Cuentos de tontos – La muerte del tonto

El siguiente cuento está contado por Antonio Farropo, de la Campiña de La Codosera y transcrito por Manuel Simón Viola Morato para el libro:

A Juan el tonto lo mandó su madre a por una carga de leña. Cuando llegó, se puso a cortar una pernada de encina, sentado en la pernada y cortando en el tronco. Pasó por allí uno que le dijo:

– ¡Juan! En cuanto acabes de cortar la pernada te caes

– ¡Qué me voy a caer con lo bien agarrado que yo estoy!

En efecto. Cortó la pernada y se cayó el tonto para el suelo. Dijo entonces:

– Ese tío es muy listo. Ese tío tiene que saber cuándo yo me muero.

Sale con el hacha derecho al tío diciéndole:

– Tú me tienes que decir a mí cuándo me muero yo. Tú tienes que saberlo.

El otro, para salir del paso, y un poco asustado le dijo:

– Pues mira, le echas una carga de leña buena a la burra y la pones a la barrera arriba y cuando se tires tres pedos entonces te mueres tú.

El tonto cargó la burra bien cargada, la arreó y la burrita, barrera arriba, se tiró una castaña. El tonto dijo:

– ¡Me siento poco bueno! ¡Arre, burra, que no voy a llegar a casa!

Le dio un palo a la burra y la burra se tira otro. El tonto dijo:

– ¡Ay, ¡qué malo estoy!

Y ya últimamente la burra se tira el tercer pedo. El tonto se cayó para el suelo y dijo:

– ¡Ya estoy muerto!

La burra siguió para delante con la carga de leña y del pueblo salieron en busca de Juan el tonto y lo encontraron allí tumbado al pie del camino.

– Callaros, que estoy muerto.

– Venga, hombre, déjate de tonterías.

– Que no, que no. Que yo estoy muerto. Que no puedo moverme.

“¿Cómo hacer para que este se venga para casa?”, pensaron, y uno dijo:

“Pues vamos a mandarle la novia, a ver si así se viene”.

Le mandaron la novia, y cuando llegó, levantó el tonto la cabeza y vio que estaban los dos solos allí en el campo, y dijo:

– ¡Ay, Dios, que ocasión para si yo estuviera vivo.

Fuentes: