillo, son premiadas las tres mejores para, posteriormente, ser quemadas en una gran hoguera, mientras se cantan y bailan algunas danzas tradicionales, como de costumbre.

Para finalizar el ritual y seguir celebrando este santoral, la gente podrá disfrutar de la noche con comida, bebida y música.

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España y Portugal

De gran influencia portuguesa, el juego de “España y Portugal” se recoge en todas las localidades rayanas. Se trata de un juego de carrera, en el que hay que tener una gran habilidad. Al practicarlo, los niños adquieren la capacidad de anticipación y aprenden a trabajar en grupo.  

  • Organización: un grupo de personas.
  • Material:  dos cuerdas o una tiza para delimitar el campo.
  • Desarrollo: el juego consiste en formar dos equipos, uno representa a España y otro a Portugal. Una vez dividida la gente en esos dos bandos, se harán dos líneas paralelas en el suelo, con una separación entre ellas de 10 a 15 metros, ya que se necesita espacio para correr. Cada línea aunará detrás de sí a cada equipo, por lo que simularán ser la ‘frontera’ de ambos países, de ahí que se les llame así.

Se echa a suertes y el componente de uno de los dos equipos se dirigirá al equipo contrario, que estará esperando con las palmas de las manos hacia arriba. Cuando el componente llega a la ‘frontera’ del otro equipo, tiene que darle una palmada suave a la mano de cada uno y solo dará una palmada fuerte a quien quiera. En ese momento, sale a correr para volver a su ‘frontera’ y el jugador que ha recibido la palmada fuerte saldrá a correr detrás de él para pillarlo. En esta situación pueden ocurrir lo siguiente: que consiga alcanzar al jugador contrario, consiguiendo que éste forme parte de su equipo, que no consiga pillar al jugador y al seguirle haya invadido la ‘frontera’ contraria. En este caso, empezará a formar parte de ese equipo. Sin embargo, si no ocurren las dos posibilidades anteriores, tendrá que ser ese jugador perseguidor el que tenga que dar palmadas al otro equipo.

El juego culmina cuando uno de los dos equipos acabe capturando a todos los componentes del equipo contrario.

En Badajoz, existe la posibilidad de rescatar al miembro de su grupo que ha sido capturado por el equipo contrario. Para ello, la persona que se encargue de ese rescate cogerá de la mano a esa persona y le dará una palmada fuerte a uno de los integrantes de esa ‘frontera’ rival. Saldrán a correr, siendo perseguidos por este último. Si logran llegar a su campo, habrá conseguido rescatarlo y el juego seguirá. Sin embargo, si estos no son atrapados, ganará el equipo que más miembros tenga y se dará por finalizado el juego.

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El cántaro

Este juego, de habilidad, destreza y fuerza, tiene influencia portuguesa, en donde se conoce como ‘antruejo’. Es un juego popularmente conocido y se practicaba en carnavales, por lo tanto, se practica en un tono festivo. Además, evoca a las antiguas costumbres como las de con los cántaros de barro a por agua a las fuentes y la de los encuentros festivos de los mozos y mozas en los pilones, donde para provocar interés en ella, el hombre le quitaba el cántaro y lo ponía a una altura donde ella no llegaba. A veces, con el tiempo, daba lugar a relaciones.

Ha habido una evolución en el juego, ya que en Portugal un grupo de personas se ponían en corro y se pasaban un cántaro u cualquier recipiente de barro lleno de agua, ceniza, harina, tierra o cualquier tipo de sustancia que hiciera que el cántaro pesara más de lo que ya lo hace. Mientras se lo pasaban de unos a otros, cantaban una canción. Sin embargo, en España se ha adaptado un poco, ya que el cántaro está completamente vacío, sobre todo si los que juegan son niños. 

  • Organización: se necesita un grupo de personas
  • Material: un cántaro.
  • Desarrollo: el juego se basa en pasarse un cántaro vacío de una persona a otra en un corro. Normalmente, los integrantes, que tendrán cierta distancia entre ellos, se sitúan alternados por sexo, es decir: niño-niña-niño-niña, etc. Además, mientras se lanzan el cántaro, no pueden estar en silencio. Se debe estar hablando y en constante movimiento para que así no puedan estar concentrados. El objetivo es que el cántaro dure el máximo tiempo posible. En caso de que se rompa, los oliventinos manteaban a la persona que no había logrado coger el cántaro y, por ende, había acabado hecho añicos. Tras ello, se comienza a jugar de nuevo con otro cántaro.

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Salta el burro

Este juego, conocido con otros muchos nombres por toda España como por ‘la pídola’ o ‘a la una anda mi mula’, es uno de los más populares y antiguos. Se caracteriza por ser un juego de carrera, ya que se está en constante movimiento y, por lo tanto, con frecuente actividad física. 

  • Organización: se juega en grupo, pero no hay un número determinado de personas.
  • Material: no es necesario
  • Desarrollo: para comenzar a jugar lo primero es echar a suertes quién va a hacer de ‘burro’. Sobre éste, que tendrá el cuerpo flexionado por el tronco y los codos apoyados en las rodillas, saltarán el resto de jugadores apoyándose con las manos en su espalda y sin tocarlo con las piernas, ya que, de lo contrario quien lo hacía pasaba a ser el ‘burro’.

El primero que saltaba decía: ‘A la una anda la mula’.

El resto de saltadores repetía lo que decía el primero en cada vuelta. Las siguientes frases que decían en cada una de ellas son:

«A las dos, el reloj.

A las tres, machaca, machaca el almirez.

A las cuatro, brinco y salto.

A las cinco, salto y brinco.

A las seis, el mejor vino que bebe el rey.

A las siete, salto y pongo mi capiruchete.

A las ocho, salto y quito mi bizcocho.

A las nueve, desata la burra y bebe.

A las diez, otra vez, si tiene sed.

A las once, llama el conde.

A las doce, le responde.

El conde de Inglaterra, 

mandó desollar una perra,

con un ‘cuchillo’ de caña.

‘Ayá’rriba en la montaña,

Hay un pino,

En el pino un nido,

En el nido un huevo,

En el huevo un pelo.

Tirando de este pelito

Salen los pajaritos.

Pun-pun, que tocan a fuego.

que ya están aquí.

Pun-pun que echen a »juir'»

Tras esta última frase, el ‘burro’ da tres vueltas y sale a correr detrás de los saltadores. Si llega a coger a alguno, ese será el próximo burro.

Existe una variante del juego en donde a partir de ‘las doce’, se decía:

«A las trece, le amanece

A las catorce, huir ladores

Que le roban los calzones

A las quince, repartirse»

Al terminar esa frase, los saltadores corrían a esconderse y llamaban al ‘burro’ para que los buscase.

Gracias al Museo Etnográfica Extremeño González Santana, se sabe que también se jugaba cantando:

«Una dola, 

tela catola, 

quina quinete

estaba la reina 

en su gabinete,

vino Gil 

y apagó el candil

candil, candilón

cántalas bien

que las veinte son».

Cabe añadir, que hay una variante del juego que es diferente porque todos los participantes van siendo burros, a la vez que saltadores, y que consiste en que todo el que va saltando, se coloca de burro a continuación, produciéndose así una larga fila de burros sobre la que van saltando todos y cada uno de los integrantes del juego.

Fuentes:

La comba

También conocido como “juego de la soga”, es uno de los más tradicionales. Se trata de un juego de agilidad que existe desde hace siglos ya que se han encontrado descripciones muy detalladas en escritos antiguos provenientes de las civilizaciones fenicias, egipcias y chinas. 

Hay teorías que sitúan el origen de la comba entre los artesanos del antiguo Egipto, quienes se divertían saltando por encima de las cuerdas de esparto. Esto llevó a los niños a realizar esta práctica para divertirse y a los marineros a propagarla en cada uno de sus viajes. 

En cuanto a China, se tienen referencias de que era una de las actividades favoritas que realizaban en la fiesta de año nuevo.

