Romance pacense

Recogido de El folklore frexnense y bético-extremeño de Javier Marcos Arévalo.

Estando Don Pedro

sentado a la mesa

le vino la orden

de ir a la guerra.

–¡Adiós,  mi Teresa!

¡adiós, vida mía!

Me voy á la guerra.

¡Hasta otro día!

I.

 Ya viene Don Pedro

de la guerra herido

y doña Teresa

“cuanto[1] había parido

—Apriétame, madre,

todas mis heridas,

para entrar a ver

la recién parida.

–¿cómo estás Teresa

de tu feliz parto?

–Yo buena, Don Pedro,

si tu vienes sano.

–Acaba, Teresa.

Con esas razones,

que me está esperando

el rey en la corte.

 Al salir de la sala

muerto se caía.

¡Jesús, qué desgracia!

¡Jesús, qué desdicha!

II.

—Venga  acá, mi suegra,

la mí siempre amiga;

¿qué bulla es aquella

que hay en la cocina?

—Por  ti sol, mi alma;

por ti sol, mi vida:

hay juegos de cañas

porque estás parida.

Venga acá, mi suegra,

la mí siempre amiga;

aquellas campanas

¿por quién doblarían?

—Por ti, sol, mi alma;

por ti, sol, mi vida:

hay función de iglesia

porque estas parida.

—Venga acá, mi suegra,

la mí siempre amiga;

¿qué sayas me pongo

Para ir a misa?

—Las negras, mi alma.

las negras, mi vida,

las negras, mi alma,

que te convenían.

—Al salir de la iglesia

todos le decían:

¡”Viudita honrada!

¡viudita linda!”

—Venga acá, mi suegra,

la mí siempre amiga;

aquellas razones

¿Por quién se dirían?

Por ti, sol, mi alma;

por ti, sol, mi vida: etc.

–Si Don Pedro es muerto

yo no lo sabía.

Cierren mis ventanas,

corran mis cortinas.

Si Don Pedro es muerto

yo no lo sabía:

si Don Pedro es muerto

no es ley que yo viva.

III.

Al cerrar la ventana

muerta se caía.

¡Jesús, qué desgracia!

¡¡Jesús, qué desdicha!

¡Tres muertes á un tiempo:

padre, madre e hija!

 

[1] Modo adverbial muy usado por el vulgo, equivalente a hace un momento que, recientemente.

Fuente:

  • Marcos Arévalo, Javier. El folklore frexnense y bético-extremeño. Badajoz; Sevilla: Diputación de Badajoz; Fundación Antonio Machado de Sevilla, 1988.