Además, en las propias pinturas se puede ver el auge de esta actividad y como es conocida y llevaba a cabo desde hace muchos años. Un ejemplo de ello sería el cuadro ‘Saltando a la comba, La Granja’ (1907) de Joaquín Sorolla y Bastida.

En sus comienzos, era un juego de hombres, pero una vez que se fue extendiendo hasta llegar a España, el juego de la comba comenzó a practicarse casi exclusivamente por niñas, aunque con el tiempo y una mentalidad más actual y abierta, se ha considerado como una actividad aeróbica que aporta muchos beneficios en la salud, por lo que está dirigida a ambos géneros.

  • Organización: a la comba se puede jugar tanto individualmente como en grupo. 
  • Materiales: una cuerda de esparto.
  • Desarrollo: consiste en saltar alrededor de una cuerda más bien gruesa. Si juega una sola persona, hará girar la cuerda sobre su cabeza y debajo de sus pies, saltando cada vez que pasa por debajo de estos. Sin embargo, si se juega en grupos, dos personas cogerán los extremos de la cuerda, haciéndola girar. Mientras tanto, el resto de personas entrarán por un extremo, saltarán en medio de la cuerda y cuando quieran salirse tendrán que hacerlo por el extremo opuesto.  Así una y otra vez, por turnos de uno en uno, aunque también existe la modalidad de que sean varias personas las que se metan por un extremo y coincidan saltando en el centro de la cuerda, mientras esta gira. Para esta forma de jugar, el requisito imprescindible es que la cuerda sea lo suficientemente larga. Ya sea en grupo o individualmente, en el momento que alguno falla, éste se coloca en uno de los extremos de la comba para darle movimiento y esa otra persona participa saltando a la comba.

El juego de la comba siempre se ha jugado al aire libre, en sitios como la calle, el parque, el campo o los patios del colegio. Con las nuevas tecnologías se está perdiendo y eso conlleva también la pérdida de composiciones del cancionero popular y muchas expresiones utilizadas en el juego infantil. Algunas de ellas son:

 

Al pasar la barca:

“Al pasar la barca

me dijo el barquero

las niñas bonitas

no pagan dinero.

yo no soy bonita

ni lo quiero ser

tome usted los cuartos

y a pasarlo bien”.

 

Al pasar por Toledo: 

Al pasar por Toledo

me corté un dedo,

me salió sangre

y la Marimorena

me dio un pañuelo

para limpiarme.

Y después del pañuelo

me dio una cinta

para mi pelo,

y después de la cinta

me dio recuerdos

para mi abuelo».

 

Al cocherito leré: 

“Al cocherito, leré

me dijo anoche, leré

que si quería, leré

montar en coche, leré.

Y yo le dije, leré

con gran salero, leré

no quiero coche, leré

que me mareo, leré”.

 

Un, dos, tres: pluma, tintero y papel:

“Una, dos y tres

Pluma, tintero y papel

para escribir una carta,

a mi querido Miguel.

En la carta le decía,

recuerdos para tu tía.”

 

A esta lista también pertenecen otras canciones más antiguas que con el tiempo se han ido perdiendo. Un ejemplo de ellas sería la de ‘Pan, vino y tocino’, que se cantaba mientras se aumentaba la fuerza e intensidad del giro de la comba. El que aguantara más tiempo saltando, es el que ganaba. 

«Pan, vino y tocino’

‘En la mesa del cura

hay pan, vino y tocino

ino ino ino ino

ino ino ino ino.’

Fuentes:

  • Un saltador o cuerda de saltar, Pieza del Mes enero 2008. Consorcio Museo Etnográfico Extremeño González Santana https://museodeolivenza.com 
  • Sala de juguetería. Consorcio Museo Etnográfico Extremeño ‘González Santana’, 2015 https://issuu.com
  • Hernández Gamo, Esther. Colección de juegos infantiles: La Comba (2010) http://museodeljuego.org 
  • Exposición juguetes antiguos. ¿A qué jugamos? Museo Etnográfico Extremeño González Santana, 2017 https://www.youtube.com
  • Fotografía: Museo Etnográfico Extremeño González Santana